martes, 29 de marzo de 2011

BREVE APUNTE SOBRE DIOS Y LA POESÍA

Con motivo de la demanda de un amigo,* dejé inscrita una breve semblanza sobre una temática, a mi juicio, de grande interés sobre las potenciales relaciones entre dos conceptos de inmensa complejidad y profundo calado como es el de Dios y la poesía. En esta entrada queda recogida como apresurado apunte para quien pudiere interesar, y que no descarta, si la ocasión se presenta propicia, alargarse o reescribirse si lo estimase conveniente.


*Antonio Praena (poeta y a la sazón -en aquellos momentos- profesor en la Universidad de Valencia)




Breve apunte sobre Dios y la poesía, Francisco Acuyo


BREVE APUNTE SOBRE DIOS Y LA POESÍA



Mi muy estimado amigo:

Atendiendo a tu amable demanda respecto sobre la exposición de algunas consideraciones sobre cuestión tan fascinante (y sin duda no lo rigurosamente atendida como debiera en estos párrafos), cual extraordinariamente compleja, y sobre la que me pides alguna implicación: nada menos sobre las presuntamente deducibles relaciones entre Dios y la poesía. Cabe decir, con la necesaria generalidad que somete escribir a vuela pluma (y con prisa) cuestión, como te digo, tan necesaria de cautela, rigor y dedicación, que sólo puedo ofrecerte un apresurado desfile de nociones, ideas y nombres -de poetas- que, en este momento, después de encontrar coyuntura para dedicar un poco de tiempo a esta petición tuya y de decantar algunas ideas con más celeridad que paciencia y rigor, estimo, digo, resueltamente llena de curiosidad tu propuesta,  y para cualquiera que se precie interesado en uno (Dios) u otro (la poesía) asunto –o a ambos, decíamos, si a la potencial relación entre Dios y la poesía fuese, como así me lo parece, más que posible. Así pues, y ya en principio te pido disculpas por la inevitable falencia de esta apresurada exposición que en tan apretados y presurosos párrafos te envío.

Breve apunte sobre Dios y la poesía, Francisco Acuyo
                Te adelantaba que en nuestra poesía (la escrita en lengua española) no sería nada difícil encontrar poetas de reconocida y universal nombradía que vertebrasen su obra poética en la temática -y razón de ser- divina, dígase San Juan de la Cruz, Teresa de Ávila o el mismo Fray Luis de León, regentes todos del momento áureo de nuestra poesía de los siglos XVI y XVII, deudos unos, los dos primeros, de la tradición mística española –y desde luego también universal- y de aquella otra, cuyos rasgos descritos –acaso siempre discutidos y discutibles por los estudios hispánicos-, que la entroncaban con la vena de un singular ascetismo; aludo en este punto, claro está, al último de los tres referidos. Hasta aquí nada nuevo en lo que te estoy reseñando. Tampoco diré nada flamante y desconocido al advertir  que esta vena a lo divino de nuestra poesía (tan bien y hermosamente entendida anteriormente por Gonzalo de Berceo), habría de calar hondo en prácticamente toda nuestra tradición literaria y, sobre todo, poética, encontrando poemas inspirados al respecto antes, durante y después de los genios del Siglo de Oro: así Herrera,  Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Calderón (o Sor Juana Inés de la Cruz, en las Américas)… en quienes de seguro encontraremos alguna referencia más o menos importante en relación a este ámbito, a mi juicio, insisto, de tan grande relevancia. Pero no hemos de obviar que en la modernidad poetas de la talla de Miguel de Unamuno o Juan Ramón Jiménez; habrían de dedicar nada menos que todo un libro (de poemas) al respecto: El Cristo de Velázquez, el primero, Dios deseado y deseante, el segundo, con los que habrían de descollar extraordinariamente ofreciendo una poesía de singular calidad y referencia. Sendos y muy interesantes estudios se han llevado a cabo sobre la poesía y Dios en César Vallejo, de cuya complejidad puede el interesado hacer relación y acopio indagando en su obra para deleitosa información.

