jueves, 4 de julio de 2024

33 AÑOS DE INCONSCIENTE POÉTICO, ANTOLOGÍA POÉTICA (1990-2023), DE ALBERT TORÉS

 Para la sección de Editoriales amigas del blog Ancile, traemos un nuevo pos que está dedicado a la rcinte publicación del libro del poeta Albert Torés, editado primorosamente por Canente Libros, bajo el título, 33 años de inconsciente poético, Antología poética (1990-2023), cuya publicación recomendamos vivamente desde nuestras páginas. Acompaña esta entrada una breve introducción del autor y unos cuantos poemas seleccionados por el mismo, que pueden dar una idea de la totalidad exquisita de sus contenidos.


33 AÑOS DE INCONSCIENTE POÉTICO, 

ANTOLOGÍA POÉTICA (1990-2023),

DE ALBERT TORÉS






La poesía ocupa un lugar prioritario en los quehaceres. Sin embargo, aún considerando el contexto histórico, la experimentación anhelada, el marco general de la historia de la poesía, no tenía verdaderamente la conciencia de estar configurando una obra poética. De ahí el título de la antología y de ahí también la duda que persiste. No obstante, el generoso y riguroso prólogo del poeta y profesor Rafael Ávila, además de la amistad que nos une, me convencieron para utilizar esta herramienta comunicativa tan significativa, que, cuando menos permite iniciar una nueva aventura poética, acercar a las personas que pudieran estar interesadas, una de las propuestas poéticas en activo y, en su espacio temporal a lo largo de 33 años. Sería una especie de vuelo de pájaro a cámara lenta que presenta con tanto pudor como necesidad, un florilegio de poemas que refleja, -lo intenta voluntariosamente- mi propia concepción de lo poético. La poesía en su eje de libertad y soledad espera cerrar el ciclo con la lectura y que se registren conclusiones si procediera. Al horizonte de expectativas que llevamos con nosotros, añado la importancia primordial que recae en lectoras y lectores. En cierto modo, es una hoja de perejil que os entrego porque


Estaba muy feliz en el vientre de mi madre.
No conocía ni vientos ni nevadas ásperas
y todos los conflictos reduciánse a verme
crecer.
Entonces fue cuando quise ser poeta.


POEMAS










BIDIMENSIONAL


Ningún barrote pudo sostener al aire;
no hay aduana para la libertad:
Octubre ha conspirado con el Otoño
y aún no hemos probado la terapia
del misántropo que descalza sus pies
para andar por el barro.
Seguramente, los labios
del infierno
han sellado la atmósfera
y nada vuela. Aprisionados, divagamos
por las calles, saludando al viento:
-- “Buenas tardes, los maniquíes han subido
a la cima del monte coronado
y se suicidan atormentados--”.
Hemos suscrito un tácito pacto
de esmeraldas
con el mar, los lagos, con los peces,
en términos legales;
fusión de roca y hombre (es extraño),
lava incandescente, los diablos se apodera del alma,
el sol ríe con sarcasmo,
su ultravioleta sonrisa aventura
que en la noche
crecerán las lilas, llorarán los robles
cuando los campanarios griten
“la ceremonia está comenzando”.


De Tríptico del naufragio (1979)





LA TESINA EN BARCA


Que muere de memoria fue tu vida:
Lívidas estaciones, voces, noches
huérfanas, el amor bajo los puentes,
la razón que es ella, ciudad desnuda
que tímido en la cruz te descubre.
Que nos doblega sólo con mirar
esta fiebre del oro, siempre viva,
paseante por nieblas casi siempre.
¿Recuerdas, es el cuadro inacabado?
Que tu porvenir viene del galope
sin recuerdo y te da miedo por contra,
ya somos la sospecha del retrato
con el ritmo veloz en La Sorbona.

Premonición o tierra, las espadas
insurgentes del lago, el dolor
de los setenta, música del cielo
porque no hay normas en el liceo.
Premonición y tierra de los látigos
para las persistentes secuencias,
son rubias cuyos sostenes estallan
en Pigalle. Roja la blanca tesis:

Con tiempo de charol la esperanza
también toma la barca del adiós.

De Fábulas de la lejanía (1994)






Ramita de perejil, acuarela de Juan Gómez Macías





PRINCIPIO


Por los primitivos caminos del resplandor alba de sosiego que se ignora como el ojo marino de formas abiertas acuden las imágenes sin un final probable por los intervalos en el camerino el placer de llamarte por tus nombres hoy transformados como la sorpresa entre rejas o el círculo que sigue su macabro sacrificio residencia para el recuerdo en el vasto paso del alma y esa extraña delicia de componer una balada para el lamento en el espejo de los gestos en fuga después decidir el sueño cual el penetrante escenario de la ruleta la duda se estremece y tan sólo me vale una mágica carta para el principio

De Figuras en blanco y negro (1995)





PASADO


      A Juan Gómez Macías


¿Fue la memoria el punto de partida
con sus impactos de luz por un cielo
cansado como los ritos que aprieto
cuando el alba murmura por el tiempo
entre sombras y gaviotas perdidas?
¿Fue la derrota, furia compartida
por viajeros en esquinas de carne
que puso su mirada como espada
para ordenar pensamientos infames
y hacer real en todo la nada?
¿O fue la hermosura del silencio?


