jueves, 19 de octubre de 2017

HISTORIA DE UN DIARIO: CRÓNICAS DE LA NACIÓN ESPAÑOLA, O CRONOTOPO DEL QUE FUE EL HORIZONTE HISTÓRICO DE ESPAÑA

Abrimos una nueva sección en nuestro -vuestro-  blog Ancile, que llevará por título general, Historia de un Diario, y cuyo subtítulo remite a una visión (¿singular?) de nuestro país, y que dice llamarse :Crónicas de la Nación española, o cronotopo del que fue el horizonte de España, y que creo viene muy apropósito según los acontecimientos vividos en los últimos ¿días?, tal vez años en el acontecer de nuestra realidad social y política en nuestro país.



Historia de un Diario,Crónicas de la Nación española, o cronotopo del que fue el horizonte de España, Francisco Acuyo


HISTORIA DE UN DIARIO:

CRÓNICAS DE LA NACIÓN ESPAÑOLA,

O CRONOTOPO DEL QUE FUE EL HORIZONTE 

HISTÓRICO DE ESPAÑA



Historia de un Diario,Crónicas de la Nación española, o cronotopo del que fue el horizonte de España, Francisco Acuyo




Las Crónicas de la nación española, o cronotopo del que fue el horizonte histórico de España, hubo de caer en mis manos de manera adventicia como un conjunto de legajos singular y enigmáticamente compilados, en una suerte de extravagante jerarquía que quisiese conformar una suerte de cuaderno de bitácora (a su vez intitulado: Historia de un diario), cuyo redactor -¿intemporal?-[1] diríase redactar, reunir y ordenar cronológica y geográficamente los contenidos de sus anales. Mas, de la irregular y defectuosa traza en que parecen fueron encontrados y, posteriormente sin duda, peor sistematizados, podía inferirse que, no obstante, de su irregular organización, en algún momento quisieron ser compendio exacto en volúmenes varios de una excepcional historia de España, y que aquello que hasta nosotros hubo de llegar muy bien pudiera tener un carácter fragmentario, y que las otras partes del corpus integral de sus textos y comentarios hubiesen, desgraciadamente, desaparecido.
Parecía esta historia recogida en forma de anales cuya leyenda habría de mostrase, sino confusa, sí del todo incompleta, ya que de su hagiografía, testimonios, efemérides y comentarios parecía claro, como decíamos, que no estaban todos los documentos que en un principio hubieron de  completarla, y de guisa tal que diríase se redactaron con más sosiego del que había menester, aunque se reconoce claramente que no habría menester mucho, según se infiere de la virtuosa y preclara conciencia y conocimiento de todo aquello que quería trasladar a los potenciales lectores de su testimonio, y cuya erudición fuese en verdad tan admirable, que habría de causarnos no poca exasperación saber que se habían perdido una buena parte de aquella narración tan verídica como escrupulosa en la relación de su relato.
Historia de un Diario,Crónicas de la Nación española, o cronotopo del que fue el horizonte de España, Francisco Acuyo            De la desafortunada ausencia de tantos fragmentos y aún capítulos enteros de esta fidedigna historia, cabría anunciar aquel proverbio de que siempre las desdichas persiguen al buen ingenio, que así tuvo de tenerlo su desgraciado autor, y desde luego los muchos lectores que pudiesen haberse deleitado al completo de tan digna como segura aproximación a la realidad de los hechos que venían a relatarse.
            De forma liminar encontramos una muy compacta relación de argumentos que, a modo de exposición de motivos, quería animosamente introducir al ingente compendio de su ilación histórica, y todo para mejor correspondencia del catálogo de memorias fehacientes de nuestra historia, en cuya afinidad, trato y parentesco se deshacía por hacer comprender a quienes verdaderamente quisieren saber de todo lo visto y oído en el informe fidedignos de sus reales crónicas.
            De aviso para navegantes pueden tildarse las recomendaciones que pudimos extractar de los documentos rescatados, y que todo parece indicar, pertenecen a la introducción de la totalidad del volumen de la historia de España. A saber, al margen del rechazo al nefando relativismo postmoderno a valores que de consuno hubieron de ser tenidos como incuestionables por grandes sabios, doctos avezados de la historia de anteriores épocas, de todo lo cual cabe destacarse lo siguiente, a saber: primero, la absurda, delirante e interesadamente tribal interpretación por parte de muchos de la historia del más antiguo Estado de Europa; segundo, la tendenciosa proyección de España a través del ridículo prisma que pretende abarcar la totalidad histórica del país, en virtud de un momento significativo y desgraciadamente totalitario, y cuyo signo ideológico, según hubiese sido distinto el acontecer de la última guerra fraticida, podría haber sido el contrario y de igual modo con designio opresivo y arbitrario; y, finalmente, la miserable, cobarde, ignorante tergiversación de la historia por parte de determinados sectores de la política española que, unos por acción y otros por pusilánime omisión, han permitido su sistemática manipulación, desvirtuación y engaño en pos de determinados intereses políticos totalmente espurios de la realidad histórica de nuestro país (sic).

            No obstante de todo lo antecedido, pasaremos a dar cuenta en siguientes entregas de este fascinante hallazgo y de su particular manera de ser contado, y donde podrán encontrar, aun en su fragmentaria recopilación, sucesión y diversas y creemos que muy entretenidas entregas, que irán dando cuerpo en lo que de su redacción veraz  tenemos, y de los huecos tristemente desaparecidos pondrán argumento nuestra curiosa y casi siempre insatisfecha imaginación.


Francisco Acuyo




[1] Según cuenta en primera persona lugares y sucesos de nuestra Nación desde el 2000 a C. hasta momentos de muy reciente actualidad.



Historia de un Diario,Crónicas de la Nación española, o cronotopo del que fue el horizonte de España, Francisco Acuyo

No hay comentarios:

Publicar un comentario