martes, 10 de noviembre de 2020

EL ÁNGEL DE LA NADA

 Para la sección, Pensamiento, del blog Ancile traemos un fragmento de un conjunto de reflexiones de próxíma  edición; lleva por título: El ángel de la nada.



EL ÁNGEL DE LA NADA

 

INTROITO

 

 

El ángel de la nada, Francisco Acuyo

 

 

 

Visión del cielo constelado

en una noche estival,

 

 

 

 

 

[…] el pensamiento es el esclavo de la vida,

y la vida es el loco del tiempo, y el tiempo,

que domina el mundo entero, debe detenerse.

 

W. Shakespeare

 

 

 

La noche al infinito constelada: el olvido, la oscuridad, la ausencia, el silencio, la soledad, la nada. La quietud del espacio sideral el olvido sin tiempo ni distancia abre al vacío inmarcesible donde la luz está presente al ser que se sustancia sin sustancia.

Sí. Anoche tuve un sueño. Alguien en él creía ser. Su mismo ser en otro ser intangible se conforma. Y vio la vacuidad del mal. Y vio la luz de la conciencia, cuya sombra al mundo proyecta el sin sentido de la lógica y la razón existencial. La entraña vio del vacío si reminiscencia de la nada. En el cielo una figura delinea fantástica una luz. En ella, lejos de cualquier mirada,  supo del devenir de las estrellas que será sólo constante la nada.

Son vacuas las promesas, imposibles las razones: que nunca en este mundo tuvo presencia verdadera nadie. Se vio, por fin, en este sueño, sin reconocerse vivo. De las fértiles entrañas  el vacío solidario abre el germen de la nada. Al sopor de lo real la soledad el ángel en el cielo nocturno dibujaba.

¿Es esplendente en verdad el silencio que ilumina este panorama? ¿Quién con inútil anhelo osó la calma profanar de la hermana muerte? ¿Quién en ningún cabo al ansia audaz dejó reposo en su querer ser y perdurar?  ¿Quién al condumio célico de la   luz renuncia, si oscuridad ofrece en derredor al ser para no ser en un instante eternidad?

            ¿Qué es el azar sino el sueño frugal de la materia? ¿Qué es, sino tapar, cegar todas las lucernas y todas las troneras por donde el ojo puede la ley del caos atisbar? Mas, no será  realidad  siniestra la existencia. No. A la obediencia de esta órbita el ángel su retiro olvida y, al universo en paz, en armas ahora desafía, que es justa casi siempre la causa de la nada. Su flamígera espada, si es esclavo de la vida el pensamiento, arrasará con cólera. Suena en su escudo la oquedad horrísona del vacío y su honda gravedad.

            El ángel su caballo, arrebatado, espolea en veloz galope por el sideral espacio, que parece con furia el tiempo devorar. Es hora que el cielo bese la tierra. Que muera  todo orden y la noche sólo quede para los muertos sepultar. Se duerme tras la victoria del sueño el ángel de la nada en soledad.




Francisco Acuyo

 

El ángel de la nada, Francisco Acuyo

1 comentario:

  1. Precioso relato corto, no se explicar muy bien las sensaciones que me provoca, pero , veo, un poco de realida, un poco de fantasía y calidad en el texto.

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