AMIGOS EN LA NOCHE I
A José Ignacio Fernández Dougnac
Sobre la noche extiende constelada
el silencio su túnica celeste.
ólo la luz de su divina veste
en las entrañas tengo dibujada,
y el número amistoso que en la esfera
frugal totalidad de su fragmento
ofrece, y la quietud en un momento,
si eternamente expande su carrera.
Esta línea de cuya idea arcano
esbozo se figura y tan secreta,
ya desde el astro enlaza a vuestra mano
una razón que inscribe semejanza,
o un corazón, si traza en la silueta
del amor fraternal, celeste alianza.
AMIGOS EN LA NOCHE II
(Observando un círculo de estrellas)
A Antonio Carvajal
A mi mismo sentido no creyera,
si de cerca no viese semejanza
entre esa y esta estrella, cuya alianza
transcurre eternamente duradera.
Ni la celeste métrica siquiera
a explicar su dinámica le alcanza
a quien, luego de verlas, sin confianza,
su razón examina verdadera.
Mas cuanto de este cielo se desea,
o en las entrañas de la tierra abrigo
busca, una nunca vista al mundo idea
de ti sólo conforma su natura,
pues conforta saberme en ti testigo
de lo que el cielo en la amistad procura.
Francisco
Acuyo
(del libro Centinelas del sueño)
Querido amigo: dos bellos sonetos, entrañables y plenos de sentimiento fraternal. Ser amigos en la noche no es fácil. Implica un arduo trabajo de construcción bilateral, en la cual la integridad, el respeto y y el sentimiento genuino sean la plataforma donde se apoya el pie cansado de las batallas cotidianas. Los amigos se eligen, por lo tanto, es una virtud también esa selección. Qué belleza poder trasmitir tanto a través de un soneto, que sabemos no es nada fácil de lograr con excelencia y tú, lo haces ampliamente.
ResponderEliminarUn abrazo y Happy New Year, Francisco. Un verdadero placer conocerte.
Jeniffer