                Si con palabras de Paul Ricoeur: El Lenguaje poético cambia nuestro modo de habitar el mundo […] y de la poesía recibimos un nuevo modo de estar en el mismo, de orientarnos en este [...]; podemos deducir que las relaciones entre Dios y poesía  pueden ser y son de naturaleza harto singular y dignas de una observación mucho más entretenida y rigurosa de la que yo, con tanta premura como limitación, paso a ofrecerte.

                Con toda modestia, incluso en mi humilde (y contemporánea) producción poética –véase en libro inédito: El jardín de los espíritus-  he tratado algo más que el tópico de una temática llevada al fin para la consecución de un producto literario, hablo de una necesidad interior en muchos casos inefable y cuya factura, con mayor o menor éxito conseguida, además ahonda en la naturaleza misma de cualquier proceso creativo, y es que la poesía,  la poiesis (como creación) encuentra su fundamento en la nada (¿divina?) generatriz capaz de crear aquello que compartimos como ser y devenir en el mundo.

                De todo esto pueden dar buena cuenta poetas de habla inglesa, de los que puedo destacar (subjetivamente, pues, hablo de mis gustos) a William Blake (del que se puede encontrar abundante bibliografía) o John Donne, cuyos sonetos religiosos, para mi gusto, son de lo más excelso de su ya insigne producción poética. Qué decir de la enorme significación de Dante (en el italiano idioma), en principio sólo en virtud de su Divina Comedia, o, de nuevo, dando ahora otro salto a la modernidad, en el gran Santayana (y su Lucifer), y no digamos de su fundamental estudio intitulado Interpretaciones de poesía y religión.  La fonction fabulatrice es donde se asienta (como ya adelantaba Nietzsche  y Bergson) la capacidad de infinito del hombre. Se me vienen a la memoria en este instante los poemas Revuelta del Islam y el Endymion, de Shelley y Keats, respectivamente, cuya cualidad de estilo responde más a una cuestión de espíritu que a un ejercicio de depuración meramente verbal.

Breve apunte sobre Dios y la poesía, Francisco Acuyo
Que la poesía sea en no pocas ocasiones una chispa de lo divino y una incitación a la vida religiosa, que decía precisamente Santayana, es de seguro testimonio buena parte de los nombres (autores) y poemas de los que con tanto desorden como premura te he enunciado (seguramente relegando a injusto olvido a muchos otros). Si la belleza (o la poesía) es verdad, y la verdad es belleza (en la poesía), se anuncia el poema como un más allá del ejercicio literario al uso.

Las intuiciones mediante las que la ciencia quiere dar cuenta de la realidad última se manifiestan, a mi humilde entender, en la actualidad, de forma más evidente fuera del propio dominio de la ciencia; hay quien proclama, sino el fin, sí los manifiestos límites de la ciencia en virtud no sólo de las lindes de su fundamento metodológico, así vemos que gracias a los recursos (retóricos) propios de la poesía (véase por ejemplo la metáfora, la sinestesia, el símbolo, la analogía…) manifiestan los científicos un discurso muy diferente y no sólo para elaborar una alocución comprensible al profano, también para buscar en muchas ocasiones un relato que exceda los límites del método y la expresión científica; así, de manera cada vez más habitual viene al pelo el recurso de  inspiración poética, el cual, a su vez, (te recuerdo la célebre metáfora de la gran explosión para referirse al origen del universo –Big Bang-)  encuentra franca analogía con el entendimiento místico del mundo, y en cuya revelación adquiere sentido la existencia humana y, desde luego, porque ofrece un canal genuino para poder hablar de aquella realidad -inicial y última- del todo inexpresable.

Hablar, pues, de Dios y de la poesía es volver a Homero, cuyos himnos y poemas son  la muestra clara y palpable del núcleo básico -no tanto del mito como- de la religión; es recordar la visión platónica del amor de Dante o de Guido Cavalcanti, cuya pasión y fervor cabe considerarse a un tiempo caballeresca y religiosa, debiendo, por inevitable vínculo identificativo, señalar este fecundo ámbito de inspiración en el mismísimo Garcilaso de la Vega; los símbolos que manejan son extraordinariamente peculiares, y lo son porque pretenden expresar el bien supremo todavía inalcanzado y que se vislumbra en el amor (o en Dios mismo). Desde luego tampoco puedo dejar de entrever en el genial, racional y humanísimo Shakespeare la pasión transmutada en la disciplina de sus sonetos, que no por eso dejan de ser altamente espirituales; y por seguir con este caótico desencuentro, desafecto a cualquier cronología y disciplina espacio temporal literaria, no puedo dejar de rememorar a mi siempre presente y muy querido Walt Whitman, cuya especial, genuina y profunda inspiración da nombre con carácter primitivo (prístino) a las cosas en el escenario cósmico y sublime de su poesía; y por esbozar siquiera algún orden, en lengua inglesa citar también a Emerson o Browning, cuyo signo poético marcará ineludiblemente el estigma de lo trascendente en la poesía.

