martes, 11 de octubre de 2022

CONCIENCIA Y REALIDAD ¿QUÉ ES LA REALIDAD? ¿ES NECESARIO CONOCER LA REALIDAD?

 Abundando sobre la temática del concepto de realidad y su incidencia en el ámbito de la conciencia, traemos un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile; esta vez bajo el título: Conciencia y realidad. ¿Qué es la realidad? ¿Es necesario conocer la realidad?



CONCIENCIA Y REALIDAD

¿QUÉ ES LA REALIDAD?

¿ES NECESARIO CONOCER LA REALIDAD?


 

Conciencia y realidad. ¿Qué es la realidad? ¿Es necesario conocer la realidad? Francisco Acuyo


 

Hay quien dijo que parece normal que nos burlemos de los más admirables prodigios (seguramente la conciencia es uno de ellos cuando relegamos su entendimiento a tan groseros silencios), atrincherándonos en una ciencia ilusoria, cuando deberíamos ceder humildemente al miedo de lo desconocido*, cuando la realidad y la conciencia pueden ser los fenómenos de más grande estupefacción de nuestros últimos tiempos. La realitas latina que expresa la cualidad relativa a la cosa verdadera o real, en la experiencia ordinaria y convencional, se ha mostrado del todo insuficiente para apreciar la realidad más profunda de la materia, y dicho intento, paradójicamente, a través de la conscientia conciencia, entendida como la capacidad de estar consciente del bien y del mal. No obstante, el prefijo con (unión, todo, conjunto…) nos habla etimológicamente de una vinculación a la realitas como aquello que no puede separarse de su consistencia primordial cual es la cosa verdadera. En cualquier caso, parece que esta convención de realidad es del todo incapaz de atender al constructo profundo de lo que ella en verdad sea. Señalábamos en ocasión anterior que buena cuenta daban de esta insuficiencia teorías como la de la relatividad y la mecánica cuántica.

            El distingo ilusorio entre sujeto y objeto se hace patente en el ámbito de la física cuántica, donde la realidad se manifiesta como un todo entrelazado que conecta sus partes potenciales sea cual fuere la distancia y el tiempo entre sus componentes[1], pero que buena parte de los empíricos ha abandonado parecen este fundamental presupuesto, dejando este efecto desconcertante en manos de un actor supuestamente evidente y claro que parece dividir el mundo.

            Esta acción fantasmagórica a distancia,[2] que trajo de cabeza al mismísimo Einstein, será uno de los pilares básicos de la realidad más íntima del mundo. La no localidad (tan asombrosa para nuestra percepción ordinaria) de los componentes o partículas fundamentales del universo, será, sin embargo, sustento capital para cualquier aproximación a la realidad del universo.

            A la vista de este principio controvertido pero incuestionable de no localidad  en física, se intenta describir la estructura y fundamentos más recónditos del cosmos, no es raro que cuestionemos qué o cuál es la realidad (y si podemos si quiera imaginarla) mediante nuestra percepción, y si la conciencia común ordinaria puede acceder a ella, y si esta puede elegir lo que es real y si tiene facultad de escoger, y en esta elección, lo elegido, capacidad de rehusar ser otra cosa que lo que supuestamente, en virtud de esa conciencia ordinaria, es.

            No parece que la realidad íntima de la materia tenga un comportamiento semejante y accesible a a aquella conciencia grosera que distingue entre objetos y sujetos. Entonces, si la inseparabilidad constituye la realidad fundamental,[3] ¿será posible, no obstante, a la conciencia -acaso más profunda- ser accesible? Deberíamos distinguir o precisar, la conciencia individual con esa mencionada más profunda y de la que hablaremos más tarde, y más adelante veremos por qué. De ser así, podríamos revelar que en verdad nuestra mente está entrelazada (¿materialmente?)  al universo. Pero, ¿esto qué significa?

            Si el experimento de la realidad (cuántica) es imposible de explicar de manera clásica,[4] parece que tampoco podemos eliminar el misterio ni de su realidad ni la manera en la que podemos dar cuenta de su existencia, y de la que tiene todo que ver la conciencia . El famoso colapso de la  función onda (el observador observa y la onda colapsa en partícula) ofrece un panorama inquietante para quienes aspiran a contrastar una realidad de sujetos y objetos totalmente independientes. Es así que parece que cualquier fenómeno no es real hasta que no es observado,[5] o lo que es lo mismo, nada existe sin ese proceso de observación.

            La realidad de la realidad toma acaso un cariz cuando menos extraño a lo que de manera perceptual se nos ofrece a nuestros sentidos. No obstante, es claro que para llevar a cabo la rutina diaria de nuestras vidas no parece necesario este reconocimiento. ¿O tal vez sí? Pero,

 seguiremos indagando sobre la enigmática estructura de la realidad que nos ofrecen esta y otras dilucidaciones al respecto, mas será en próximas entregas de este blog Ancile.

 

 

 

Francisco Acuyo

 



*Shakespeare, W.: A buen fin no hay mal principio, obras completas, vol. V,  Aguilar, MAdrid, 1982, pág. 24.
[1] Poniendo incluso la constante de la velocidad de la luz en aparente contradicción con el universo de lo infinitamente pequeño.
[2] Termino acuñado por el propio Einstein.
[3] Bohm, D.: On the instuitive Understanding of Nonlocality As Implied by Quantum Theory, Foundations of Physics 5, nº 1 (1975), Págs. 93-109.
[4] Feyneman, R.:The Character of Physical Law, Nueva York: Modern Library, 1994.
[5] Wheeler, J.: Quantum Theory and Measurement, Princeton University Press, 1983.





Conciencia y realidad. ¿Qué es la realidad? ¿Es necesario conocer la realidad? Francisco Acuyo


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