Reproducimos los poemas del poeta de Málaga Antonio Porras Cabrera, publicados en el blog de La noche en blanco de Granada.Enlace al blog de La noche en blanco de Granada
El
poeta malagueño (de Cuevas de S. Marcos) ocupa hoy el espacio del blog de La
noche en blanco de Granada con un nota biográfica y un par de poemas.
POEMAS DE ANTONIO PORRAS CABRERA
PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA
Antonio Porras Cabrera. Nace en 1951 en Cuevas de San
Marcos (Málaga), emigró a Barcelona en 1967, donde vivió, trabajó y estudió
hasta 1977, en que cambia su domicilio a Málaga.
Su vocación poética se destapa al jubilarse como
profesor titular de la universidad de Málaga y tener tiempo para darse a la
escritura. Se define como librepensador y la poesía es para él un instrumento o
vía de expresión de ese librepensar, que completa con las reflexiones y
entradas en su blog, llamado “Cosas de Antonio”Blog del poeta que acumula cerca de 120.000 visitas.
Ha participado en diversos recitales y en los
encuentros poéticos de Poetas en la red de Granada, Sigüenza y Peñíscola y
publicado en sus antologías respectivas. Así mismo participó en el I y II
Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora celebrados en Córdoba y Málaga,
publicando en sus antologías. Anualmente organiza el encuentro poético
“Solsticio poético”, en la peña cultural flamenca Juan Casillas de Cuevas de
San Marcos. Sus poemas han sido leídos en Radio Unión Cataluña de Barcelona.
Primer accésit en el concurso de relatos cortos José María Martín Carpena en
2012. Pasado el verano saldrá a la luz su primer poemario titulado Eclosión.
GRANADA Y EL DARRO
Tú no lo sabes,
pero yo quise ser río y tú Granada,
yo era el Darro y tú la Alhambra.
pero yo quise ser río y tú Granada,
yo era el Darro y tú la Alhambra.
Había quedado prendado de tu encanto,
de tus ojos profundos cargados de misterio,
puerta de mil cuentos de líbidos deseos,
de fantasías ignotas cargadas de secretos.
Traigo de la montaña el agua pura y cristalina
que a tu faz dé frescura,
que limpie tu piel tersa y sin arrugas,
con una caricia de ternura.
Y vengo a regalarte
perfumes de agua fresca
y olores de azahar y
tomillo
que nace en Sierra
Harana,
la hija del Veleta.
Al pasar junto a tu falda,
rozando el Albaicín en un baile excelso de alegría,
la tentación me llama de forma irresistible
y pongo en marcha, con todo mi candor,
el arte seductor que me acompaña.
A cada salto entono cánticos de amor y de esperanza,
derramando gota a gota mi ilusión entres las jaras,
y llevado en volandas por mi fantasía
me armo de valor y juego con tu falda.
Bordeo y vuelvo a bordearla
hasta hacerme notar y sentir tu mirada,
entonces me observas desde arriba
y desde una torre mora
me arrojas la llave de
tu casa.
Cerca de Santa Ana, ya todo se ha rendido,
ya no nos queda nada,
cogidos de la mano bajamos montados en pasión desenfrenada,
y entonces se inicia el juego del amor,
tu falda ya no está
y mi cauce se orienta hacia tu alma queriendo penetrarla.
Mis aguas invaden dulcemente tus entrañas
y atraviesan tu cuerpo dejándote preñada,
cargada de la vida que nace en la montaña,
y canto bailando entre tus ancas sintiéndote mi hada,
una canción de amor y sintonía,
donde le damos cuerpo a la alianza
Cerca de Santa Ana, ya todo se ha rendido,
ya no nos queda nada,
cogidos de la mano bajamos montados en pasión desenfrenada,
y entonces se inicia el juego del amor,
tu falda ya no está
y mi cauce se orienta hacia tu alma queriendo penetrarla.
Mis aguas invaden dulcemente tus entrañas
y atraviesan tu cuerpo dejándote preñada,
cargada de la vida que nace en la montaña,
y canto bailando entre tus ancas sintiéndote mi hada,
una canción de amor y sintonía,
donde le damos cuerpo a la alianza
entre tú y Sierra
Nevada,
entre el hombre que te vive y el agua que te baña.
entre el hombre que te vive y el agua que te baña.
A FEDERICO GARCÍA LORCA
En el 75 aniversario de
su muerte
Entre los olivos verdes
marcha la verde guadaña
con cabezas de charol
y la hiel en las
entrañas.
Humillado Federico
por sufrir tanta patraña
con su paso ensimismado
va hacia la muerte
anunciada.
Gritos, blasfemias y
golpes
y un disparo que le
mata,
sus infames asesinos
muestran su mísera alma…
Entre los olivos verdes
corre Preciosa espantada
mesándose lo cabellos
gritando desesperada.
Llama a Antoñito el
Camborio,
busca por todas las
plazas
a Ignacio Sánchez Mejías
y ve a Soledad Montoya
con la faz desencajada
semblando un cuadro de
Goya.
Hasta Paquiro y su
hermano
dejaron de discutir,
en este mundo gitano,
que es día de luto y
sufrir.
Y Preciosa con sus
gritos
va llamando en la
alborada
para plañir en el duelo
en la casa de Bernarda.
Lloran estrellas fugaces
en lluvia desesperada,
la luna de los gitanos
va gimiendo la desgracia
asomándose al barranco
dejando enlutada el
alba.
Ay luna de pergamino,
luna de frígida plata,
escóndete entre las
nubes
escóndete entre la jara,
no le des luz a los
campos
en esta noche tan
trágica.
Tragedia,
Bodas de sangre
en la tierra derramada
que ha dejado de ser
Yerma
para preñarse en su
savia,
para acoger la semilla
que dé su fruto mañana.
Mientras,
Mariana Pineda,
banderas de libertad
sigue bordando en su
casa
sin enterarse siquiera
de tanta y tanta
desgracia.
La muerte se fue
contenta
y a Federico llevaba,
se lo arrebató a la vida
la fuerza de su guadaña.
Desde entonces en el
cielo
la alegría es
desbordada,
la pena y el sufrimiento
en la tierra se quedaba.
Y entre los olivos verdes
corre Preciosa espantada
mesándose los cabellos
gritando desesperada,
a casa de los ingleses
para ver sí ellos le
salvan…
Antonio Porras Cabrera
Cuevas de San Marcos,
19 de agosto de 2011
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