martes, 4 de agosto de 2020

MÁS ALLÁ DEL OJO, DE LA PALABRA, DE LA MENTE


Para la sección Juicios, paradojas y apotegmas, del blog Ancile, traemos una nueva entrada que lleva por título: Más allá del ojo, de la palabra, de la mente.


Más allá del ojo, de la palabra, de la mente. Francisco Acuyo
De Vladimir Kush



MÁS ALLÁ DEL OJO, DE LA PALABRA, 

DE LA MENTE[1]






Si en verdad el entendimiento de la realidad de lo eterno hace al hombre más compresivo, y la comprensión abre y amplía la mente, y en no reconocer la eternidad radica todo desorden y todo mal; hemos de comprender que en aquél alto entendimiento radica la nobleza de lo elevado que es lo eterno, por lo que no ha de temerse la decadencia del cuerpo.[2]

                Reflexiones de tal calibre, por cierto, compartidas por lo más granado de las más subidas culturas, parecen no encontrar cabida en mundo que agoniza para el espíritu. La gracia del crecimiento interior no tiene sitio en una sociedad enajenada por la ideología materialista  y por el consumo desbordado. No hay aptitud ni actitud para abrir al instante sin tiempo que excede, en palabras del Dante, todo humano lenguaje, y donde la memoria se rinde a tanta grandeza.[3]

                Tratan las ideologías varias y el pensamiento estrictamente positivo de encontrar la fuente del bienestar y del vida verdadera en el exterior, en la sociedad y en la materia, cuando en verdad, se encuentra en lo más íntimo y profundo de nosotros mismos. ¿No será que, el verdadero héroe, lejos del que hace loables y públicas gestas,  no es sino aquel que pugna en soledad, en silencio, contra todo  contra todos y, sobre todo,  contra sí mismo?

                Será muy conveniente intentar al menos algunas reflexiones al respecto; seguiremos indagando en próximas entregas de estas breves, tímidas, limitadas, pero muy sinceras reflexiones de esta sección de juicios,  paradojas y apotegmas.




Francisco Acuyo



Más allá del ojo, de la palabra, de la mente. Francisco Acuyo
De Vladimir Kush




[1] Dante Alighieri: Divina Comedia, Paraíso, XXXIII
[2] Lao Tse: Tao Te King,
[3] Dante, A.: opus. cit.

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