lunes, 17 de julio de 2023

TAJO A FONDO PERDIDO, DE MANUEL VERGARA

 Traemos un nuevo post para la sección de Editoriales amigas, que hemos denominado; Tajo a Fondo perdido, que el el título del nuevo libro de nuestro querido amigo Manuel Vergara, poeta y escritor que nos regala esta nueva colección de textos que ha editado con el buen gusto que le caracteriza la editorial Alhulia, para su colección Syl-laba, colección de poesía, y que nosotros extractamos con algunos textos, y donde la figura del admirado Rilke hace acto poético de presencia. Libro que recomendamos por la armónica conjunción de bella edición y extraordinaria literatura.




Tajo a Fondo perdido, de Manuel Vergara




TAJO A FONDO PERDIDO, 


DE MANUEL VERGARA




Tajo a Fondo perdido, de Manuel Vergara
Manuel Vergara




¿ENMENDAROS LA PLANA?

 

Fragmento

 

 

Aún a riesgo de equivocarse tiene uno la

impresión de que, hasta el intérprete más

autorizado, pudiera —con toda erudición (¿a

causa de ella?)—, errar el tiro al «explicar»

la obra de un poeta. Qué criterio seguir: ¿dar

 por buenas sus prosas, o comulgar sin más

con la poesía?

 

Haciendo sólo «la obra de los ojos», es

fácil separar corazón de pensamiento, sujeto

de objeto, yo de tú… ¿Cómo puede decirse,

por ejemplo, que: el continuo interpelar a un

«tú» sin nombre (es) el síntoma dramático de

un soliloquio alienante? (J. M. Cuesta Abad:

 La Novena Elegía. Lo decible y lo indecible

en Rilke) ¿Acaso el no tener enfilado un receptor

 hace de la oración/poema «emisiones sin

 destino»?

 

 En cuanto al sujeto-emisor: ¿No hubo santos

 —«locos de Dios»— que iban como pollo sin

 cabeza. ¿Acaso fue lo suyo pura pose?

 

De qué puede servir que, en alabanza,

mi yo sea «yo» y reclame: Estoy hablando;

soy tu emisor ¡escucha!

                                           ¿De qué sirve visor,

televisor, una bocina si, abierto

lo Sin-No, ya tu palabra prácticamente es

dardo…, si la dejas —precomprensión—,

en paz? Soplo en el viento de Dios

¡Qué maravilla no ser tomada en serio!:

Despojada —corto de acá o allá—; de puro

ascua, sube del corazón viva centella.

Ni alienación ni drama: ¿No ha «inventado»

Rilke —«obra del corazón»— lo Abierto?

Pues así es como él se libra de lo que era

inevitable «destino: estar enfrente y nada más

que eso / y siempre enfrente.» Se acabó el que

haya dos («partición originaria», para Hölderlin),

 dentro del «yo» reflejo. Y, sobre todo, se

acabó que el «Tú» de Dios deba estar

posicionado justo enfrente (emisor-receptor)

para que, a juicio del «censor», la oración

sea como dios manda…dentro de los límites

de la mera-puñetera-razón.

 

 

 

 

 

 

 

PALABRAS MENORES

 

 

 

Tú eres muy de palabras

 menores; suspendías

 la Historia de Inglaterra,las dos Gue-

rras Mundiales: Te interesan

sólo según qué cosas. Por encima

del número tú fluyes

el día a día: El tiempo

 se hace más canalsur.

                                         Te llevo viendo

la tira: Ya apuntabas

maneras; a aquel cuerpo,

—recuerdo que eras tú—, ya se le daba

domesticar el tiempo.

                                          Aquí me tienes:

 Soy tu aprendiz ¿Ideas?:

ni claras ni distintas ¿cartesiano?:

todo fluye redondo; adiós muy buenas,

diosa Razón.

                            ¿Palabras?:

Mi casa, corazón, bebe tu tiempo.



 

 POR ENCIMA DEL NÚMERO


 

 «las montañas abiertas

 para entonar los Salmos»

 (Rilke)

 



 Llevo anotado un mundo en mi cuaderno

donde ser mi decir; mi predicado

verbal.

                 Soy disco duro

de un mayo que mayea (azul a chovas

la aurora), la rondalla,

las voces infantiles y los velos

blancos inmaculados (¿y los besos?),

de aquellas, las distantes,

amadas. Era un sueño:

(en verdad gritaste puro); hay un aromo,

las calles empedradas.

                                          Trepanaran

 mi alma: encontrarían

muros de piedra seca, manantiales,

aires quintaesenciados, geologías

heroicas y una casi

febril melancolía:

                                 Por encima

del número está el ángel,

la dulce pura nada: Ensimismadas

—¡oh libertad, mi Ronda!—, desmesuras.




Manuel Vergara




Tajo a Fondo perdido, de Manuel Vergara


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