De la mano del profesor Tomás Moreno traemos una nueva entrada para la sección, Microensayos, del blog Ancile, y todo bajo el título: Aproximación a la vida y al pensamiento de Karl Marx. En el segundo centenario de su nacimiento.
APROXIMACIÓN
A LA VIDA Y AL PENSAMIENTO
DE KARL MARX.
EN EL SEGUNDO CENTENARIO DE SU
NACIMIENTO (I)
Karl
Marx (1818-1883) nace en Tréveris (también llamada Trier)[1],
en la región de la católica Renania (Prusia), en el seno de una familia burguesa,
liberal-ilustrada, de origen judío. Era el tercero de nueve hermanos. Su padre
Heinrich Marx era un prestigioso abogado liberal, funcionario en la
administración municipal de Trier y judío converso a la Iglesia evangélica
luterana en 1816, eligió esta confesión minoritaria en la ciudad porque como Heine,
el gran poeta judío, asimilaba el protestantismo a la libertad de espíritu. Por
otra parte, la ley prusiana prohibía a los judíos ocupar cargos públicos o
ejercer una profesión liberal, por ello su padre se vio obligado a convertirse
una vez que, tras la derrota de Napoleón, en 1815, la ciudad quedó bajo el
dominio prusiano (reino conservador y autoritario). El joven Marx recibió, en
consecuencia, una educación liberal e ilustrada y fue bautizado a los seis años[2].
Tras
realizar sus estudios medios en el Gimnasium
de Tréveris, en donde entra en contacto con la cultura clásica e ilustrada,
cultiva la poesía (romances, baladas, algún acto de tragedias inconclusas,
etc.) y lee a Rousseau, cursa estudios de Derecho en las Universidades de Bonn
(desde 1835 a 1837) y Berlín (hasta marzo de 1841). En Bonn llevó una vida
estudiantil algo agitada, por lo que su padre decidió mandarlo a Berlín, donde
tiene como maestro al hegeliano Edgar Gans e ingresa en el famoso “Club de
Doctores”, liderado por Bruno Bauer, sede de los jóvenes hegelianos –demócratas
radicales, liberales de izquierdas-, al que pertenecían también David Federico
Strauss, Mosés Hess, Ludwig Feuerbach y Arnold Ruge entre otros activistas e
ideólogos.
En
1841, a los 23 años, elabora su tesis de doctorado, dirigida por Bruno Bauer,
que presenta en la Universidad de Jena, sobre el tema “Diferencias de la
filosofía de la naturaleza en Demócrito y Epicuro”. En ella puede leerse su
famoso juramento: “como Prometeo yo odio a todos los dioses y representa su
primer contacto con el materialismo y con el ateísmo. Mosés Hess, seis años
mayor que él, en una carta a su amigo Berthold Auerbach, nos describe así
entusiasmado, la personalidad de su joven amigo y recién doctorado Karl Marx:
“Te puedes ir preparando para conocer al filósofo más grande, quizá el único
entre los vivos que lo es de verdad […]. Doctor Marx, así se llama mi ídolo, es
un hombre todavía muy joven (unos veinticuatro años como máximo), que le dará a
la religión y a la política medievales el golpe de gracia. Liga la seriedad
filosófica más profunda con el humor más agudo. Imagínate a Rousseau, Voltaire,
Holbach, lessing, heine y Hegel unidos en una persona –digo unidos, no amontonados- : ahí tienes al
doctor Marx”.
Por
esa época lee a Hegel y a Feuerbach (“La
esencia del cristianismo”) y a los socialistas utópicos franceses Fourier,
sobre todo, y a Pierre-Joseph Proudhon líder del socialismo anarquista del
momento. Marx aspira, por entonces, a una prometedora carrera universitaria,
pero sus ilusiones pronto se ven frustradas como consecuencia de la expulsión
de la universidad de Bonn de su maestro
Bruno Bauer, quien, acusado de “ateísmo” por los censores del gobierno prusiano
de Federico Guillermo IV, es represaliado y separado de su cátedra, al igual
que ocurrió con la mayor parte de los profesores universitarios hegelianos de
izquierdas.
Entre
1842 y 1843 el joven Marx, después de regresar
Tréveris, ejerce como redactor, primero, y como redactor-jefe, después,
en la Gaceta Renana de Colonia (la Reinische Zeitung), en la zona más
industrializada de Alemania, que estaba dirigida por Mosés Hess, y que era el
órgano de expresión de la burguesía liberal radical en clara oposición al
gobierno autoritario y casi feudal imperante. Marx escribe una serie de
artículos de crítica y denuncia social entre los que podemos destacar los
siguientes: “Sobre la libertad de prensa”, “Debates en la dieta prusiana”,
“Sobre el robo de leña en los bosques señoriales”, contra los terratenientes y
a favor de los campesinos, “Sobre la insurrección de los viñadores del Mosela”,
“Sobre el Zar de Rusia”, etc. la junta de accionistas del periódico atemorizada
ante las presiones del monarca prusiano cesa a Marx y poco después, en marzo de
1843, se cierra el periódico por orden gubernamental. Marx contrae matrimonio
con la hija del Prefecto de Tréveris, la joven aristócrata Jenny von
Westfallen, tras siete años de noviazgo.
A
instancias del Zar Nicolás I, Marx es expulsado por el gobierno prusiano y
tiene que trasladarse a París, en donde la Restauración absolutista de Luis
Felipe de Orleans, va a imponer un clima de feroz censura en toda Europa.
