Era el año 1995 cuando, todavía entusiasta e imbuido por
el flamante proyecto de una nueva iniciativa literaria (Con José Espada como
director), nos afanábamos por sacar adelante el número 2 de la Revista
Literaria Extramuros (vio la luz en enero de 1996), y cuando tomamos
contacto con el poeta Javier Egea (aunque en alguna ocasión ya había coincidido
con él en este o aquel evento literario y poético de la ciudad), tuvo a bien
correspondernos solícitamente con un poema inédito (entonces, ahora no sé con
total certeza si se encuentra publicado en algún otro lugar), dedicado a Juan
Medina, y que comenzaba: No supo nadie, nadie de qué sueño tenía // los
ojos la mujer que se paró elegante // bajo la lluvia.[…]; desde entonces
seguí con especial dedicación su andadura poética. Ahora, y con la primicia
excepcional de dos poemas inéditos que ofrecerles (desde aquí mi agradecimiento
a su heredera, Elena Capetillo y a José Luis Alcántara, que sin su colaboración
esta entrada del blog no habría sido posible), quiero, decía, dedicar un
sentido homenaje al malogrado poeta y mostrar una breve semblanza, adjunta a
los dos inéditos, con la que ilustrar el singular universo poético y vital que
le haría permanecer para siempre en la memoria de quienes lo conocimos y, sin
duda, en la perplejidad de los que vendrán y beberán de las aguas siempre
recién nacidas de su manantial inagotable de creación y apasionado e inaudito
entendimiento de la vida y la poesía. Aprovechando que, en breve, este mismo
año, saldrá su obra completa en una importante editorial del país, queremos
decir que, si bajo su influjo ha quedado ya una generación de poetas
inevitablemente estigmatizados, pretendemos, con toda modestia, que estas
líneas se sumen al magnífico y merecido cauce de su difusión, y porque
otras tantas generaciones también queden suspensas al albur siempre generoso e
inolvidable de su impulso vital y poético.
BIO-BIBLIOGRAFIA
(Nota
de José Luis Alcántara)
Javier
Egea (Granada 1952-1999)
Desde
temprana edad —catorce años— se manifiestan sus inquietudes poéticas, ya que
con estos años se pueden datar sus primeros versos, y la definición de sus
primeras influencias importantes para su poética cabe situarlas, a la vista de
su escritura de este momento, a partir de los diecisiete años —F. García Lorca,
A. Machado, Rubén Darío, M. Hernández, R. Alberti y los clásicos,
principalmente Góngora y Garcilaso. Su primer libro publicado, Serena luz del viento [Universidad de Granada, 1974, Accésit
al Premio García Lorca de la
Universidad de
Granada], recoge estas influencias y en él mantiene un tono amoroso con el
soneto como guía en la mayor parte del libro; en su segundo poemario, A boca de parir [Colección Zumaya, Granada, 1976],
establece ya una ruptura importante con el anterior ya que introduce, de forma
generalizada en el mismo, el metro libre y un fuerte cambio en el tono a lo
largo de las tres partes de que se compone. Con Argentina 78 [La
Tertulia , Granada, 1983], escrito en 1979
como contrapunto de los fastos del Mundial de fútbol de Argentina frente a la
realidad de la dictadura del general Videla, inaugura una poética con un fuerte
y original matiz político y militante.
En 1980
viaja al Cabo de Gata, en Almería, y se instala durante unos meses en la
Isleta del
Moro, en donde, y en paralelo a la lectura de las teorías del profesor Juan
Carlos Rodríguez, abandona su gongorino tono de juventud y da carta de
naturaleza al movimiento que sería conocido como la “Otra sentimentalidad”, de
raíz materialista, bebiendo en las influencias de Althusser y Marx. El
resultado será el libro Troppo
mare, escrito en 1980 y publicado en 1984. En 1983 da el cierre al
movimiento de la “Otra sentimentalidad”, tal como señala el profesor Juan
Carlos Rodríguez, tras la escritura, en el año 1981, de Paseo de los tristes.