Habida cuenta de lo atropellado de esta exposición me gustaría cerrarla con al menos un cierto grado de armonía -y de razonable prestancia- en su declaración, por lo que añadiría en este texto desordenado, la noción del ya mencionado George Santayana en relación a la poesía y al espíritu,  si  estos son vehículo de singular parentesco con la divinidad misma, y es que el poeta: En lugar de estudiar en la experiencia sus elementos calculables, estudia sus valores morales, su belleza, las posibilidades que ofrece para el alma; y el cosmos que construye es por tanto un teatro ideal para el espíritu, en donde su drama potencial más noble es representado y su destino resuelto.

Perfectamente consciente de las limitaciones de este bosquejo sobre asunto tan vasto como complejo (y sin duda dueño de toda saber y erudición que pueda imaginarse), está aquí, si apenas señalado, siendo tan minúscula y humilde esta iniciativa mía para indagar en tan inmarcesible dominio; así no puedo más que señalar mi sincera imposibilidad de hablarte con más extensión de todo ello con tan poco tiempo y espacio como el que me propones, siendo este el parvo y torpe resultado que puedo ofrecerte; no obstante, espero que cuando menos te sirvan estos presurosos (casi fugaces) y torpes párrafos para algún entretenimiento, según es de humilde mi visión y entendimiento sobre Dios y la poesía.

Recibe un fuerte abrazo de tu amigo:



Francisco Acuyo






Breve apunte sobre Dios y la poesía, Francisco Acuyo







miércoles, 23 de marzo de 2011

EL AÑO DEL TIGRE

El año del tigre, antología poética, Ancile



EL AÑO DEL TIGRE


Quiero dar noticia con esta entrada de la publicación de la antología poética titulada El año del tigre, Se trata de una cuidada selección de poemas (llevada a cabo por la profesora de la Universidad de Granada, Alicia Relinque, la cual es también responsable de las traducciones de autores chinos al idioma español) sobre la singular y fascinante temática del tigre, con una breve aproximación al tema en el ámbito artístico, literario y sobre todo poético; con un prólogo redactado para la ocasión por quien suscribe esta entrada, como director de la colección de poesía de la editorial de nuevo cuño El torno gráfico ediciones.

Se ofrecen versos de poetas muy variados de oriente (desde el  Shijing, algún anónimo, y de poetas como Cao Cao, Wang Can, Lu Ji, Li He, Li Shangying, Li Shangyin, Mei Yaochen, Lu You y Niu Han), y poetas occidentales desde el siglo XVII hasta nuestros días (William Blake, Rubén Dario, Vicente Aleixandre, Jorge Luis Borges,  Antonio Carvajal y Francisco Acuyo). Se debatirá sobre el influjo de esta figura felina en el acto de presentación en el mundo de las artes y las letras, para, posteriormente hacer una lectura de algunos poemas recogidos en el libro; esto será en la biblioteca de Andalucía, el 31 de marzo del corriente año. Ofrecemos uno de los poemas incluidos en el poemario, así como uno de los dibujos que ilustran la antología.


