VERSOS DE AYER,
LIBRO PÓSTUMO DE JOSÉ ESPADA
PREGUNTO
Pienso, luego
existo
Descartes
Te pregunto, mi
Dios, si de verdad yo existo,
si la lumbre en
que ardo la doy o la recibo,
si soy algo o
soy nada, si muerto estoy o vivo,
si sólo soy
proyecto o soy lo ya previsto.
La duda me
corrompe y ante ella me resisto
para ser de mí
mismo lo que puedo y no esquivo,
la muerte que
tramita mi destino cautivo
y la imagen de
espejo, de la cual yo me asisto.
Partícula de
Dios a través de los tiempos:
si pienso,
luego existo, a ti yo me aconsejo.
y voy contra lo
incierto de muchos contratiempos,
como otros que
murieron para ser hoy yo mismo,
asumo los
soportes que por nacer tan viejo
algo de Dios me
ampara frente a mi propio abismo.
EN CADA ANIVERSARIO
A mis
compañeros de promoción
Sentimos en el
alma toda ausencia
cada año cuando
hacemos el recuento,
de aquellos que
no ocupan ya su asiento,
hurtándonos la
muerte su presencia.
Y así muestra
la vida la evidencia
del destino
implacable como un viento,
que barre los
recuerdos del momento
al cauce
natural de la existencia.
Hemos visto
cesar trabajo
y asumimos el
nivel de nuestra vida
a cambio de
ascender a nueva holganza,
sufrimos de la
duda el agasajo,
pero aún con
alma deprimida,
¡seguimos
cultivando la esperanza!
QUERIDO AMIGO
(Mensaje de
amor a mi caniche)
El rastro que
tú dejas yo lo sigo
y el júbilo que
tengo lo proclamo
con alegres
ladridos yo te aclamo,
tan feliz de
apreciar que estoy contigo.
Eres tan mío
como soy tu amigo,
y recibo gozoso
de tu mano
el mínimo
alimento que reclamo
con el cesto nocturno de mi abrigo.
Sólo quiero me
veas a tu vera,
la sumisa
obediencia que gustoso
te rindo y el
amor que yo siento.
Y si a oscuras
te escondes de cansera,
hasta ti me
aproximo silencioso:
¡feliz de estar
al lado de tu asiento!
MOMENTO MUSICAL
¡Qué oferta de
tu escote, generosa!
En la ola de
tus senos, dulcemente
han dejado mis
huellas, impaciente,
los dedos de mi
mano temblorosa.
Mi mano que
acapara muy dichosa
al tacto tu
hermosura confidente,
ciñendo cada
vértice incipiente
al encuentro
cumplido de la rosa.
Y respiro
forzado y en suspendo
gozando de las
gratas sensaciones
en el pasmo y
revuelo sostenido...
Pero renuncio a
tiempo tan intenso
dejando
calmarse a tus pichones
en el tibio
refugio de su nido.
CANCIONERO DEL RÍO
A tu ribera me
he ido
con el alma en
escalada.
De tu ribera me
vengo
con la vida
derrumbada
de pensar que
no te tengo.
*
Si es verdad lo
que prometes
de venir
conmigo al río,
no me preguntes
qué tengo
si estoy
temblando de frío.
*
Con terquedad
de elefante
va caminando la
luna
por los
quiebros de la noche
detrás de la
sombra tuya.
La luna se
ancla en el agua
como de cuerpo
presente,
esperando que
aparezcas
en el recodo de
siempre.
Un desfile
enjaretado
de las
maliciosas nubes
me ha
secuestrado la luna
y el rastro de
tu perfume.
¡Ay, el amor de
soñarte,
sin esperanza
ninguna!
No hay comentarios:
Publicar un comentario