Nos complace muy gratamente traer nueva entrada para la sección de Extractos críticos del blog Ancile, bajo el título de Humuvia, de Antonio Carvajal, quien honra a este medio y su administrador con algunas de sus excelencias.
HUMUVIA
Se cuenta en Génesis 2: "Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él". Hijos de Dios (no todos de Jehová) y herederos de su gloria, los seres evadames (de una pareja evadama, Orce y Galera, proceden los europeos, según la Junta de Andalucía: ver carteles de salida 60 en A92-N), digo que la evadamia (conjunto de descendientes de Eva y Adán), sigue poniendo nombre a cuanto se percibe para extenderlo a cuanto lo repite y corregir cuanto disgusta en las mudanzas ideológicas. Así, necesitamos neologismos para no usar conceptos tan abyectos como humano, dado que sólo los seres humanos matan por placer con cálculo, y evitar con putijo el insulto a las madres y precisar que si la lluvia huele es señal de contaminación nociva y que llamarle petricor a lo que Elena Martín Vivaldi cantó líricamente como “noticia de setiembre” tiene varios problemas, y no es pequeño el que en oídos españoles de personas normales suene como rima consonante de petronor, por ejemplo. ¿Cuántos españoles saben que el icor es el humor que fluye por las venas de los dioses olímpicos y pueden así entender el culto neologismo que los investigadores australianos aplicaron a su descubrimiento de que ese aroma no es de tierra solo ni de agua de lluvia solo, sino de un resultado poético de ambas, y que lo mismo que el pan no es cada uno de sus componentes (harina, agua, levadura, más calor) y todavía no sabemos de restaurantes que cobren a 100€ el menú con servicio de pan deconstruido, petricor y humuvia son nombres más precisos y necesarios que olorcico a tierra mojada o a fragancia de lluvia?
Así que humuvia viene a suplir una carencia y, en mi opinión, no tuve mala idea cuando calqué el culto acróstico australiano y lo pasé del griego al latín, e invitados a que usen la palabra más de doscientos escritores (con ayuda de generosos colaboradores), tras darle publicidad y ofrecidas algunas muestras al amparo de este blog de Francisco Acuyo, cumplido un plazo de año y medio, se recogen las respuestas recibidas y se procede a la publicación del libro "Humuvia", con el incitador Francisco Domene y el expansivo Santiago Aguaded como responsables de la edición por Alhulia, con prólogo de Dionisio Pérez Venegas, en la colección “Palabras mayores”. El libro da materia para discusiones y comentarios. Juan Gaitán ha publicado uno suyo en el diario La Opinión de Málaga*. Y, por mi parte, mientras Ancile me acoja, prometo seguir comentando este y cuantos neologismos me bullan en los labios.
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