El año del tigre, antología poética, Ancile
Dibujo a tinta de Miguel Rodríguez Acosta
 (incluido en la edición)








El otro tigre


And the craft that createth a semblance
Morris: Sigurd the volsung (1876)

Pienso en un tigre. La penumbra exalta
La vasta Biblioteca laboriosa
Y parece alejar los anaqueles;
Fuerte, inocente, ensangrentado y nuevo,
Él irá por su selva y su mañana
Y marcará su rastro en la limosa
Margen de un río cuyo nombre ignora
(En su mundo no hay nombres ni pasado
Ni porvenir, sólo un instante cierto.)
Y salvará las bárbaras distancias
Y husmeará en el trenzado laberinto
De los olores el olor del alba
Y el olor deleitable del venado;
Entre las rayas del bambú descifro
Sus rayas y presiento la osatura
Bajo la piel espléndida que vibra.
En vano se interponen los convexos
Mares y los desiertos del planeta;
Desde esta casa de un remoto puerto
De América del Sur, te sigo y sueño,
Oh tigre de las márgenes del Ganges.
Cunde la tarde en mi alma y reflexiono
Que el tigre vocatino de mi verso
Es un tigre de símbolos y sombras,
Una serie de tropos literarios
Y de memorias de la enciclopedia
Y no el tigre fatal, la aciaga joya
Que, bajo el sol o la diversa luna,
Va cumpliendo en Sumatra o en Bengala
Su rutina de amor, de ocio y de muerte.
Al tigre de los símbolos he opuesto
El verdadero, el de caliente sangre,
El que diezma la tribu de los búfalos
Y hoy, 3 de agosto del 59,
Alarga en la pradera una pausada
Sombra, pero ya el hecho de nombrarlo
Y de conjeturar su circunstancia
Lo hace ficción del arte y no criatura
Viviente de las que andan por la tierra.

Un tercer tigre buscaremos. Éste
Será como los otros una forma
De mi sueño, un sistema de palabras
Humanas y no el tigre vertebrado
Que, más allá de las mitologías,
Pisa la tierra. Bien lo sé, pero algo
Me impone esta aventura indefinida,
Insensata y antigua, y persevero
En buscar por el tiempo de la tarde
El otro tigre, el que no está en el verso.




Jorge Luis Borges







El año del tigre, antología poética, Ancile

martes, 22 de marzo de 2011

DE LA TRADICIÓN LÍRICA DEL ROMANCERO Y DEL CANCIONERO ESPAÑOL: ALAS DE ESPUMA


Alas de espuma, de María Galera, Ancile


DE LA TRADICIÓN LÍRICA DEL ROMANCERO Y 
DEL CANCIONERO ESPAÑOL:
ALAS DE ESPUMA


Tengo el gusto de ofrecerles a través de esta entrada nueva de mi bitácora, un poema del flamante XV premio internacional de poesía Miguel de Cervantes de la ciudad de Armilla, intitulado Alas de espuma, cuya ganadora ha resultado ser María Galera Sánchez. Expongo para los interesados, si lo son en la poesía verdadera, el poema que abre el libro con singular galanía y espléndida sencillez, y que titula, A las hormigas. No podemos menos que situar a la autora y su obra, dentro de la extraordinaria y riquísima tradición poética más influyente de la historia de nuestra literatura, a saber, la que engarza con las tradiciones líricas de nuestra oralidad insertas en el cancionero y el romancero tradicionales. 






A LAS HORMIGAS




De niña me gustaba,
de camino a la escuela,
seguir a las hormigas
que andaban en hilera.

Y todas transportaban
semillas, hojas secas,
migas de pan tostado
al sol de las veredas.

Descubría su casa
con volcán en la puerta,
y una lava de hormigas
fluía de la tierra.

Qué profundo misterio
encerraba su cueva,
trazada a dentelladas
con luz de luna nueva.

Siempre tan ocupadas,
sabe Dios si no juegan.
Jugarán en la noche
a la gallina ciega.

No cantan las hormigas,
descubrí con tristeza.
No ríen con las flores
como hacen las abejas.

No miran los colores
de florecillas nuevas.
Siempre las vi vestidas
del negro de mi abuela.

Mi sandalia de goma
les declaró la guerra
y un sollozo de hormiga
rebotó en la suela.

-Niña, terrible niña,
¿a qué vas a la escuela?
Los libros de los hombres
son mentiras a medias.

-Oscura semejanza
que a todas nos alegra,
¡no hay hormigas blancas
que machaquen a negras!

-Trabajamos unidas,
nuestra empresa es la tierra.
Donde todos trabajan,
¿quiénes harán la guerra?

-Jugamos con semillas
que serán flores nuevas,
y con larvas de insectos
que alegran la pradera.

-Y con gotas de agua
que lloran a la tierra
y nos cuentan secretos
de estío y primavera.

