Seguimos con las reflexiones sobre la posibilidad de una reproducción, o mejor emulación, del discurso poético por la IA, y todo para la sección de Ciencia del blog Ancile, y bajo el título de: Las leyes del caos y el discurso poético: complejidad, dinamismo y no linealidad.
LAS LEYES DEL CAOS Y EL DISCURSO POÉTICO:
COMPLEJIDAD, DINAMISMO Y NO LINEALIDAD
¿Podría la IA reproducir o emular un sistema dinámico -caótico-? Decíamos en otra ya lejana ocasión (1) que el verso y el poema habían de considerarse desde una óptica dinámica, compleja y no lineal. Esto incluía su aspecto estructural numérico, versal o métrico. Establecíamos el verso y el producto final de este en el poema como un sistema dinámico complejo (¿sujeto acaso a las leyes del caos?): o lo que es lo mismo, entendido como un compuesto muy singular estructurado por partes interconectadas, de cuya vinculación se obtienen datos que no están siempre previsiblemente en disposición del observador de dicho sistema. Se considera no lineal porque en realidad su producto es más que la suma de las partes que lo componen, por lo que no puede su funcionamiento ser considerado mecánico, ya que cada uno de sus constituyentes se comporta como una organicidad dinámica, es decir, como un organismo.(2) Este indeterminismo choca frontalmente con las preceptivas métrico-mecánicas que confrontan con la realidad dinámica y compleja de la poesía y que han llevado en muchas ocasiones a mal interpretar sus estructuras como rígidamente sujetas a un cómputo cerrado o mecánico.
¿Quiere decir esto que puede emular la IA la estructura versal de un poema? Quizá deberíamos enfrentar antes otra cuestión no menos peliaguda, y que es estrictamente matemática: ¿Es el algoritmo una entidad numérica real? Todo parece indicar que sí, dado que puede ser aplicado a entes concretos. El número (y su derivada algorítmica) son objetos lógicos, instrumentos para el conocimiento y reconocimiento del mundo exterior, pero, no debemos olvidar que la realidad numérica (se ha venido insistiendo en esto por muy diversos sectores de investigación) no coincide con la realidad del lenguaje,(3) o, ¿en poesía sí? Los factores numéricos (métricos) parecen indicar lo contrario.(4) ¿Cómo interpretamos esto? ¿Tiene algún significado?La nueva ciencia del cálculo nos dice que la abstracción matemática y la realidad física viven de forma inseparable. Puede ser el número poético una muestra de esta interacción e integración singulares. Este es un argumento potente para establecer la importancia del número. Boezio decía que todo lo que existe en la naturaleza y suponemos real debe su forma a las matemáticas. Pero, deviene ahora otra interrogante que hace aún más intrincado el asunto: ¿Qué es real? Según Platón lo real es lo trascendente y deviene de los dioses porque tiene que ver de manera inevitable con lo potencial. Me pregunto, si la poesía, en su faceta numérica (y según Platón)(5) , no es la conversión del alma desde el mundo del devenir al de la verdad y el ser, precisamente por su recurso numérico (divino), tal vez como sucede en la música con las obvias diferencias. Pero, ¿cuál es el carácter del número en poesía? O lo que es lo mismo, que es lo que distingue al número poético del mero producto numérico (aritmético-matemático). El alma, según Platón, tiende a establecer relaciones, comparando (analogizon) entre cosas contrapuestas. Este es un rasgo (analógico) del número poético inducido en el ritmo del verso que hace del discurso poético algo verdaderamente singular. Veremos en qué sentido.
¿Puede reducirse el poema a un producto algorítmico de cálculo y expresión digital? Si la poiesis (según Heidegger) se basa en la producción para llegar a la verdad del desvelamiento, esta, no obstante, debemos distinguirla de aquella otra propia de la técnica moderna, con pretensiones (industriales, de consumo, diríamos hoy) bien distintas. Desde una óptica lógico matemática, o mejor, filosófico-matemática, el número poético nos muestra que los entes no son más que potencia (dynamis)(6), agente de la physis que hace germinar a los entes sobre el modelo de las progresiones numéricas. Así las cosas, el número es la última defensa de una existencia en acto: en nuestro caso, el número es lo que da existencia al acto discursivo rítmico, eufónico, poético. Esta es la relación entre el número y la physis en poesía. ¿Esta relación debe entenderse que va más allá de un medio abstracto de número y de un sistema algorítmico de descripción traducible o emulado de un potencial poema?
Las dificultades a lo anteriormente expuesto radica en que la poesía es una suerte de ciencia de la paradoja, lo demuestra que puede ser un instrumento ideal de reinterpretación del mundo de lo real, al igual que puede serlo la matemática, con la diferencia sustancial de que la poesía es motor o mejor organismo generador de paradojas que no hacen sino reflejar las contradicciones del mundo, o lo que es lo igual, las insuficiencias racionales de nuestras aproximaciones sobre lo que percibimos con los sentidos (véase, la sinestesia poética). En definitiva, la mecánica puede explicar el movimiento solo en virtud de la inmovilidad, en clara contraposición a lo que el discurso y el número poético evidencian en su manifiesta dinamicidad, complejidad y no linealidad anunciadas.
Francisco Acuyo
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