miércoles, 16 de enero de 2019

LA NADA EN LA CONCIENCIA DEL SER MISMO

Para la sección, Ciencia, del blog Ancile, traemos el post que lleva por título: La nada en la conciencia del ser mismo.



La nada en la conciencia del ser mismo. Francisco Acuyo




LA NADA EN LA CONCIENCIA DEL SER MISMO






Cuando comentábamos en anterior ocasión[1] la imposibilidad de sustraer la vacuidad, la nada así como el ser mismo de la conciencia del sujeto, esto no implicaba que su no objetividad positiva, dicha nihilidad (vinculada al ser) no pueda tratarse como algo despegado de nuestra propia existencia, y por lo tanto no sea menos real que aquella misma en la que nos incluimos. Diríase que el ser de nuestra existencia es al mismo tiempo, de manera dual, nada en nosotros y nada en su absoluto. No puedo inhibir la imaginación al respecto y establecer una analogía que no se me antoja disparatada, me refiero al fenómeno del entrelazamiento cuántico[2], que nos habla de un sistema que viola cualquier realismo local, y del que se deriva la no separabilidad (matemática y acaso física) del objeto cuántico, siempre sujeto a la misma observación y que en cierto modo pone patas arriba el monismo materialista de la realidad.

                La paradoja de esta dualidad, que en realidad es uno, nos trae a la memoria,  de nuevo, paradojas que sobrevienen en el mundo de lo infinitamente pequeño[3], donde el ser de lo material es posibilidad, en donde la nada (el vacío) es el fundamento de las posibles realidades existenciales –materiales- como superposiciones varias de posibilidades. ¿Es en esta nada objetivable dónde esto tiene lugar? ¿Cómo es esto posible, de ser cierto? Mas, esto parece ir en contra de la causalidad positivo materialista –ascendente- que reza: será la partícula material la que, mediante el soporte físico biológico del cerebro, haga posible la conciencia. De hecho, de la no localidad de dichos objetos minúsculos (partículas elementales), se ha demostrado que influyen mutuamente sin mediación de señales, por lo que se dirían estar aquellos interconectados en dominios ¿extraespaciales y extratemporales? (se dicen que parecen violar la constante de la velocidad de la luz), y donde la potencialidad es tan real como lo actual objetivo. ¿No será en esta nada en donde se radica dicha potencialidad? ¿Pero, cual es la naturaleza de esta nada? Esta interrogante vuelve una y otra vez a lo largo de todas y cada una de nuestras reflexiones a lo largo de esta ya prolija exposición sobre la nada.

La nada en la conciencia del ser mismo. Francisco Acuyo
                En cualquier caso, la conciencia parece tener un protagonismo extraordinario en el razonamiento sobre la sustancialidad de la nada. Diríase que la realidad que acontece en la nada se resuelve por la vía opuesta de la causación material ascendente, la potencia –la probabilidad- es la que precipita el acontecimiento material –existencial-  de lo que entendemos como materia, y que es la conciencia la que lo precipita. Aquí surge una nueva interrogante no menos capital y de difícil respuesta, a saber: ¿Cuál es la naturaleza de la conciencia capaz de corporeizar, actualizar materialmente la probabilidad o potencia de un objeto?

                La nada a la que lleva el final, la muerte, la disolución de algo que existe (con consciencia), ¿es el reducto donde todo, al fin y al cabo, se cuece en forma de probabilidades de ser, y donde, por tanto, hablar de  sujeto y de objeto no tiene el más mínimo sentido ya que todo se circunscribe a los potenciales procesos creativos que lleven a su materialidad?

                Esta interrogante fundamental en física se concreta en: ¿qué será lo que impulsa, genera, la realidad corpuscular, material, actual de los electrones que se mueven como ondas probabilísticas? Todo parece indicar que el colapso de la partícula localizada tiene mucho que ver con lo que denominamos conciencia (John von Neumann) del observador, aunque dicha conciencia,  nos lleve a una aparente nueva dualidad. Insistiremos sobre esta peculiar interrogante en la siguiente entrada del blog  Ancile.




Francisco Acuyo



[1] Acuyo, F.: Blog Ancile, Ciencia, Filosofía y Trascendencia,
[2] Recogido por Einstein, Podolsky y Rosen en su famosa paradoja EPR, y que Schrödinger adaptaría para sus estudios sobre los estados cuánticos.
[3] Véase una delas proverbiales paradojas de la física de partículas, a saber: la dualidad onda partícula.




La nada en la conciencia del ser mismo. Francisco Acuyo


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