Ambos libros —Troppo mare y Paseo de los tristes—, ante la
imposibilidad de publicarlos en editoriales comerciales y convencionales los
presenta en el año 1982
a sendos
premios —A. González de Lama. de la
Diputación de
León, y Juan Ramón Jiménez, de la
Diputación de
Huelva—, obteniendo el primer premio en ambos.
Durante la
década de los años ochenta participa activamente en recitales en institutos y
universidades, solo o acompañado de otros poetas, actividad ésta de “poeta en
la calle” que amplía en los noventa con una serie de montajes poético musicales
—junto a Susana Oviedo y el Quinteto Amati— , de textos de Rafael Alberti y Mª
Teresa León, M. Hernández, C. Vallejo, B. Brecht, J. Luis Borges… con los que
viaja por toda España y la isla de Cuba.
En 1987
comienza la escritura del que será su último libro publicado en vida, Raro de luna, que, en
palabras de Juan Antonio Hernández, “llevará hasta uno de sus límites: un
enrarecido ambiente onírico, que lo desmarca de la falacia comunicativa, con el
que, a la vez, afronta un durísimo análisis de las contradicciones vitales que
le acompañan y un enfrentamiento con la construcción vampírica del sujeto”.
Esta estancia final la escribirá en paralelo a unas sesiones de psicoanálisis y
su tonalidad es sonámbula y de un surrealismo muy controlado. Raro de luna fue publicado por la
Ed. Hiperión , de Madrid, en el año 1990.
A partir de
esta fecha su vida poética se caracteriza por un distanciamiento de la vida
cultural que, tras el triunfo de la opción socialdemócrata en la vida política
del país, ha entrado en unos terrenos de comercialización y mercantilismo en
los que decide no integrarse. Opción que desembocará, en esta década, en un
relativo olvido de su obra. En los años 1992
a 1994
escribió los Sonetos del
diente de oro, que, salvo tres publicados en revista poéticas, se mantuvieron
inéditos. Fueron publicados, en edición facsímil, póstumamente en el año 2006
por la
Asociación granadina
ICILE (Investigación y Crítica de la ideología literaria en España).
También
preparó en 1997 una antología de su obra escrita entre los años 1970 y 1990 con
el título de Soledades.
Antología (1970-1990), que iba a prologar el poeta Ángel González. Este
proyecto antológico, que no vio realizado en vida, tampoco se ha podido
consumar aún tras su muerte.
Algunos de
sus poemas están recogidos en numerosas antologías, prácticamente todas de
ámbito andaluz o granadino. Sólo dos excepciones, puedo destacar, a esta
circunstancia, con su presencia en Canción
de canciones [Anaya &
Mario Muchnik, Madrid, 1995], antología preparada por Rafael Alberti y Mª
Asunción Mateo en la que, en unión de A. Carvajal, son los únicos poetas
granadinos de las Nuevas Tendencias que en ella se recogen; y en 2007, con su
inclusión en Metalingüísticos
y sentimentales [Biblioteca
Nueva, Madrid, 2007], antología de Marta Sanz.
Por
determinados críticos se le ha pretendido incluir dentro de la nómina de poetas
adscritos a la llamada “Poesía de la
Experiencia ”, si bien su escritura
—siempre— se mantuvo alejada de los parámetros y principios de esta línea
poética.
En el año
2011 Bartleby editores (Madrid) comenzará a publicar su Obra completa en cuatro volúmenes. Dos para su obra
poética y otros tantos para su prosa, en donde resalta la presencia de numerosa
obra inédita en el interior de sus páginas.
Un jueves,
el 29 de julio de 1999, se quitó la vida en su ciudad natal.
POEMAS (DE LIBROS VARIOS)
POÉTICA
A Aurora de Albornoz
Mas se fue desnudando. Y yo le sonreía.
Juan Ramón Jiménez
Mas se fue desnudando. Y yo le sonreía.
