A vueltas con el concepto y realidad de la realidad traemos el post que lleva por título: Las cuentas de lo incierto en la realidad, para la sección, Pensamiento, del blog Ancile.
LAS CUENTAS DE LO INCIERTO
DE LA
REALIDAD
La incertidumbre cuantificada es
acaso el legado más inquietante de la física cuántica, o lo que es lo mismo, el
principio mediante el que podemos calcular el grado de desconocimiento que
tenemos en relación a la propia estructura de la realidad.
Las
matemáticas (probabilísticas) de la teoría cuántica nos han llevado a un punto
en el que acaso no sabemos muy bien lo que nos dicen de la realidad. Esta
inseguridad plantea un serio desasosiego sobre los fundamentos de lo que en
verdad sabemos sobre la base en la que se construye aquello que entendemos como
realidad –perceptible-. La cuestión se vuelve aún más peliaguda cuando
deducimos que, a escala subatómica, su estructura discreta –cuántica- nos ofrece
un espacio más digital que analógico, o lo que es lo mismo, que no tienen una
realidad física, lo que nos hace pensar que dicha realidad es sólo producto de la
mente –matemática- que los ha descrito y probabilísticamente cuantificado.
El
concepto de realidad a partir de este instante ha de ser profundamente
modificado. ¿Acaso es que la estructura de las partículas que fundamentan la
realidad no tiene realidad? ¿Es que el mundo subatómico que sustenta el
perceptual no existe? ¿O es que sencillamente, la realidad surge de la
aproximación del observador que la crea a través de dicha observación?
Cuando
la ciencia trata de verificar la realidad material pretende, mediante su método
de verificación, explicar por qué el mundo es como es y cuál es el proceso que
sigue para ser tal cual parece que es, mas ahora nos cuestionamos si esto es posible sin
valorar el sentido y la significación de aquello que tratamos de explicar. O es
que acaso la afirmación de Heisenberg:
Los átomos y las partículas elementales en sí mismas no son reales; forman un
mundo de entes potenciales o de meras posibilidades, mas que de cosas o de
hechos, no tiene consecuencias epistemológicas, ontológicas y filosóficas?
Es aquí y ahora donde la palabra creación adquiere unos matices verdaderamente
poderosos. Pero, ¿qué significa esto, si es que debe tener algún significado?
En cualquier caso la célebre interrogante de ¿por qué hay algo en lugar de
nada?, adquiere una nueva dimensión y necesita de un profundo debate que, irremediablemente
va afectar a la idea del constructo de la realidad misma.
Las
consecuencias de lo anteriormente
expuesto afectarán incluso a la idea general del universo, su naturaleza y su origen (cosmología), para caer, al final de
la cuenta, que hay muchas cuestiones a las
que no podremos dar respuesta (las leyes que rigen actualmente, por qué
existen y, no otras? ¿En realidad hubo un origen singular del universo? ¿Hay
uno o varios universos? ¿Es infinito o no el universo? La realidad de los
espacios siderales es también una gran desconocida, lo que sabemos está basado
en lo muy poco que podemos observar (materia luminosa), apenas un 5% de la
realidad material y energética que constituye el universo.
Esta
manifiesta incapacidad de saber (no ya todo, al menos una parte sustancial) de
la realidad, abre nuevas incógnitas sobre las fronteras que son accesibles a
nuestro conocimiento y, por tanto, a saber en qué consiste la realidad, y, otro
punto importantísimo, qué papel juegan nuestras conciencias en la realidad de
ese mundo. Sobre este y otros aspecto particulares seguiremos indagando en
nuevas entradas de Ancile.
Francisco Acuyo
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