-Hace ya muchos años,
una tarde cualquiera
quise ser una hormiga.
¡Llegué tarde a la escuela!

María Galera Sánchez
Alas de espuma, de María Galera, Ancile





sábado, 19 de marzo de 2011

FUNDAMENTOS: DE LA SINESTESIA, LA CIENCIA EL ARTE Y LA TECNOLOGÍA (II)

Remitimos, como es de rigor, la segunda entrega sobre la Sinestesia, de Mª José de Córdoba, en un extracto de su labor investigadora. En este caso exponemos una relación práctica en la que se refleja su importante trabajo de investigación al respecto. Vuelvo a insistir que, Mª José de Córdoba, como responsable principal de la Fundación Internacional Artecittá, prepara ya, la edición de la revista de nuevo cuño, Fundamentos, en la que se podrán encontrar toda una suerte de trabajos e investigaciones de interés en el ámbito científico en relación con las artes. Estén atentos. Seguro que será de su interés.


Fundamentos de la sinestesia: ciencia, arte y tecnología, M.J. de Córdoba, Ancile



FUNDAMENTOS: DE LA SINESTESIA, LA CIENCIA,
EL ARTE Y LA TECNOLOGÍA. (II)





Este curso taller experimental sobre artes plástico musicales, creatividad y sinestesia, pretende aplicar estos nuevos conocimientos en el ámbito educativo, fomentando la creatividad y activando nuestra natural capacidad sinestésica, en la categoría sonido/color. ¿Es posible fomentar la creatividad fomentado también nuestra capacidad natural sinestésica o pseudosinestesias? Me gustaría recordar los proyectos que desarrollé durante los años 80 y 90 relacionados con las relaciones técnicas y sinestésicas entre pintura y sonido. Experimentación artística e inducción a la sinestesia. Tomando como base las opiniones de Gillo Dorfles, (que consideraba muy acertadas, a pesar de ser publicadas en 1959), intenté desarrollar una serie de proyectos artísticos para conseguir una participación del espectador y respuestas tanto artísticas como sinestésicas, o al menos, pseudo-sinestésicas.

Me gustaría recordar los proyectos que desarrollé durante los años 80 y 90 relacionados con las relaciones técnicas y sinestésicas entre pintura y sonido. Experimentación artística einducción a la sinestesia. (diapositiva 3, 4, 5).

Tomando como base las opiniones de Gillo Dorfles, (que consideraba muy acertadas, a pesar de ser publicadas en 1959), intenté desarrollar una serie deproyectos artísticos para conseguir una participación del espectador y respuestas tanto artísticas como sinestésicas, o al menos, pseudo-sinestésicas.



MI EXPERIMENTACIÓN ARTISTICA PARA INDUCIR SINESTESIAS.[1]



¿Por qué estimular los mecanismos perceptivos visuales-auditivos del espectador para provocar una respuesta artística ?
Los intentos, muy conocidos, de ofrecer un equivalente cromático a la música y viceversa, tiene hoy un interés más que nada histórico, y de curiosidad psicológico-experimental. En efecto, los diversos instrumentos elegidos en tiempos pasados (como el Clavier à la lumière o el Clavecin oculaire) no tuvieron otra consecuencia que la de despertar periódicamente una cuestión ya de por sí descontada, al menos desde el punto de vista práctico. Subsistió el importante problema de acordar luces y sonidos, colores y tonos en circunstancias particulares, como en la escena, en ciertas ejecuciones rítmicas de danza o ballet; pero no es posible hablar a este respecto de verdaderas reglasque se impongan y que aconsejen el uso de un color más bien que de otro; o de un sonido o de un timbre preciso correspondiente a ellos. Continuaron, en cambio, y todavía prosiguen los estudios más o menos eruditos en torno del problema -más que estético, psicológico- de la sinestesia; hasta que punto existe y puede precisarse una analogía de respuesta a determinados estímulos sensoriales que hieren el oído o la vista; hasta qué punto se puede descubrir la analogía entre imágenes cromáticas y aquellas sonoras suscitadas recíprocamente por sonidos y colores o aquellos estímulos dispares que llegan a nuestros sentidos"[2]

