viernes, 5 de enero de 2024

LA CONCIENCIA Y LOS CONTEXTOS DIVERSOS DEL USO ALGORÍTMICO

Siguiendo la indagación de anteriores post, hablamos de algoritmos y de conciencia, y las expectativas de la IA en relación con esta última; todo esto para la sección de Ciencia del blog Ancile, bajo el título de: La conciencia y los contextos diversos del uso algortimico.


LA CONCIENCIA Y LOS CONTEXTOS

 DIVERSOS DEL USO ALGORÍTMICO


La conciencia y los contextos diversos del uso algortimico. Francisco Acuyo


Si el teorema de la incompletitud de Gödel es correcto, se deduce que la mente (la conciencia, decíamos en anterior post), no puede ser mecánica, o lo que es lo mismo, no puede aprehender la dinámica de su funcionamiento, o lo que  es igual, que los objetos matemáticos tienen su realidad fuera de la realidad del mundo material. No obstante, la argumentación de los teóricos de lA, insisten en que se pueden usar en contextos muy diversos, es decir, que existen algoritmos capaces de adaptarse y cambiar a medida que interactúan con los datos, para estupefacción del propio programador que no acaba de entender lo que sucede.

Entonces, ¿cómo entenderíamos esta interacción dinámica de aquellos algoritmos?, sobre todo si la conclusión final del teorema de la incompletitud es que la mecanización de las entidades abstractas no es posible. De aquí cabe deducirse, además, que la conciencia, como epifenómeno del cerebro, tampoco tiene cabida, si es que la propia materialidad neuronal no puede explicar todas las funciones de las que es capaz la mente.

La conciencia y los contextos diversos del uso algortimico. Francisco Acuyo
En cualquier caso, la IA, insiste en que el algoritmo implicado en un programa puede hacer que este obtenga más de lo que pone, abriendo una puerta a la creatividad de dicho programa, acaso olvidando una de las causas del enorme avance de la tecnología de la información, a saber: nunca antes un artefacto de computación había tenido a su disposición una cantidad tan ingente de datos como la que hoy día dispone, confundiendo este acervo inmenso de información y el presunto aprendizaje automático y que este alcance las cotas tan alucinantes que hoy día es capaz. Pero, ¿esto significa que un algoritmo con la cantidad de datos de que dispone pueda experimentar sensaciones? ¿Si este meta-algoritmo es capaz de aprender de sus errores y modificarse, significa que tiene experiencia interior ante estas modificaciones?

A mi modesto entender creo que se está enredando conceptualmente los sorprendentes resultados de esta potencia de gestión de datos, llevando al desconcierto esta capacidad  emparentando las cantidades con las cualidades, o lo que es lo mismo, el dato de su análisis y configuración algorítmica, con la sensación y la percepción de la experiencia propia de la que, por cierto, todo parece indicar que carecen estos constructos artificiales de inteligencia.

Si el equívoco de entender la conciencia como un epifenómeno del cerebro es bastante común, y la versión artificial del comportamiento de los programas informáticos como redes neuronales, también lo es  y muy distante de la realidad de su funcionamiento y la realidad de la conciencia. Este parentesco (traducido por la IA en perceptones y sigmoides neuronales), hacen olvidar que su sustrato fundamental son los datos y no la experiencia vívida y personal de la conciencia, creyendo que el algoritmo puede cambiar y madurar experimentalmente como las criaturas conscientes.

Que a través de potentes algoritmos se puedan analizar cantidades inmensas de datos, y que incluso se pueda extraer sentido para corregir errores en función de cálculos probabilísticos, no significa que puedan llevar a cabo no solo percepciones y experiencias personales, tampoco que tengan acceso a procesos abstractos profundos mediante los que llegamos a comprender que aquellos parecen ser compartidos por una racionalidad que, decíamos,  parece extenderse por el universo.

En cualquier caso, el algoritmo de aprendizaje universal no existe, aunque resuelvan casos concretos con una eficiencia alucinante, ya que el dato no es y nunca será suficiente por sí mismo, y lo que denomina código fuente de la conciencia permanece, hoy por hoy, inalcanzable. Pero seguimos indagando sobre estas y otras cuestiones similares en próximas entregas del blog Ancile.


Francisco Acuyo





La conciencia y los contextos diversos del uso algortimico. Francisco Acuyo


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