Proseguimos reflexionando sobre la(s) estructura(s) de la realidad desde los diversas ópticas que nos ofrecen disciplinas tan (aparentemente) distantes como las matemáticas, la física o la poesía, y esto para la sección de Ciencia del blog Ancile. En esta ocasión bajo el título: Realidad matemática, física y poética: la exégesis de la realidad.
REALIDAD MATEMÁTICA, FÍSICA Y POÉTICA:
LA EXÉGESIS DE LA REALIDAD
LOS experimentos mentales son una
de las más célebres manifestaciones del intelecto humano durante el siglo XX.
Acaso una de las más controvertidas, también harto divertidas y dramáticas sea
la del renombrado e insigne gato de Schrödinger,[1]
y que vendrían a incidir en el problema de la medición cuántica. Cuestión esta
de capital importancia para la ciencia, si en estas mediciones encontramos el
sustrato físico para describir la realidad, aunque dicha computación y
contabilidad se haga a través de herramientas matemáticas.
Es
el caso que si aceptamos que es posible crear un algoritmo que, matemáticamente
puede describirnos y predecir esta
realidad esta probabilidad simultánea, el entrelazamiento cuántico no pasaría
de ser una anécdota matemática más o menos ingeniosa y paradójica del ámbito
teórico. Pero la cuestión es mucho más profunda (ya lo adelantábamos en
anteriores entradas), debido a que dicha aproximación matemática nos sirve para
predecir y describir la realidad.
Si
la teoría cuántica exige un amplio y riguroso esfuerzo interpretativo, y si
esta es una instrumento de descripción y predicción de la realidad,
necesariamente exige a su vez una no menos esforzada y seria aproximación a la
realidad a la que se aproxima, no obstante no entraremos en discusión sobre su
incidencia (bastante difícil por no decir casi imposible) en la cultura popular
y sus inevitables distorsiones de la teoría
que llevan, por supuesto, a una no menos importante deformación de la
realidad que tratan de describir y aproximar.
Que
la realidad se entiende como una sustancia objetiva independiente del
observador forma parte indiscutible del realismo de sentido común anteriormente
señalado. El instrumentalismo científico con el que realizar predicciones sobre
aspectos que inciden en el mundo físico, mediante el que se cree que el
algoritmo matemático no pretende describir realidad alguna que garantiza la
independencia de esa realidad objetiva sobre el que interpreta dicha realidad.
Pero
también es cierto (y de hecho así lo muestran muchos científicos y filósofos de
la ciencia), que en modo alguno puede rechazarse otro tipo de realidad
participativa que incluyen a los mismos observadores de dichos fenómenos.
Esta
última aproximación a una realidad participativa, en matemáticas esto es algo
perfectamente asumible habida cuenta de la diferencia reconocida entre unas
matemáticas aplicadas al mundo de la materia, de otras puras, que se
desarrollan en un ámbito estrictamente abstracto –personal y subjetivo que se
atiene a unas directrices lógicas-
(siendo esto también motivo de controversias en el mundo de las mismas
matemáticas). Qué decir del ámbito de los estrictamente creativo o poético,
donde el individuo observador del mundo capitaliza toda su realidad.
Ahora
bien, ¿qué tienen en común –si es que tienen algo- las realidades matemáticas,
físicas y poéticas del mundo? De estas analogías, que acaso serán las de teoría
y mundo, hablaremos de manera más concreta en la próxima entrada de este blog
Ancile.
Francisco Acuyo
[1] El cual
podría estar vivo o muerto en una caja simultáneamente (estado de superposición
cuántica), para explicar la interpretación de la mecánica cuántica según la
escuela de Copenhague.
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