Entretanto, y como efecto de su persecución y fracaso político, los hegelianos de izquierda se escinden en
tres tendencias: a) el grupo de los “Frein”, los “liberados”, entre los que
están los hermanos Bauer y sus amigos, que interpretan el fracaso liberal como
un “retroceso de las masas” y se retiran de la lucha política para refugiarse
en la crítica teórica; b) el grupo “democrático-humanista”, con diversos grados
de compromiso político, representado por A. Ruge, L. Feuerbach, Froebel y
Wigaud; y c) el grupo “comunista-filosófico”, con M. Hess, Bakunin, Engels, que
conciben el comunismo como una categoría moral y conceden primacía a lo social
sobre lo político.
A
partir de ahora pueden señalarse tres etapas significativas en el desarrollo de
su vida y de su pensamiento: la etapa de París (1844-1845); la etapa de
Bruselas (1845-1849); y la etapa de Londres (1849-1883). En octubre de 1844 el
joven Marx llega a París, capital en ese momento del movimiento obrero
revolucionario y sede de los exiliados revolucionarios alemanes. Esta etapa va
a representar, en el proceso de su desarrollo intelectual, la superación del
“liberalismo democrático-radical” de su anterior fase de “publicista
beligerante” así como del “hegelianismo de izquierdas” y, sobre todo, el
encuentro con la tradición socialista europea (con las “sociedades secretas
socialistas y comunistas, con la “Asociación de obreros alemanes”, etc.).
Es
un periodo “especulativo-teórico”, de revisión y ajuste de cuentas con sus
anteriores mentores intelectuales. Allí funda, con Arnold Ruge, una revista,
los “Anales Franco-Alemanes” (Deutsch-Französische
Jahrbücher), revista de los exiliados alemanes opuestos al gobierno
prusiano, en la que publicará dos importantes ensayos. “Sobre la cuestión
judía” y “Para una crítica de la Filosofía de Derecho de Hegel. Introducción”
(ambas de 1843). En la revista, de la que sólo se publicará un único número,
colaboraron también Heine, Hess, Bakunin, Engels y Feuerbach. Es una época para
Marx de consolidación y maduración de sus ideas revolucionarias y socialistas,
en donde no sólo conecta con la tradición socialista y comunista alemána y
europea en el exilio, sino también con el anarquismo de Proudhon, Bakunin y
Blanqui.
Lee
con avidez a los economistas liberales clásicos Adam Smith y David Ricardo; se familiariza
con los escritos de Saint-Simon, L. Von Stein, Flora Tristán y W. Weitling y
conecta y conoce in situ la dramática
situación del proletariado de la época, que sería literariamente descrita y
reflejada por escritores como Eugenie Sué (Los
misterios de París), Charles Dickens (Oliver
Twist, Historia de dos ciudades)
y H. de Balzac ( ), y a la que Friedrich Engels, -a quien conocerá por entonces
y cuya amistad le acompañará hasta su muerte- dedicará su gran ensayo o informe
sociológico “La situación de la clase
trabajadora en Inglaterra”.
Aunque
publicada póstumamente, (en 1932) a esta época corresponde la elaboración de
sus “Manuscritos de Economía y Filosofía”,
también denominados “Manuscritos de 1844”,
en los que inspirándose en numerosas lecturas de los economistas franceses e
ingleses (Quesnay, Say, David Ricardo, Adam Smith, T. R. Malthus y James Mill,
el joven Marx, ya teóricamente comunista, expone su concepción sobre la
“propiedad privada” (expresión material objetiva del trabajo alienado de otros hombres) y sobre “el trabajo alienado”,
conceptos capitales para entender la dimensión humanista y antropológica de su
pensamiento de juventud. De 1844 a 1845 es la otra gran obra de este periodo, “La Sagrada familia o la crítica de la crítica
crítica”, escrita en colaboración con F. Engels, y en la que se polemiza
con la satíricamente denominada “Sagrada familia” (los pensadores
pertenecientes al círculo de Bruno Bauer y de Proudhon, por no analizar, en sus
críticas, las causas reales de la alienación de los trabajadores, que se
encuentran en el lugar que estos ocupan en la producción de la vida económica).
Expulsado de París, de nuevo a instancias del gobierno prusiano, Marx se exilia
a Bruselas. (Cont.)
TOMÁS
MORENO
[1] Tréveris era una ciudad francófila,
pues había pertenecido durante 20 años a la Francia revolucionaria –y muy
influenciada por las ideas ilustradas francesas-, situada en la parte meridional
del río Mosela, no lejos de las fronteras de Francia y Bélgica, con una gran
iqueza vitivinícola. La Renania era la región más avanzada e industrializada de
toda Alemania, con industrias de carbón y siderurgia. Una zona rica que
esperaba su “revolución burguesa” pendiente.
[2] Son numerosísimas las obras que
tratan de la biografía de Karl Marx entre ellas destacamos las siguientes: Isaiah
Berlin, Karl Marx, Alianza editorial, Madrid, 1973; Werner
Blumenberg, Karl Marx. En documentos
propios y testimonios gráficos, Cuadernos para el Diálogo, Madrid, 1970, y
la más reciente de Gareth Stedmann-Jones, Karl
Marx: Grandeza e Ilusión, Taurus, Madrid, 2018. *En el cine Madrigal de
nuestra ciudad están proyectando estos días un film, “El joven Karl Marx”, que
refleja muy fiel y objetivamente el período de juventud del gran pensador
alemán (desde sus escritos como
periodista hasta el final de la etapa de Bruselas).
Gracias, amigo, y al profesor Moreno. Durante mis años estudiantiles en Cuba, era obligatorio aprobar las asignaturas de Marxismo para pasar de año. Un abrazo.
ResponderEliminarPerdón, soy Pastor y me salió como si fuera Moore.
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