martes, 17 de septiembre de 2024

LA LÓGICA ARTÍSTICA: MÁS ALLÁ DEL SILOGISMO. UN DINAMISMO ACTIVO PARA UNA TERAPIA COGNITIVO CREATIVA

 Con este nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile, abrimos una nueva serie dedicada a la terapia cognitivo creativa, en este caso bajo el título: La lógica artística: Más allá del silogismo. Un dinamismo activo para una terapia cognitivo creativa.


LA LÓGICA ARTÍSTICA: MÁS ALLÁ DEL SILOGISMO.

UN DINAMISMO ACTIVO PARA UNA TERAPIA

 COGNITIVO CREATIVA


 

La lógica artística: Más allá del silogismo. Un dinamismo activo para una terapia cognitivo creativa. Francisco Acuyo

En la arcana (y enigmática, para occidente) tradición Zen se decía que la solución final a cualquier conflicto trascendente se hace posible o procede de dentro: si la pregunta sale del yo, debe regresar al yo, o lo que viene a ser lo mismo: el yo y el no yo deben identificarse[1]. En realidad, lo que está planteando es el ancestral problema de la disociación o dicotomía de la mente y la naturaleza, de la separación del objeto y del sujeto, o, para los místicos, la separación de Dios y el mundo.

                Uno de los grandes valores terapéuticos del budismo ha sido exponer abiertamente el anhelo del regreso al origen donde no hay división posible, el lugar donde se produce la alternancia de uno a otro: del sujeto al objeto, de la mente y la naturaleza o de Dios y el mundo: ese vacío en el que no cabe unión es el que propicia la comunión constante y la perpetua disparidad y diferencia.

La lógica artística: Más allá del silogismo. Un dinamismo activo para una terapia cognitivo creativa. Francisco Acuyo
                Los dos párrafos anteriores pueden parecer extraños en la disposición de sus presupuestos de razón para hacerse accesibles, al menos para nuestra cultura esencialmente silogística,[2] de hecho, este razonar fuera y dentro de nosotros mismos, de la mente y la naturaleza, de lo consciente y lo inconsciente ya son fuente inevitables y necesarias de conflicto. Pues bien, el ejercicio artístico, como actividad creativa e imaginativa es una vía terapéutica de enorme interés, en tanto que se ofrece como impulso activo singular que intermedia entre los opuestos descritos. El fracaso de la integración de lo exterior con el interior de nuestra psique una de las nefandas fuentes de muchos de los trastornos que inciden dramáticamente en la modernidad.

                El itinerario para una recuperación de aquellas alteraciones tiene que ser cognitivo, de entendimiento y comprensión de lo que le sucede. Otra vía será la de la creación, en tanto que esta accede a través de la imaginación hasta los recovecos mas profundos de nuestra mente para extraerlos y hacerlos reconocibles, expresivos, comunicables y ofrecerlos como mucho más que algo netamente personal, también transferible allende generaciones, progenies y culturas que emparentan artísticamente sus inquietudes más íntimas.

                Al moverse el arte entre lo material y espiritual, entre la abstracción y lo preciso, la perpetuidad y lo efímero, su lógica no es silogística, ya que le permite estar conjugando los opuestos, origen de los conflictos, desde donde, en fin, contemplar con serenidad el arsenal que acumula y hace provisión de todas aquellas espectrales entidades que acaban por conformar la taxonomía de no pocos trastornos del espíritu.

                Veremos que la oferta terapéutica que propone el arte se ve inmersa necesariamente en el ámbito que tanto denostaron los adeptos a la antisiquiatría, describiendo la enfermedad mental como un mero mito en tanto que se la consideraba nada menos que como una metáfora, como si esto no fuese poca cosa, por lo que la terapia, la psiquiatría y por ende la misma psicología, según estas tendencias antisiquiatricas, no pasaban de ser una medicina o inmersión sanitaria falsa de toda falsedad.

                Indagaremos sobre esta cuestión en siguientes entradas de este vuestro blog Ancile.

 

 

Francisco Acuyo



[1] Suzuki, D. T: El ámbito del Zen, Kairós, Barcelona, 1981, pág. 34.

[2] Razonamiento lógico silogístico que fundamenta la dinámica deductiva en occidente, desde su creación por Aristóteles: dos proposiciones serán las premisas mediante las que se acceda, en relación terminológica con otra que la concluye. El sujeto y el predicado establecen la conclusión de su juicio.





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