A la búsqueda de las claves del significado de la teoría cuántica en esta nuevo post del blog Ancile para su sección de Ciencia, y bajo el título de: La teoría cuántica: una nueva semiosis del mundo.
LA TEORÍA CUÁNTICA:
UNA NUEVA SEMIOSIS DEL MUNDO
Sin entrar en la compleja
problemática de las relaciones entre la filosofía del lenguaje y la semiótica, y
esta como una prolongación de la retórica y de la misma filosofía, pero siendo
indiscutibles sus nexos con disciplinas tales como la sociología, la antropología, la lógica, la
psicología… todos los estudiosos del signo y de este y sus diversas relaciones, coinciden, digo, en que la semiótica detecta el funcionamiento de esos signos como una sistema
formal mediante el que aquellos (los signos) son fundamentales para la comunicación (Sausurre), pero que también se ofrecen como una suerte de de singular y potente lógica (Peirce) mediante la cual dar sentido al mundo.
El
bayesianismo cuántico nos habla (véanse entradas anteriores) de una realidad compuesta por el observador y
la experiencia que este tiene de lo que le rodea: la probabilidad bayesiana
trata, mediante su cálculo probabilístico, como representación en
tanto que su aproximación se deposita como una medida del grado de confianza
que depositamos en un en la descripción de un determinado suceso, por lo que su probabilidad, lejos de
ser frecuentista, rehúye ser verificable para otros experimentos, es decir, está basada en
lo subjetivo, y ofrece una semiosis muy cercana a la que se pretende (en lo que se refiere a su representación integradora y subjetiva) a las artes literarias y sobre todo a la poesía.
Las aproximaciones a la realidad ofrecidas por el signo expreso en las abstracciones matemáticas (como la función de onda, recordamos), pretenden más que averiguar qué es la naturaleza, qué podemos decir de ella (Bohr), por lo que, igual que en el ejercicio de interpretación semiótico lingüístico literario, el resultado de dicha interpretación, hasta que no se experimenta, no existe, o lo que es lo mismo, lo que puede medir o representar cada cual libremente, hace que perfilemos (en singular ejercicio creativo) el mundo, porque en realidad somos agentes activos de la continua creación del universo.[1]
Es,
en fin, el caso, que si bien hay objetos más evidentes para ser considerados
objetos semióticos (el relato, la imagen visual, el poema… cuyo objeto es la
lengua y la lingüística con su particular metodología), también lo serán los
objetos matemáticos, y buena prueba de ello la dan las abstracciones
matemáticas utilizadas en el mundo de las representaciones cuánticas.
Parece
cada vez más claro (y la interpretación semiótica del mundo cuántico también
puede dar buena cuenta de ello) de que lo subjetivo representado por la
conciencia juega un rol enormemente importante en la configuración del universo
mismo, y que incluso nuestra mente -y la conciencia- bien pudieran ser resultado de
procesos cuánticos. Mas, ¿qué podría aportar al respecto la semiótica y las
teorías de interpretación sobre el asunto?
Si
aceptamos el valor epistemológico de la semiología y sus indudables
aportaciones al mundo de las ciencia cognitivas, nos encontraríamos en la
antesala fundamental para una valoración harto positiva de la semiótica en el
ámbito que nos ocupa, donde la frontera entre la conciencia y el mundo de lo denominado objetivo,
cada vez se encuentra más diluida. Las fronteras del objeto y del sujeto se
ofrecen en ocasiones solapadas siendo muy complicado trazar delimitaciones
estrictas.
El
diálogo de la semiótica con otras disciplinas del saber humano llega hasta
territorios que pueden resultar insospechados, como es el caso que nos ocupa.
Si es la significación el nexo común de muchas ciencias y parcelas del saber,
será este postulado el centro que equilibre y vertebre el conocimiento de esos
potenciales significados, dando una justificación clara de la semiótica para
ostentar el marchamo de metateoría.[2]
No obstante, es tal la singularidad de significado que ofrece la teoría
cuántica, que en modo alguno ha de pasar de soslayo en su interpretación
semiótica, si esta ha de confluir con una representación de lo que la realidad
del mundo sea.
Seguiremos
indagando sobre estas cuestiones más adelante en la páginas de este nuestro,
vuestro, blog Ancile.
Francisco Acuyo
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