Juan Ramón Jiménez
Vino primero frívola -yo niño con ojeras-
y nos puso en los dedos un sueño de esperanza
o alguna perversión: sus velos y su danza
le ceñían las sílabas, los ritmos, las caderas.
Mas quisimos su cuerpo sobre las escombreras
porque también manchasen su ropa en la tardanza
de luz y libertad: esa tierna venganza
de llevarla por calles y lunas prisioneras.
Luego nos visitaba con extraños abrigos,
mas se fue desnudando, y yo le sonreía
con la sonrisa nueva de la complicidad.
Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad.
PASEO DE LOS TRISTES
Entonces,
...en aquella ciudad
o en la intuición primera, vaga, de su cuerpo,
el pensamiento aún flotaba en bucólicos careos,
en versos aprendidos sin historia
y no era posible amar
entre unas calles donde todo era sucio,
carne sin brillo,
cuando aún en el mar, la nube y las espigas
sin historia y sin tiempo, vanos,
estábamos durmiendo
........o ignorando
esa gota de sangre que cuelga del amor
-su blanco cuello herido-,
ignorando la clase oscura en que nacimos,
sin consciencia de naves hundidas,
de rubios náufragos,
condenados a vivir una historia perdida
de explotación y soledad, de muerte enamorada,
sin saberlo.
Y sin embargo,
entre los autobuses, el gentío,
en la dulce ignorancia,
fue creciendo una luz
que nos hizo sentir un crujido brillante
después que allí, en la sórdida pensión
donde siempre se asilan viajeros sin destino,
gentes oscuras,
en un lugar sin esperanza,
dos cuerpos se sintieron indefensos
sudando en el asombro de la primera felicidad.
RARO DE LUNA I
Il y a des gens quelque part qui n´en peuvent plus de
silence
(Hay en algún lugar personas que no soportan ya el
silencio)
Louis Aragon
........Allí
donde las islas
donde floten los párpados aquellos
las negras islas
las definitivas arenas secretas allí
cuando se agota el brillo de los abordajes
allí mientras llaman las sirenas últimas
pequeña perla negra
donde las islas negras
........allí
donde quizá los cofres aquellos entonces entrevistos
........No No era este el lugar
Para ti siempre quise
avenidas sin látigo
plazas sin gentes pálidas que se desploman
chapoteando caen mientras que sangran y por siempre caen
del verdín de las gárgolas y de las cicatrices
sobre reinos vastísimos de laberintos y de topos
........caen
Quizá fuera posible
quizá pensé que al menos esa lluvia de los ojos de patio
algún día tomar las islas negras a embestidas
para tu cuerpo
para las cruces en el mapa de fuego
........No No era este el lugar
ni su aventura alquilada
definitivamente para ti
Pero oigo las andanadas secas contra muros y sueños
todo enmudece frente a las altas sienes sin alba
todos los brazos cierran sus mundos presentidos
en el punto de mira de la noche tirita su silencio
y mis ojos ahora perdidos
-ropa olvidada en perchas ya sin luna-
entre los siete por siete metros de estampida
buscan tus otros ojos perdidos
tus otros bosques sin galope
........Al entrar
siete por siete pozos por siete olas por siete labios despoblados
y a las charnelas
a su desvencijado saludo
respondo siempre habito este palacio
por los reinos del frío del frío
voy a las grutas del 2.º B
nadie con esa llave
nadie con esos ojos al entrar
siete por siete mares por siete soledades
¿Cómo contar ahora que la muerte se llama 2.º B
cómo decir 2.º B sin abismarse
por la tiniebla de porteros eléctricos y solos
cómo decir a nadie yo soy el enamorado del 2.º B
quién saca la basura del 2.º B
dónde se prende la luz del 2.º B
cómo vivir
cuando su nombre pálido te cerca?
