jueves, 12 de diciembre de 2019

PSICOLOGÍA DEL IMPULSO POÉTICO CREATIVO


 Ofrecemos esta nueva entrada para la sección, Pensamiento, del blog Ancile, post que lleva por título: Psicología del impulso poético creativo.


PSICOLOGÍA DEL IMPULSO 

POÉTICO CREATIVO




Psicología del impulso poético creativo. Francisco Acuyo




La poesía, como proceso creativo, es la muestra acaso más palmaría de cómo el alma humana no acaba por ajustarse al proceso que consideramos como propio de la ley natural. El ciclo vital, ascendente en principio, acaba por declinar y extinguirse inevitablemente. La poesía, en su impulso de creación, diríase mantenerse en un pulso perpetuo de un tiempo que no discurre,  sino que está situado en una infancia perenne que no reconoce el final de su trayectoria, condenada a resistir de manera imperecedera.

                La reflexión anterior sobre la psicología del impulso poético  demuestra que será la vida misma, aun siendo efímera, la que sustente y nutra sus más íntimos fundamentos. Pero será muy conveniente atender a que su propósito sin propósito no es otro que el de la vida del que sabe que ha de morir con ella, y que, acaso, con Epicuro en la memoria, no ha de significar gran cosa,[1] si es que el vivir y el morir forman parte inseparable del mismo proceso existencial de todas las criaturas. Pero tengamos presente que este reconocimiento de mortalidad la consciencia poética no participa ni puede identificarse como una perversidad o inmadurez psicológica. Muy al contrario. El poeta genuino, en su proceso creativo no hace sino olvidarse del sí mismo (que ha de morir) para ser en el misterio mismo de la vida y de la muerte. La poesía puede considerarse un artefacto (¿antinatural, si todo acaba muriendo?) que embarca a la conciencia hacia lo transfinito. ¿O acaso es la conciencia en sí, un ente transfinito? La cuestión es que la poesía , como fenómeno creativo psicológico, mejor afronta esa extraña finalidad que es la extinción de la que forma parte la vida. O lo que es más importante, da un significado no solo a la vida, también a la muerte.
Psicología del impulso poético creativo. Francisco Acuyo

                Que obtengamos un sentido y un significado a la vida a través del proceso creativo poético puede parecer, incluso natural, pero, ¿cómo darle un sentido al muerte en virtud de un proceso creativo como es la poesía?

                Si la poesía es creación (poiesis), debe participar de facto y de manera absoluta de la terminación, de la extinción, de la muerte, si lo que queremos en verdad es ser creativos. La creación aspira a lo radicalmente nuevo, a lo nunca antes expresado, a lo jamás visto. Para ello hemos de morir a cualquier tipo de conocimiento. Hemos de nacer de nuevo y ser inocentes como niños para una posibilidad de auténtica novedad.

                El aspecto religioso que tiene toda poesía[2] es precisamente el de una expresión del genuino ritual que nos prepara para la muerte, si es que en verdad queremos ser creativos, y es que ciertamente el sentido último de la existencia se completa con su extinción. El impulso generativo de anima la poesía es la creación, y por tanto, de manera inevitable el de la destrucción (o el amor) que aspira a la generación de lo genuinamente nuevo.

                El incentivo psicológico poético es de una naturaleza siempre simbólica que en modo alguno pueden ser engendrados desde lo únicamente racional, más bien al contrario, nace de las simas de lo inconsciente y tiene una carácter profundamente arraigado en la revelación que supone cualquier proceso creativo.

                Seguiremos  en próximas entradas insistiendo sobre este carácter psicológico singular de todo verdadero ejercicio poético.





Francisco Acuyo






[1] Epicuro: Carta a Meneceo: La muerte no significa nada para nosotros
[2] Véase a George Santayana al respecto en su libro Poesía y religión.


Psicología del impulso poético creativo. Francisco Acuyo


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