jueves, 22 de abril de 2021

LA SECULARIZACIÓN DEL MITO Y LOS LÍMITES DE LA CIENCIA EN LA EXPLICACIÓN DE LO TRASCENDENTE

 Para la sección Pensamiento del blog Ancile, Traemos un nuevo post que lleva por título: La secularización del mito y los límites de la ciencia en la explicación de lo trascendente.



La secularización del mito y los límites e la ciencia en la explicación de lo trascendente. Francisco Acuyo




LA SECULARIZACIÓN DEL MITO  Y LOS

 LÍMITES DE LA CIENCIA

EN LA EXPLICACIÓN DE LO TRASCENDENTE

 

 

Acaso fue una de las más célebres enfrentamientos entre maestro y discípulo en el ámbito de la ciencia médica y la psicología clínica fuese el del gran Sigmund Freud y su genial adepto C. G. Jung. Las potencias del sexo freudiano acabarían sucumbiendo a las poderosísimas fuerzas del símbolo y del mito.

                La inhibición de aquellas fuerzas extáticas que impulsan ancestrales lo sagrado  son la verdadera causa del sufrimiento neurótico, recuperar el éthos y la santidad del animal, era y es el propósito de la religión clásica.[1]

                El mito y su simbología adquiere un valor y una energía del todo insoslayables para el verdadero conocimiento de la naturaleza del instinto de la fe y la posibilidad de razonar lo trascendente.

                Esta nostalgia del absoluto[2] advertida anteriormente se evidencia en la actualidad como la gran crisis del dogma cristiano, basado en la secularización racional que comienza en el Renacimiento y la Ilustración y acaba culminando (dicen muchos acreditados filósofos de la ciencia) con el auge tecnológico  –y yo digo- la sacralización de la ciencia como vía de explicación de los misterios del mundo.

                Pero, ¿en verdad satisface la ciencia –con sus seguras limitaciones- el anhelo más o menos inhibido de lo sagrado? Parece a todas luces que no es así.  Las tendencias sociales poco avisadas a indagar sin mucho criterio en el pensamiento oriental, en lo esotérico y ritos de lo oculto y en toda suerte de supersticiosas inclinaciones hablan por sí solas.

La secularización del mito y los límites e la ciencia en la explicación de lo trascendente. Francisco Acuyo

                El vacío es claro en el corazón de aquellos que se sienten extraviados por la falta de sentido o significado no ya de sus vidas, si no de la existencia misma de los seres conscientes darán buena fe de ello. Las antiteologías y metarreligiones  en la actualidad son acaso un contraejemplo a la búsqueda de nuevas mitologías totalizadoras que sustituyan las primitivas inclinaciones hacia lo sagrado: el psicoanálisis, el marxismo, la antropología científica entre otros intentos son muestra palmaria de esta necesidad que para muchos puede resultar peligrosa, si se pierde de vista el origen arcano de todo ello. Todas estas corrientes  mitológicas más o menos nuevas pretenden llevar sobre sí el marchamo garantista de lo científico sin atender a principios básicos como los de la falsación.

                Todo parece indicar, no obstante, que las figuras míticas de la  antigüedad tozudamente rehúyen abandonar a las nuevas mitologías: el prometeísmo de Marx, la figura del guía de Moises (o  el Eros y el Tánatos)  en Freud o el tono apocalíptico de Juan en la antropología científica de Levi Strauss, no se cansan de mostrarlo en la creación y recreación de viejos y nuevos mitos. El lenguaje particular de cada uno de estas referencias así como su ambición de totalizar en su discurso una respuesta global a los problemas humanos son el signo inequívoco de  referencia.

                En cualquier caso, ¿las ciencias empíricas pueden considerarse la vía de salvación a las inquietudes interiores (y sociales) de los hombres? Insistimos en esta cuestión de capital importancia. Los avances de la ciencia traen nuevas interrogantes cuya complejidad esta fuera de duda, y nos hablan de un nivel de conciencia e inteligencia cada vez más elevados, y acaso siguen sin dar respuesta a las interrogantes fundamentales: ¿Por qué hay algo en vez de nada? ¿Cómo es que  podemos entender el funcionamiento de tantas cosas en el mundo? ¿Qué sentido o significado se puede extraer de nuestra existencia? ¿Por qué tenemos idea de que existe la verdad científica objetiva? Por qué, sin embargo, mantenemos una inclinación hacia la realidad que sea trascendente?.... y otras muchas preguntas que se quedan sin respuesta.

                Trayendo de nuevo a Steiner, tenemos que preguntarnos si la senda marcada por la razón y la lógica científicas en la búsqueda de la verdad, es tan precisa como se manifiesta de consuno, y si es cierto que la verdad os hará libres[3]. Si la verdad es una idea propia o si está ahí fuera, de manera objetiva, ¿podemos optar a su reconocimiento racional, o está fuera de aquél? ¿Es la verdad una entidad de mero carácter utilitario para subvenir nuestras necesidades básicas, o está más allá de estos menesteres utilitarios? Mucho tiene que decir al respecto la inclinación a creer en lo trascendente, y esta fe acaso no puede desgajarse del ámbito del mito y de los símbolos. Indagaremos en próximos post con ás detenimiento sobre estas y otras varias y muy interesantes cuestiones.

 

Francisco Acuyo

               

 



[1] Jung, C. G.: Correspondencia con S. Freud.

[2] Steiner, G.: op. cit.

[3] Juan 8, 36.




La secularización del mito y los límites e la ciencia en la explicación de lo trascendente. Francisco Acuyo

 

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