martes, 27 de abril de 2021

RAIGAMBRE Y COPA, POR ANTONIO CARVAJAL

Seguimos la indagación sobre el verso de trece sílabas de la avisada mano del profesor y poeta Antonio Carvajal, y todo para la sección De la métrica celeste del blog Ancile, en esta ocasión bajo el título: Raigambre y  copa.


Raigambre y copa. Antonio Carvajal




RAIGAMBRE Y COPA,

POR ANTONIO CARVAJAL

 

Querido Francisco Acuyo: Amarrado al duro banco del verso de trece sílabas, remiraba textos del Sr. Unamuno cuando llamaron a la puerta. Era la cartera, me traía un libro nuevo de Francisco Silvera, con dedicatoria de las que enrasan los ojos con lágrimas de gratitud y este comienzo que transcribo “de oído”:


13           Como una tarde muerta, la calle amanece

11           aún sin el trajín del laboreo.

13           La luz cuajada de las farolas desciende

13           naranja y derramada sobre los vehículos

13           en hilera, a uno y otro lado del asfalto.

  6           Arranca un motor;

13           declama un intermitente entre oscuridades

13           y después queda un vacío cuadrado que

  7           sólo rellena el aire.

¡Don Pablo Jauralde Pou lleva razón (lo subrayado consta de13 sílabas métricas, Pou es bisílabo por estar ante cesura), el tridecasílabo se da con frecuencia en verso libre! Y en verso medido, y en prosa numerosa que Francisco Silvera crea con elegante biendezir para comenzar su libro La tristeza del mundo y yo le troceo en silva sin rimas para ofrecértelo como muestra de que el tridecasílabo no es raro, sino que está desatendido.  Y algo que debo destacar: si el endecasílabo suele tener por quebrados versos de 5 y de 7 sílabas, el tridecasílabo amplía sus pies quebrados a 6 y 7 (tienes ejemplos arriba; son también frecuentes 5 y 8, y 4 y 9). Otro día podemos amarrarnos al banco del romance, ya que por ahora hay que andarse con mucho cuidado antes de remar en las conchas de Venus, y quizá podamos deleitarnos con el famoso que hagamos incluyendo estos dos octosílabos de Silvera:

                            queda un vacío cuadrado  /  que sólo rellena el aire,

tan inconscientes como los antes escandidos, todos frutos del ritmo interior.

Volvamos a don Miguel, pues barquillas y bajeles pide la derrota de mis líneas. Y entremos una vez más en Teresa, ahora por el poema 90. Va escandido ortodoxa y razonadamente:


8+5      El recuerdo de aquel beso / es el codaste

8+5      del bajel que de mi amor / trasporta el mito,

8+5      y el del día de tu muerte / el recio maste

8+5      de su vela que me arrastra / al infinito.

8+5      Con el árbol de tu vida, / hice la barca

8+5      donde di a la mar sin fin / todo mi anhelo;

(1a)      las entrañas negras de la tierra / abarca 

(1b)     su raigambre; / con su copa cubre el cielo.

8+5      Al morir naciste en mí / con vida nueva,

(2)       y las olas tor / mentosas con la quilla

(3)       de esa vida vas cortando tú, / mi Eva,

(4)       de este mundo / de visiones / maravilla.

(5)       Cuando al fin / traspuesto todo fin me anegue

4+9      tras las nadas / y del caos cabe la duna,

5+8      quieta la mar / se quedará sin un pliegue,

7+6      bajo un cielo sin sol, / ni estrellas, ni luna.

 

(1a-1b)              1)                                      2)                 3)                                         4)

las entrañas negras de la tierra / abarca // su raigambre; / con su copa cubre el cielo.

Raigambre y copa. Antonio Carvajal

La sintaxis ordena la escansión: 1) complemento directo, 2) pausa, que impide la sinalefa, y el verbo con el tono arriba (antitonema) porque la oración no ha terminado, pues nos falta el sujeto, 3) rama inicial del verso siguiente: el sujeto, raigambre, admite diéresis o una pausa muy larga, compensatoria: en poesía, como en música, los silencios costan y cantan y cuentan; abarca su raigambre es un bonito heptasílabo, con el mismo juego de prótasis˄apódosis, que hacen los versos en que se integra, y 4) proposición yuxtapuesta, un octosílabo, que se puede decir sin parada para tomar aire.

(2) Tiene tempo de 13 si se realiza con dos aspiraciones internas, y las olas ’ tormentosas ’ con la quilla; 6+5, flexibilizado como si fuera de Rubén Darío “y por caso de cerebración inconsciente”:  y las olas tor / mentosas con la quilla.

(3) de esa vida / vas cortando tú, / mi Eva, trimembre: 4+6+3. Cuento “tú” por dos sílabas al ser tónica ante pausa. Y no hago sinalefa en “mi ‘ Eva” porque la segunda vocal es tónica en posición dominante absoluta. Es un hábito del habla culta del Tajo para abajo (y a veces para arriba, véase la Ortología clásica de la Lengua Castellana, de don Felipe Robles Dégano, libro que me recomendó y regaló don José Domínguez Caparrós: conste mi agradecimiento); y presta oído: cuando decimos dos vocales contiguas, si la tónica va delante se facilita la sinalefa, si va detrás suele impedirse, ya nos lo enseñó Garcilaso:


              Dentro en mi ‘ alma fue de mí_engendrado

(4) Cuando al fin / traspuesto todo fin me anegue admite esta lectura de 4+9, y la de 9+4, Cuando al fin traspuesto todo fin / me anegue que me gusta especialmente por el suave desliz que le transmite al encabalgamiento, una delicada y acunadora onda verbal maravillosamente expresiva


                               me anegue

tras las nadas


Don Pablo Jauralde afirma que “el tridecasílabo no existe históricamente como verso exento por la sencilla razón de que casi siempre puede funcionar como alejandrino (7+7)”. Podríamos darle la razón y añadirle que también puede funcionar como dodecasílabo, basta con leer seguidos todos estos versos de don Miguel de Unamuno que yo tomo por tridecasílabos dado que pronuncio “caos” como bisílabo por azeuxis (Robles Dégano dixit), y sigo la pauta del verso mayor sin truculencias de enterados (connaisseur): tras las nadas y del caos cabe la duna. Alguien dirá que no me da la gana de hacer sinéresis. Lástima que no tengamos el poema grabado dicho por el autor. Pero el Dr. Jauralde no lleva razón del todo, sí hay poemas elaborados con tridecasílabos exentos; otra cosa es que la profusión de publicaciones y el acortijamiento de las universidades autónomas, autonómicas y provincianas en España, donde se llegan a separar departamentos de literatura española de los de lengua española (caciquismo cerril, a los hechos me remito), más el lacayuno amenismo a los dictadores de moda poética y otras ruindades menores, hacen que no podamos saberlo todo ni lleguemos por tanto a estimar debidamente muchísimas aportaciones enriquecedoras. Dígalo Emilio Ballesteros, inventor del treceto, poema de trece versos de trece sílabas, rara invención que no he visto mencionada ni recogida por nadie y que me parece materia adecuada para una próxima carta.



Tuyo


            Antonio Carvajal

En Motril, a 13 de abril de 2021.





Raigambre y copa. Antonio Carvajal




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