Prosiguiendo con los poemas primaverales, traigo para la sección de Poesía del blog Ancile, tras la sugerente conferencia de mi amigo y profesor de astrofísica Eduardo Battaner, un poema intitulado: Jardín de un sueño sin tiempo ni espacio.
JARDÍN DE UN SUEÑO SIN TIEMPO NI ESPACIO
Contemplando el cielo constelado desde mi jardín de sueño
Para Eduardo Battaner
Yo vivir no deseo para cualquiera cosa
que no sea contemplar la luz de aquel reflejo
que antes del tiempo en mí estuviere prodigiosa.
Luz nunca vista que antes que yo fuere en su espejo,
mostró el alma evidente al ser siempre misteriosa.
Mas de su luz no puede ninguna sombra o muro
ya tupido de verdes hojas cubrir su brillo:
aquí, sobre la verde grama, está del futuro
jardín, tendida mi figura, en el amarillo
concierto de un otoño de álamos prematuro.
Mi cuerpo no nacido en un espíritu de fuego
potencial arde como poema jamás escrito;
acto fue de un autor no nacido que a ti entrego,
lector, en donde fluye sin tiempo el infinito
que persigue un ahora que nunca será luego.
Francisco Acuyo
Me atrapa ese final de "perseguir un ahora que será luego" porque es una imagen poderosa de la naturaleza efímera del tiempo, del deseo y de la conciencia. Encierra esa contradicción tan humana de querer fijar el instante, sabiendo que el instante ya está huyendo hacia el futuro.
ResponderEliminarTiene ecos de la poesía de Antonio Machado —ese caminar sin detenerse—, y también recuerda a Borges, con su obsesión por el tiempo circular, el presente que no se deja atrapar. La plenitud está siempre un poco más adelante, como un espejismo que impulsa la vida, el arte o la memoria.