miércoles, 18 de mayo de 2011

¿POESÍA VERSUS CIENCIA (Y FILOSOFÍA)?





¿POESÍA VERSUS CIENCIA (Y FILOSOFÍA)?



Poesía ¿Versus ciencia (y filosofía)?, Francisco Acuyo



Recibí, en relación a un par de entradas sobre el filósofo de la ciencia, Mario Bunge, en mi blog Ancile (descuidado, por cierto, en este mes de mayo, debido fundamentalmente a compromisos ineludibles, literarios y personales), algunas críticas -siempre constructivas- respecto a lo que creo, puede ser una mala interpretación de mis declaraciones en tanto que, motivadas por mi admiración al rigor y clarividencia del sabio argentino, conducido su pensamiento por la singularidad de sus ideas, y que se refiere a si es posible un discurso escéptico (y racionalista) en poesía, si es que estos son dos de los parámetros y directrices mediante los que encauza sus reflexiones aquel autor sobre temáticas y disciplinas diversas, no obstante centradas en lo que a este artículo interesa respecto el ámbito de la ciencia.
                Advierten algunos amables visitantes del blog una supuesta contradicción, aunque a su juicio, evidente, en tanto que el ámbito poético (en su vasto domino), se genera y se mueve por territorios más complejos y profundos y, en muchas ocasiones insondables, que no alcanzan a ser explicados y reconocidos mediante el análisis lógico conceptual, y que las mismas motivaciones que lo impulsan no siempre han de ir dirigidas en pos de un conocimiento (comprobable) determinado y, por tanto científico. Pues bien, si partimos de que el modelo obtenido por quien les habla, a partir de las reflexiones de Bunge, se observará que enos encontramos ante un filósofo  cuyo conocimiento incide y juicios sobre el territorio específico de la ciencia, ya advierte una singularidad más que notable para su atención. Entendemos esta singularidad en virtud de que el filósofo plantea problemas mucho más generales que el científico: por ejemplo, si el científico se centra sobre el estudio de los agujeros negros, o del clima, o del funcionamiento genético en los seres vivos,…. se verá que el filósofo involucra sus meditaciones en saber, por ejemplo, en qué es la materia, o la vida, o la existencia, o la mente….; pues bien, yo reflexionaba sobre el cómo estas perspectivas de indagación y de reflexión, podían ser perfectamente coherentes con lo que denominaba el espíritu creador del poeta.

Poesía ¿Versus ciencia (y filosofía)?, Francisco Acuyo
                No incidiré sobre las relaciones entre poesía y filosofía, poesía y religión e incluso  entre ciencia y poesía, tratadas ya en otros contextos y lugares específicos sobre temáticas desde luego muy interesantes (véase, por ejemplo, Fisiología de un espejismo, Fundamentos de la proporción en lo diverso,* entre otros), tan sólo apuntaré, además de porque el espíritu (o impulso) creativo es susceptible de ser reconocido no sólo en el artista, también en el filósofo, en el matemático, en el físico…. y sucede que se detecta, a mi juicio, un cierto grado de parentesco a la relación que sucede entre el filósofo y el científico: el poeta mantiene una relación, más que de generalidad con el mundo, de genuina totalidad e integración que abre, además de las sabidas vertientes estéticas y de gozo emocional e intelectual, una vía de comprensión y entendimiento en verdad particulares, pero en modo alguno en contraposición con aquellas otras obtenidas y basadas netamente en la razón y en el necesario escepticismo para apreciar la realidad y la verdad de lo bello, o de lo hermosa(mente) conseguido, que diría el gran Juan Ramón Jiménez. En este sentido me parece del todo oportuno, de igual modo que, en virtud de determinadas (y razonadas) conclusiones, advertir que gracias a ese necesario y preciso y precioso escepticismo señalado, de igual manera que podemos reseñar lo nocivo que puede resultar un pensamiento sin fundamento lógico o racional en la fundamentación filosófica, o lo dañino de no pocas pseudociencias que quieren ocupar el lugar propicio para una atención y observación de determinados aspectos del mundo que sólo son apreciables bajo el rigor de la verdadera ciencia, acaso, y gracias a este juicio, digo, de sano escepticismo, podamos ofertar las bases para la distinción de aquellas intuiciones verdaderas del genuino poeta, del charlatán que aduce sabiduría donde no hay más que superstición o blandura sentimentaloide ajena al profundo entresijo que engarza y potencia la verdadera obra de arte. Y yo pregunto ¿cuánto hay de renuncia, abandono  y charlatanería  en no pocos  ámbitos y sectores poblados por mal denominados poetas? A esta interrogante (u otras si fuere necesario) contestaré con plena solicitud, si le place o si es de interés al visitante curioso de tan modesto blog como en el que se inscriben estas apresuradas apreciaciones.




Fisiología de un espejismo, Fundamentos de la proporción en lo diverso, Artecitta ediciones, 2010, y Universidad de Granada, 2007 y Jizo Ediciones, edición corregida y aumentada, 2009.




                                Francisco Acuyo

Poesía ¿Versus ciencia (y filosofía)?, Francisco Acuyo

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