Hay noches que no ofrecen
sino palomas ciegas en sus escaparates
Hay en algún lugar personas que no soportan ya el silencio
Soledades al filo de la pólvora
soledades que tienen chaqueta en su respaldo
soledades con banqueros al fondo
soledades de las torres
........las desmoronadas torres
soledades canallas bogando las venas y los albañales
No. No era este el lugar ningún lugar nunca más un lugar
A Rafael Alberti
Si Garcilaso volviera,
yo sería su escudero;
que buen caballero era"
Rafael Alberti
yo sería su escudero;
que buen caballero era"
Rafael Alberti
Espumas de la escollera,
Puerto de Santa María,
si Garcilaso volviera
yo sé que preguntaría
por su joven escudero
que quiso ser marinero
y se quedó en tierra un día.
Si Garcilaso volviera
seguro que encontraría
sus armas tan bien veladas
que entre claveles y espadas
le entregaría su arnés
y el luminoso vigía
del pueblo de la poesía
yo sé que respondería:
¡qué buen camarada es!
NOCHE CANALLA
Yo no sé si la quise pero andaba conmigo,
me guiaba su risa por la ciudad tan gris.
Ella tenía en su boca colinas de Ketama
y el cielo de sus ojos me pintaba de añil.
Yo vi tantas estrellas como ella puso siempre
en aquel cielo raso como un paño de tul.
Ella llevaba el pelo como la Janis Joplin
y los labios morados como el Parfait-Amour.
La he perdido en un bosque de jeringas brillantes
por donde nos decían que se llegaba al mar;
se fue sobre un caballo de hermosos ojos negros,
por más que yo me muera no la podré olvidar.
Bajo el cielo ceniza me conducen mis piernas.
Esta noche no tengo ni esperanza ni amor.
Sólo queda el calor de mi pobre navaja.
POEMAS INÉDITOS
(Notas
a los poemas de José Luis Alcántara)
El
primer texto, breve, se trata de un a modo de divertimento, como
contrapunto de un apunte a bolígrafo de Francisco Ruiz de Almodovar —pintor
granadino que fue gran amigo suyo y que falleció también prematuramente—,
elaborado en una servilleta de papel y excluso del contenido del volumen II de
inéditos; la unión entre texto/dibujo, y su presentación en imagen, creo que
enriquece su singularidad. Forma parte de un grupo de 12 dibujos en servilletas
de papel, de los que ocho van acompañados por poemitas de Javier, que se
pueden datar en 1973 y que estamos preparando para una corta edición, con el
título ARS AMANDI, no venal —limitada a treinta ejemplares— para obsequio, a
modo de gratitud y reconocimiento, a personas cercanas con motivo de la
presentación del primer volumen de la Obra Completa de Egea,
en Granada, en el próximo mes de abril.
El
segundo texto fue escrito, por Javier, en 1984, al dorso del programa de
festejos del homenaje a Rafael Alberti llevado a cabo en Cádiz el 26 de abril
de 1984. También me permito enviártelo en imagen, junto a su trascripción, por
si consideras oportuno incluir ésta en el blog.
PERO YO
Pero yo,
cuando estoy en ti,
cuando siento a la mano las estrellas perdidas
cuando brilla de golpe para luego ofrecerse
esta yerba distinta de tu corazón
vuelvo a tu mar, poesía,
y abandonado de la tempestad,
en él me alegro:
naufrago tiernamente como merece un cuerpo
embriagado de orillas abiertas,
por sólo aventurarme,
con dos versos de más.
Vuelvo a tomar ese timón dorado
que siempre pone proa al horizonte,
que a veces se extravía
de tanto mar,
extraño mar cicatrizado en algas,
vengo con el tributo de esperanza
y también de temor.
En ti,
viajero sorprendido,
convoco a las sirenas sin reposo,
abro tus calles,
almaceno la poca luz.
Difíciles los tiempos.
Pero yo.
Javier Egea (1984)
EN ESA CINTURA
En esa cintura
te pondré la altura
de todo mi sueño.
Y en esa cadera
pondré la bandera
de todo mi empeño.
Fco.Javier Egea
(Firmaba como Francisco Javier
antes de la aparición de
Troppo mare,1984)
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