De Décimas prolongadas (2010)





TENSANDO LA CUERDA DEL ARCO



Por pálidos llanos solitarios, silencios
fraguan cenizas que fronteras son cuchillos
como corazones deshechos por el brillo
de piedras preciosas que frágil penitencio.
El mundo sale por doquier entre deseos
y guarniciones tan robustas como colmillos
afilados que, solo tu beso evidencio
gimiendo lechos y vacíos en auspicios
de sonrisas luminosas, azucarillos
que disuelvo en tu pecho donde en paz verseo,
donde mordazas bostezo por melancólicos
mares, sierras umbrías, espacios, silbidos
y copias manuscritas de texto en olvido
que tú y yo sellamos con  toque acrílico,
imitando  espejos en ecos  inversos.
En vano las conjeturas de los acaso,
la medida de las cosas, todos los códigos
que entrañaron frutos, horizontes y libros
llevando tus nombres, rubia, por los que hablo
al romper sílabas que a menudo azuleo.
Que son surcos de amor y no feroz batalla,
un porvenir fogoso lejos de  coléricas
chispas, mi pecho recibe cuna de vida
cuando te atrapo perlas donde todo es nada
y las pálidas sonrisas de luna arqueo.



De Peinar el viento (2024/Inédito)



Albert Torés








martes, 2 de julio de 2024

MATERIA, MUNDO FENOMÉNICO Y ABSTRACCIÓN: AL ALBUR DE LA SINESTESIA

Para la sección de Ciencia del blog Ancile, traemos un nuevo post que, bajo el título: Materia, mundo fenoménico y abstracción, al albur de la sinestesia, abunda sobre el fenómeno fascinante de la sinestesia.



MATERIA, MUNDO FENOMÉNICO Y ABSTRACCIÓN:

 AL ALBUR DE LA SINESTESIA


Materia, mundo fenoménico y abstracción, al albur de la sinestesia, Francisco Acuyo


Realmente es alucinante, o al menos a mí en su momento hubo de parecérmelo, que a través de la teoría de números abstractos se pudiese conectar con ámbitos de la realidad como la trayectoria de la luz, ofreciendo explicaciones y o soluciones a la realidad física de la misma. El asombro, pude comprobar más tarde, fue compartido, nada menos, entre otras muchas celebridades, por Albert Einstein o Eugene Wigner. No debe resultar extraño ante eventualidades tales que, como adelantábamos en otras entradas de este blog, hubiese matemáticos que entendiesen la materia como mero equipaje conceptual redundante (Max Tegmark).

No debe parecernos tampoco raro que, en cierto modo, acabemos confundiendo la descripción (matemática) con el mundo fenoménico y material descrito, dada la extraordinaria y singular potencia de la abstracción matemática que se interconecta asombrosamente con el mundo. La cuestión es que, investigando en el no menos fascinante dominio de la sinestesia, sobre todo el ámbito de la denominada sinestesia abstracta (que algunos autores -en el territorio de la retórica- rechazan como sinestesia), donde las conexiones entre el mundo físico que la percepción ofrece y el orbe mental que dichas abstracciones conectan con lo perceptivo en un asombroso continuum. Intuía que algo o mucho debía de tener ver con el fenómeno no menos difícil de la conciencia compartiendo patrones organizativos.

Materia, mundo fenoménico y abstracción, al albur de la sinestesia, Francisco Acuyo
Ahora bien, ¿qué leyes rigen para que estos complejos entramados organizativos, que parecen diluirse en el fenómeno sinestésico? No debe extrañarnos que nos inclinemos a pensar que deba existir un principio que trascienda las leyes físicas y químicas en su organización, pues, en la trasposición o fusión sinestésica, en muchas casiones, el sinésteta percibe las sensaciones como un todo, donde diríase que los sentidos forman en realidad uno solo. Sucede una suerte de sincronicidad donde el sentido deja de estar regido por el tiempo (y el espacio), para ser un todo misterioso que nos hace inferir un principio organizativo que, aunque no acabamos de entender, debe estar, decíamos, relacionado con la conciencia, pero acaso en un dominio que va más allá de el que entendemos como conciencia personal, donde la convención de los cualia, se pone en duda, en incluso nos avisa de que esta función delimitadora que distingue los diferentes cualia, es una limitación de una cognición mucho más amplia. Por lo que la sinestesia puede considerarse como una expansión de la conciencia (personal).

En medicina, cuando en un paciente se observa la sinestesia como un síntoma de alguna enfermedad,  manifiesto, por ejemplo, por cierto decrecimiento de la actividad cerebral, parece que esta capacidad sinestésica se amplía, quizá incrementando, o expandiendo  una conciencia que traspasa la que entndemos proveniente de lo estrictamente cerebral, o lo que es lo mismo que conecta sin filtros neurológicos al uso habitual, con una conciencia que abarca la propia conciencia personal. En fin, no quiero dejar huellas de cierto misticismo en lo que digo, pues, en realidad, en lo que quiero hacer énfasis es en que la sinestesia, en algunos casos,  observa una suerte de metaconciencia que no puede explicarse como un proceso cognitivo ordinariamente consciente. 

En próximas de este blog Ancile entregas trataremos de aclarar aquel concepto de metaconciencia, que muy bien puede resultar perturbador para muchos. 


Francisco Acuyo



Materia, mundo fenoménico y abstracción, al albur de la sinestesia, Francisco Acuyo