Proseguimos reflexionando sobre la IA y la impronta del absurdo en el tránsito existencial, y lo hacemos con un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile; esta vez bajo el título: Redes neuronales, procesos lógico algorítmicos, versus, ironía, mordacidad y caricatura.
REDES NEURONALES, PROCESOS LÓGICO ALGORITMICOS,
VERSUS, IRONÍA, MORDACIDAD Y CARICATURA
Hay otra facción teórica de la IA que quiere alejarse del juicio
filosófico, acaso no con menos torpeza, ya que al querer hacerlo lo intenta emparentando el proceso lógico algorítmico nada menos que con la neurociencia,
pretendiendo automatizar los procedimientos mentales mediante redes
(potencialmente) neuronales que aprendían a discriminar patrones, idea que llevaría los perceptrones, supuestamente, a la comprensión de los
procesos heurísticos humanos y, por ende, del acontecer de los hechos que influyen
en ellos, ni más ni menos. Qué cantidad de chistes, ironías, mordacidades e
improntas cáusticas deberían impresionar en el espíritu del socarrón del
absurdo
Si todos los mitos en todos los tiempos tuvieron su
réplica piadosa en la reacción satírica, en gracia diversa, muy vinculado a la tragedia,
por cierto, pero como tragedia que divierte, no se harán esperar esas reacciones del espíritu del absurdo. ¿Qué son los memes en la actualidad si no
admoniciones de lo que está por venir? Recomiendo evocar con atención el Cíclope de
Eurípides, y el festín de ironía de Aristófanes, o, por qué no evocar el
género epigramático de Roma con el genio de Juvenal como emblema de lo satírico, junto al
enorme Horacio o el gentil Persio.
Es, sin duda, harto necesario en la actualidad, una especial
atención a la vida ordinaria de los hombres, para que se revise la cuestión de la reflexión
filosófica y su producto de abstracción inevitable que habría de producir, y en la que se apoyan aspectos de la IA, para decantar el
procesamiento de la información: Descartes, Heidegger, el mismo Kant y
prácticamente toda la tradición del pensamiento de occidental, pretenden servir de apoyo a la IA para su procedimiento de emulación. La literatura y
el pensamiento del absurdo, de la nanidad o el sinsentido, traen al terreno, no
virtual, sino netamente terrenal lo ordinario y cotidiano de las vidas de los
hombres, con sarcasmo, sí, pero también, y paradójicamente, con mucho sentido.
Es esta visión del absurdo de tal importancia hoy, en
nuestros días, porque quizá sea la única alternativa (de sentido, seguimos con
la paradoja) a la creencia de que la abstracción de elementos fuera de su
contexto cotidiano, básico para la filosofía y la ciencia, debe funcionar en la
IA, y este, pues, sea establecido como paradigma singular de conocimiento en la actualidad.
Acaso la fenomenología del último Wittgenstein, que renuncia
a toda la filosofía racionalista, sea un ejercicio no tanto contradictorio, como
irónico, e incluso sarcástico, que puede servirnos como base de pensamiento para
la actualidad donde lo racional, lo lógico positivo que estructura la mítica catedral
de la IA en la actualidad. No olvidemos a uno de los padres de la lógica matemática como Gödel, quien en estos términos despachaba la cuestión sobre la incompletitud en su famoso teorema: El conjunto completo de éstas (las matemáticas) nunca podrá ser
recopilado en una lista finita y recursiva de axiomas meramente formal. Ningún
dispositivo mecánico, ningún ordenador, jamás será capaz de agotar las verdades
matemáticas. […] Que si somos capaces en cierta forma de
captar la verdad completa en este dominio, es porque ni nosotros ni nuestras
mentes son máquinas u ordenadores.* Debemos reconocer que el análisis de las situaciones
cotidianas en términos fácticos de patrones y reglas será significativo para
algunos contextos y algunos propósitos, en modo alguno para establecer un sentido existencial y creativo.
Desde una óptica filosófica nada tiene de extraño que el
mismo Heidegger asesinase a su pater filosófico Husserl, renegando
de la autenticidad única de la
abstracción (noesis) como forma de acceder a la realidad del acto, si son
jerarquías de reglas determinadas las que permiten dicho acceso. El absurdo
literario debe poner en claro, aunque sea satíricamente, que el mundo cotidiano
no puede representarse como un conjunto de elementos independientes del
contexto (Heidegger). Contexto, en palabras del propio Heidegger que es un ámbito
de relaciones. La comprensión subjetiva de sentido de lo cotidiano era y es
algo mucho más complejo de determinar de lo que creen aún muchos adeptos (y
adictos) a la IA.
Reconocía el propio Husserl: Construir una base de
conocimientos es un problema de investigación intelectual mayor. Aún sabemos
demasiado poco sobre los contenidos y la estructura del conocimiento de sentido
común. Un sistema de sentido común «mínimo» debe «saber» algo sobre causa y
efecto, tiempo, propósito, localización, proceso y tipos de conocimiento.
Necesitamos un esfuerzo de investigación epistemológica muy serio en esta área.
Esfuerzo que uno de los padres de la IA, Marvin Minsky, trató de perpetuar en
la actualidad, veremos sin con mucho o poco éxito en próximas entradas del blog Ancile.
Francisco Acuyo
*Sería el gran lógico y matemático Kurt Gödel (con su principio de
incompletitud) quien llegaría a semejante conclusión, la cual habría de
conmocionar al mundo de la matemática, incidiendo en el ámbito de la filosofía
de manera no del todo reconocida aún en nuestros días.