viernes, 14 de junio de 2024

LA REALIDAD SINÉSTESICA Y LA NO CONTEXTUALIDAD DE LA OBSERVACIÓN

 Sobre el siempre fascinante mundo de la sinestesia, traemos un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile, bajo el título de : La realidad sinestésica y la no contextualidad de la observación.



LA REALIDAD SINÉSTESICA 

Y LA  NO CONTEXTUALIDAD DE LA OBSERVACIÓN






Las categorías conceptuales que codifica nuestro lenguaje están vinculadas a la percepción del mundo, y acaso se ven expresas de manera especialmnte evidente en el ámbito del lenguaje poético, a través de las analogías, las metáforas… y sobre todo en la sinestesia. Las categorías relacionadas a las convenciones que acabarán implicadas en el ámbito de los mismos cualias, sean colores, sonidos, expresiones faciales…., pone claramente en duda la objetividad de lo dado por hecho en relación a aquellos por la misma ciencia.

La sinestesia ofrece un panorama (a través fundamentalmente del lenguaje poético) que resultará inquietante para el positivista científico, cuya objetividad de los objetos observados (y sus valores deducidos), ya no parecen tan claramente determinados, la percepción, o lo que es lo mismo la observación bien puede dar al traste con la exactitud y determinismo ilustrado que se ha conformado como estructura fundamental de la realidad.

Para el poeta (también para otros artistas), no parece tan claro que el resultado de una observación -percepción- no deba depender de otras observaciones separadas pero simultáneas en el resultad artístico de sus creaciones. Una percepción convencionalmente relacionada a un determinado color, sabor, sonido…  puede también ser la fusión o entrelazamiento- de varios sentidos, quizá a la búsqueda de uno solo, globalizador, que ponga de relieve la realidad creativa, que bien pudiera estar en un ámbito distinto al convencional: pues pone en cuestión la realidad causal misma, donde el espacio y el tiempo perceptivo no comparten las mismas cualidades fenoménicas que deducen la ciencia y filosofía positivistas y  tradicionales.

Resulta fascinante que el fenómeno sinestésico sea una muestra del perturbador aviso que hace la mecánica cuántica sobre la naturaleza de la realidad, haciéndonos una no menos inquietante sugerencia sobre la propia naturaleza de lo que percibimos, si es que en verdad la realidad depende de la mente, de la conciencia que percibe.

De hecho, el que interpreta el fenómeno sinéstesico se resiste a una explicación naturalista del mundo, pero con la singularidad de que el sinésteta participa de una conciencia que es una respuesta a sus propias observaciones que, acaso, va un paso más allá de lo que entendemos como una conciencia particular, identitaria, personal o individual. O lo que es lo mismo, que las observaciones del sinésteta ponen en evidencia que dichas observaciones no son deterministas e impredecibles, el fenómeno sinestésico se sitúa en un espacio causal indeterminado manifestando en la fusión o el entrelazamiento de la percepción de los sentidos una suerte de sincronicidad que da origen, a través del proceso creativo aleatorio, de un orden psíquico manifiesto en la obra de arte sinestésica.

El mundo de los cualia, donde se mueve la sinestesia, pone de relieve que no hay cantidades absolutas y determinadas, porque depende del observador sinésteta su traducción observacional.

Todo esto que se ha relatado infiere consecuencias que no solo afectan al ámbito de dicho fenómeno sinestésico, sino que tiene mucho que decir sobre la consideración que tengamos sobre la realidad y la conciencia, de esto seguiremos indagando en próximas entradas del blog Ancile.




Francisco Acuyo





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