Fundamentos de la sinestesia: ciencia, arte y tecnología, M.J. de Córdoba, Ancile
He tomado un fragmento del texto que sirvió de punto de partida para mis primeras experiencias (1988- Albacete) [3], primeros proyectos llevados a cabo, en relación a mi trabajo personal como pintora e investigadora y las relaciones de un público aparentemente interesado por el arte y sus manifestaciones, y siempre con la preocupación de hacerles partícipes de mi propio mundo personal, siempre preocupada por obtener una respuesta, también artística, de aquellos que venían a una de mis exposiciones-montajes. Para ello intenté activar sus sensaciones propioceptivas utilizando luz, sonido e imagen. Intenté hacer una correlación entre música y pintura (nada nuevo a aportar por mi parte, como se ha visto en los estudios recogidos por Guillo Dorfles), pero la música y una pintura que intenta reflejar la estética del tiempo en que vivimos, la sociedad en la que vivimos, siempre cambiante, siempre con prisas. Nada nuevo que descubrir y mucho por redescubrir. En esta ocasión me ocupé de algo tan simple y complejo a la vez como son los sonidos y la información que nos aportan. No pretendí hacer una correspondencia entre color y sonido (como pudo hacer Kandinsky, tan adelantado a su tiempo). Pretendía, y es mucho pretender, -tomando como modelo sonidos naturales y urbanos-, representar toda esa información en imágenes. No son sonidos aislados los que represento, son sonidos ambientales que proporcionan parámetros medibles y tangibles, capaces de formar una imagen mental casi tan real como la auténtica visión.

Aprendemos y aprehendemos el mundo, de una forma global, con la ayuda de todos nuestros sentidos. Reconocemos de dónde proviene un sonido y qué lo provoca sin necesidad de verlo. Intento redescubrir una capacidad cognoscitiva muy compleja, no desde una perspectiva "científica". Desde una perspectiva artística donde el elemento subjetivo está representado con el color y el sentimiento personal. Sería, algo así como intentar ver el mundo de los ciegos e intentar ver y reconstruir los posibles sonidos mentales de los sordos, siempre con un elemento imprescindible: la interpretación subjetiva de un pintor.

Con la ayuda de un técnico en sonido, se recogieron secuencias sonoras reales, naturales y urbanas, que servirían como modelo visual. Se presentaron al público (en distintas ciudades españolas) los dos modelos: el sonoro y mi traducción visual. Lo sorprendente fue que existieron una serie de coincidencias con la realidad, es decir, mi ayudante técnico en sonido pudo ver que mis imágenes “eidéticas” inducidas por sonidos ambientales, los que él había recogido, presentaban una similitud bastante exacta con lo que él vio en el momento que estaba grabando los sonidos. Pero además, un 10% de las personas que escucharon primero el modelo sonoro y luego mi representación “pictórica”, afirmaron estar de acuerdo.
Estos resultados fueron, para mí, sorprendentes, tanto como para plantear la necesidad de una investigación más profunda, más acorde con la psicología del arte, la neurociencia y psicología cognitiva que con la pura experimentación artística. 

La sinestesia se ha revelado como parte fundamental en el desarrollo perceptivo y cognitivo humanos.

-¿Existe algún tipo de relación sinestésica objetiva entre los receptores auditivos y los visuales? -En caso afirmativo, ¿se puede establecer una relación lineal, o de otro tipo, entre las frecuencias de audio y las de video y como se encuentra relacionada la intensidad de un sonido con el brillo-contraste de una radiación visible? esto es: -¿Existe una correlación conos-frecuencia sonido y bastones-intensidad sonido? considerando en principio tonos puros de audio. -¿Se encuentran estas posibles relaciones genéticamente preestablecidas en el cerebro, mediante conexiones neuronales o bien pueden ser adquiridas y/o potenciadas mediante un proceso de aprendizaje?



HIPÓTESIS DE LOS EXPERIMENTOS PRELIMINARES:



Fundamentos de la sinestesia: ciencia, arte y tecnología, M.J. de Córdoba, Ancile
-Del primer experimento realizado, se deduce en principio los estímulos proporcionados por las frecuencias de los estímulos acústicos y visuales son inversamente proporcionales, esto es a mayor longitud de onda de estimulo acústico corresponde menor longitud de onda de estimulo visual. Si esta afirmación se considera cierta, el lugar de intentar utilizar relaciones entre frecuencias, se utilizaran relaciones entra la frecuencia de la onda acústica y la temperatura del color correspondiente. Según la tercera ley de Wien (ley de desplazamiento), referente al cuerpo negro actuando como radiador, la longitud de onda correspondiente al pico de emisión es una función simple de su temperatura absoluta. Para Y expresada en ZmyT en grados Kelvin, se cumple: 2900 pico T.

