Seguimos indagando en el mundo de las paradojas y los significados de las mismas, ahora bajo el título de: Extravagante analogía: significante y significado: dualidad onda-partícula, y para la sección de Ciencia del blog Ancile.
EXTRAVAGANTE ANALOGÍA:
SIGNIFICANTE Y SIGNIFICADO:
DUALIDAD ONDA-PARTÍCULA
Si durante el siglo XX la investigación del
lingüista por encontrar las relaciones entre la palabra y todos y cada uno de
los elementos fonéticos que la constituyen, como sustrato de significación, y la realidad
objetual a la que tienen por referente, fue de gran importancia, lo es también ahora, en pleno siglo XXI, aunque tampoco dejan de sugerir diversas preocupaciones, controversias y
discusiones. De este debate, el ámbito de la poesía ha sido y es testigo de excepción. Acaso algo
similar sucede en el dominio de los lenguajes que tratan de significar diversos y muy extravagantes fenómenos de estudio de las ciencias, sobre todo físicas y matemáticas. Echen un vistazo unos
capítulos más atrás en el tratado de esta misma temática, y verán que es proverbial
la búsqueda de significados a los extraños comportamientos del dominio de la materia subatómica o de la misma cosmología, implicada en ellos inevitablemente.
Las
denominaciones tales como agujero negro o de gusano, se han hecho populares
gracias a la ciencia ficción, aunque debemos decir que no siempre han sido acertadas, en tanto que
dichas metáforas o analogías han sido dispuestas, en la mayoría de los casos, sin
un conocimiento trópico suficiente. Señalábamos en anterior capítulo, que las
figuras utilizadas se ofrecen más como mecanismos de interpretación que de
significación o expresión, influidos por los sentidos cenestésico o visual,
primordialmente, obviando que los tropos no tienen un marcado carácter cerrado sensorial ,
sino que invocan a una apertura o integración de sentidos (y emociones) mediante las que formular expresiones que se acerquen a la realidad viva y orgánica
del mundo. La sinestesia puede ser un modelo paradigmático de todo esto.
La
huella psíquica del significante no está en verdad tan desvinculada de aquel
que la percibe como concepto en su significado. De hecho, el objeto y el sujeto
que se dice fundamentan dicha relación virtualmente separada, no está en modo
alguno tan distante ni tan separada. En poesía, por ejemplo, las leyes que el signo
lingüístico conforman (el carácter arbitrario en sus relaciones y el carácter
lineal del significante), pueden verse conculcadas con la violación normativa
del uso de determinados recursos, cuyas palabras no casan claramente con el referente en cuestión; así, las diferencias entre una y otra ley no
son tan claras como pudiera pretender el lingüista ortodoxo. La arbitrariedad
es puesta en cuestión en la metáfora sinestésica: si es que esta pretende unificar en fusión de sentidos, lo conceptual y normativamente aceptado, y donde el
carácter lineal de dicho significado acaba por romperse para estar simultáneamente
en dos significantes (por ejemplo, el sabor y el color: el sabor del amarillo).[3] Sabor y color ya son un único sentido que pone en cuestión la semántica usual de cada uno por separado.
Parece
inevitable acudir a una analogía con el mundo de lo infinitamente pequeño
cuando el físico trata de explicar la paradoja de la simultaneidad en la
dualidad onda partícula, y trata de encontrar significados en la misma.
Si los signos que conforman cualquier lenguaje no están aislados, sino que se fundamentan en las relaciones que conforman su sistema, según esta extravagante analogía, puede que no esté tan clara esa indistinción y distancia entre la palabra y la cosa designada a representar. El triángulo de Odgen y Richards[4], (sentido, nombre y objeto referente) aun con su flexibilidad (manifiesta en los casos de polisemia, homonimia o sinonimia), acaso exija una revisión poliédrica en profundidad.
Veremos
próximamente hacia dónde nos llevan estas reflexiones en su discurso en próximas
entradas del blog Ancile.
Francisco Acuyo
[2] Acuyo, F.: Ob. Cit.
[3] Acuyo, F: Diez décimas decimales, Nueva Yok, 2000.
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