martes, 20 de junio de 2017

RAZÓN Y SIN RAZÓN DE LA REALIDAD. ¿ES IRRACIONAL LA BELLEZA?

Lo racional o irracional en el mundo de lo real y de lo bello, en la sección, Pensamiento, del blog Ancile, y todo bajo el título: Razón y sin razón de la realidad ¿Es irracional la belleza?





Razón y sin razón de la realidad ¿Es irracional la belleza?, Francisco Acuyo


RAZÓN Y SIN RAZÓN DE LA REALIDAD.

¿ES IRRACIONAL LA BELLEZA?







Los resultados que se derivaron de múltiples experimentos realizados sobre la estructura íntima de la materia, vinieron a dejar claro que es imposible una descripción razonable de nuestro mundo,[1] es decir, de una realidad objetiva –separada de la observación- del mismo. Parece que las potencias físicas no tienen por qué ser necesariamente las que incidan (aisladamente de potenciales observadores) en su conexión en diferentes eventos y en lugares infinitamente distantes. Es evidente que la extraña conectividad cuántica rompe los patrones del sentido común.

                A menudo he podido constatar una análoga manera a la contemplación cuántica del mundo de entender el mundo a través del valor de la belleza (aun cuando muchas veces, en sus variadas representaciones, puede tener un marcado carácter simbólico), y es que se caracteriza la apreciación estética por una conexión no siempre racional (si no intuitiva) a la hora de establecer sus vínculos con la realidad de los que son sus objetos de belleza. La vinculación es intemporal y muchas veces universal –arquetípica- y perfectamente reconocible por muy diferentes culturas. La realidad de lo bello no necesita la objetivación física para ser real y reconocible. La inducción científica (que deduce de lo particular lo general) produce problemas lógicos que acaso son superados –irracionalmente- por la valoración de la conciencia de lo bello (que, por cierto, no tiene por qué ser consciente). Más fue a partir de la reflexión sobre la belleza que por la indagación de los planteamientos extraños de la mecánica cuántica en cómo funciona la naturaleza, como llegue a plantearme la interrogante hoy en la ciencia de la física ampliamente extendida ¿Es la consciencia –en su más amplio sentido- el fundamento vinculador, incluso creador –instantáneo- de lo que acontece en el mundo?

Razón y sin razón de la realidad ¿Es irracional la belleza?, Francisco Acuyo                Cuando científicos de muy diversas disciplinas con tal de dejar de lado el impacto de la conciencia en la realidad del mundo, hablan de las estructuras de la materia como si fuesen modelos carentes de realidad física (que no matemática), se pone en evidencia el terror de acudir al elemento de lo consciente como fundamento de la realidad de la naturaleza.

 El universo participatorio de Wheeller, qué bien casa con el mundo de los valores de lo bello, amén de participar de la potencial realidad de lo que somos y nos rodea, y que invoca necesariamente al dominio de los significados, y que nos hace plantearnos cuestiones como, ¿qué significado tiene la belleza? ¿O cuál es el de la extraña realidad de un mundo material que se sostiene en virtud de si es o no observado? Nos parece inevitable esta interrogante, sobre todo si, como a algunos nos sucede, somos partícipes de la necesidad de construir la realidad (poética, creativa) desde la necesidad de libertad, si es que en verdad queremos hacer algo nuevo, genuinamente distinto y único y que por ende sea susceptible de ser bello. A tenor de este planteamiento, Mi conciencia o percatación de la realidad de la belleza debe de ser libre, aun cuando existan convenciones implícitas sobre lo que es o no bello. Es algo en verdad enigmático que la realidad (cuántica) tenga que pasar también por un proceso similar en tanto que la conciencia afecta a la misma realidad de lo que observa y, no obstante, no puede ser una visión totalmente determinista o mecánica, por lo que la cuestión de la conciencia y el libre albedrío son de capital relevancia, y es que tanto en el ámbito de la belleza como de la realidad cuántica se ponga de manifiesto la duda de la misma causalidad, en tanto que los observadores que experimentan cambian la realidad en virtud de su libre acción en la observación que llevan a cabo.

                ¿Qué es el valor de la belleza, o, mejor, en qué se fundamenta? Berkeley señalaba en relación a la misma realidad –bella o no- su esse est percipi[2], ya que es por qué es percibido, y quiere que esa percepción objetivamente dure. Ahora bien, ¿esta percepción consciente es un epifenómeno de un órgano (el cerebro)  basado en su estructura electroquímica (material)?

El universo de lo subjetivo no parece del todo descriptible a través de los habituales correlatos neuronales. De hecho, la admisión de que realidad de lo consciente ejerce su influencia en la realidad física nos habla de otra realidad fáctica tan evidente como puede serlo la constate espaciotiempo, la carga, la masa…, claro está que nos referimos a la conciencia.[3]

La percepción y valoración de la belleza es una de las maneras más intrigantes de confirmar la conexión entre el mundo supuestamente separado, de lo objetivo (material), y el universo de lo interior o subjetivo, que a todas luces parece ser la forma más cercana a la verdad de cómo el mundo de la realidad se conforma. El equilibrio, la proporción, la simetría… son propiedades que la belleza exhibe y que nos habla de una realidad valorada por una conciencia sensible –consciente- a la singularidad que lo bello encierra. Reconocida la verosimilitud de ambas realidades (la de lo perceptible cotidiano materializado para nuestra conciencia, y la de lo hermosamente conseguido para gozo y elevación de nuestro espíritu a través de la belleza), podemos asentar el hecho de que hay diversas maneras de realidad, pero que todas tienen el nexo común de la conciencia.

La realidad de lo bello es la realidad de la conciencia (que valora y se estimula en dichos valores), mas,  ¿también la realidad de lo físico objetivo es posible en virtud de la realidad de la conciencia? Cuestión harto debatida y sin respuesta definitiva por parte de la ciencia de lo infinitamente pequeño (teoría cuántica), y que a mí me ha hecho reflexionar sobre la importancia de la conciencia como factor capital a la hora de dar forma y materia a los valores de la belleza expresos en la obra de arte y en el reconocimiento de dichos valores en la misma naturaleza. Seguiremos indagando en otras entradas sobre este asunto, a mi juicio, del todo fascinante.
               


Francisco Acuyo

               




[1] Rosenblum, B. y  Kuttner, F.: El enigma cuántico, Tusquets, Barcelona, 2010.
[2] Ser es ser percibido.
[3] Rosenblum, B. y  Kuttner, F.:, p.217.




Razón y sin razón de la realidad ¿Es irracional la belleza?, Francisco Acuyo

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