Existen muchos objetos de características similares a las del hipotético “cuerpo negro”, y es posible fabricar una fuente experimental muy aproximada a la teórica, mediante una esfera hueca o con un cono estrecho, cuyas temperaturas sean uniformes.

-Si se aplica la ecuación de la longitud de onda del pico de la radiación solar (a 6000K), se obtiene el pico de emisión a 0.5Zm, 500nm ó 5000Å, longitud de onda que se encuentra dentro del espectro visible. "¿Existe algún tipo de relación sinestésica objetiva entre los receptores auditivos y los visuales? Posteriormente, colocaremos electrodos en los nodos cerebrales específicos. Podremos averiguar, qué actividad cerebral se produce en las diferentes  áreas.



CONCLUSIONES



Ya a mediados de los años 50 la sinestesia era conocida y tratada como, este mismo autor referido anteriormente, nos demuestra en el siguiente párrafo del “Devenir de las Artes” bajo el epígrafe: Sinestesia e interferencia entre las Artes: “Sabemos que son muchos los autores que han investigado y experimentado acerca de todo lo referente a las posibilidades de asimilación de los diferentes lenguajes artísticos y, sobre todo, acerca del fenómeno de verificación de diferentes imágenes sensoriales suscitadas por las distintas artes en la esfera de acción de un órgano sensorial distinto del que comúnmente es “estimulado” por ellas. Ejemplos típicos de este aspecto y bien conocidos, son las imágenes cromáticas suscitadas por palabras, o de hecho por letras, y aúnpodríamos añadir las imágenes olfatorias, gustativas, etc…

“Unicamente el que se percate de la importancia decisiva que tiene el considerar el Arte entre las manifestaciones indispensables para el completo desarrollo de la personalidad humana, inseparable por tanto de la observación psicológica del individuo, podrá comprender que sólo de esa manera será posible restituir o reincorporar al Arte las constantes éticomágicas que le dieron su fuerza en épocas pasadas”.[4]


En mi caso particular: el re-conocimiento, asimilación, cognoscimiento del mundo real externo, estará filtrado por mis esquemas o estructuras mentales creadas a lo largo de mi vida. Pero en el caso perceptivo y en el caso de la sinestesia (y kinestesia) puedo decir que:
-Al intentar no filtrar o discriminar ninguna información/percepción, de manera deliberada, me sorprendí al descubrir que mis recuerdos de la realidad visible, almacenados, eran mayores de los que pudiera imaginar.
-Que la motivación y la atención prestados al estímulo sonoro, conscientemente, pudo hacer que aquello que en el pasado percibía de manera inconsciente o discriminaba inconscientemente, o filtraba, fuese recordado y reconocido de manera sorprendente ahora…

Mi forma de explicar o definir la sinestesia se resumiría así: ponemos etiquetas sensoriales a nuestro mundo particular de percepciones únicas, (existen tantos mundos percibidos como personas), uniendo y mezclando todos nuestros conocimientos conscientes e inconscientes del mundo exterior, filtrados por nuestras emociones más profundas.



Mª José de Córdoba



[1] ARTES (1988-Albacete.- CONFÍN HERMÉTICO 1993.- Exposición montaje/performance-escenográfico, subvencionada por Caja Granada. Sala Consisa Alarcón. Música de Mikel Nyman y Jean Michel Jarre).
 [2] (Guillo Dorfles). 2 GILLO DORFLES, (1.959). “El devenir de las Artes”.
 [3] Taller didáctico experimental. (Curso de verano, Universidad de Almería, F.I.A.C. 14-18 Julio 2008. Cuevas del Almanzora, Castillo de los Vélez, Almería- España).
 [4] Guillo Dorfles 1959.






Fundamentos de la sinestesia: ciencia, arte y tecnología, M.J. de Córdoba, Ancile