Completando las anteriores entradas en relación al mundo de la semiótica y de la poesía, del ensayo Arqueología de un instante, ofrecemos, para la sección de Pensamiento, la parte titulada Poesía: Entre la música y el ruido.
POESÍA: ENTRE LA MÚSICA Y EL RUIDO
SERÍA, A NUESTRO JUICIO, en el ámbito de la expresión poética en donde
puedan apreciarse, más allá de las apariencias superficiales de la palabra
(hablada o escrita), las propiedades profundas del lenguaje y también del
fenómeno literario.
Los códigos escogidos por el poeta para
transmitir su mensaje se manifiestan en buena parte de sus intentos,
acompañados de un cierto ruido, y esto de manera tal que, cuando alcanza a ser
descifrado por el potencial receptor va,
no obstante, a permitir mantener su estructura y forma originales.47 De esta manera se
intenta reducir la libertad permitida al receptor mediante maneras (formas) singulares (sintaxis específica, metro,
tropos...), sin embargo, una buena clave poética garantiza que el transmisor
cuente con toda la libertad posible, mas considerando las normas y principios que lo sustentan como lenguaje especial. Desde
aquí podemos valorar acaso con mayor objetividad aquello de que lo que se puede decir 48 es de mayor interés que
aquello que en realidad se dice, pues pone
en evidencia que aquello que sabe el poeta mantiene acaso de forma latente
su(s) significado(s), y no de forma
manifiesta para una interpretación literal del poema. Nos parece que el
receptor, para su mejor comprensión, debe dar un sentido al mensaje y quitarle
el ruido y remitirlo en su forma original, no aleatoria.
La polisemia y la ambigüedad se
presentan como el ruido que oscurece el sentido de(l) (los) mensaje(s) y cuya
distorsión cabe sintonizarla en base a la estructura compleja y profunda del
lenguaje poético. Que reconozcamos que la ley gramatical es precisa para
establecer un orden en la aleatoriedad que posibilita el uso del lenguaje, no
significa que la sistemática de dicho código no ofrezca la posibilidad de la
elección de otras gramáticas posibles, aunque sujetas a la restricción que 49 Pensemos que será en el
lenguaje que posibilita la expresión poética donde mejor cabe observarse la
posibilidad de un conocimiento apriori50 que no niega la experiencia sensible,
pero que da cuenta de una facultad que no tiene por qué estar vinculada a una
experiencia particular.la ordena frente al azar, y que se codifiquen de manera
universal.
El lenguaje poético, en las
ocasiones capitales de la alta poesía, aporta desde dentro (no tanto desde
fuera) ese talante universal y necesario propio del instinto poético que es
preciso para la creación artística; y es que la poesía ofrece un conocimiento
incomparablemente más complejo que el ofrecido por el estrictamente empírico.
Será en poesía donde podamos constatar singularmente la desproporción en la
cantidad de información capaz de generar (y materializar en el lenguaje
poético) la mente del poeta respecto de la que puede proporcionar el habla, y
que se justifica de manera no contingente, sino necesaria.
Para posibilitar y, sobre todo,
hacer entender esta perspectiva, es obvia la necesidad de un esfuerzo de
abstracción importante, pues buena parte de sus principios habría que
deducirlos de constructos netamente mentales, y es que, en poesía, como acaso
en otras formas de aprehender el mundo (en matemáticas), se posibilita el sueño
de integrar la apariencia de la Realidad de la Experiencia y la Realidad del
Ser.51 Precisamente será en el ámbito (¿infinito?) al que invita el
verdadero poema en donde se contemple con mayor claridad que el lenguaje es un
espejo de la mente.52
Francisco Acuyo
Notas.-
46 Chomsky, N.: Syntactic Structures, La Haya, Mounton, 1957.
47 Campell, J.: ob. cit. notas: 38 y 42.
48 Chomsky, N.: ob. cit. nota 46
49 Chomsky, N.: ob. cit. notas 46 y 47.
50 Kant, E.: Crítica de la razón pura, Espasa Calpe, Madrid, 1971.
51 Einstein, A.: Citado en Gerald Holton, en Thematic origins of scientific thought. Cambridge, Mass, Harvard University Press, 1973.
Música dada en palabras, poder de sugerencia para que el lector realice su sueño del poema. Gracias por el regalo de tu sabiduría, amigo. Un abrazo.
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