Para la sección de Poesía del blog Ancile, ofrecemos una nueva entrada con un poema dedicado a la sede de la Encina Centenaria, y cuyo título El ángel de la Encina Centenaria quiere ser un homenaje a la personas que la constituyen: trabajadores, asistentes sociales, terapeutas y a todas la personas que allí conviven con la esperanza de su mejoría. Es pues este poema una semblanza del bello lugar y el ambiente humano excepcional que allí se vive y se comparte tan solidariamente.
Fotografía de Ramón Muñoz |
EL ÁNGEL DE LA ENCINA CENTENARIA
Para todas las personas de La Encina Centenaria,
que trabajan, alientan, comparten y conviven
en su sede solidaria excepcional,
modelo de humanidad y fraternal entendimiento.
Por la tarde, esperando la noche
donde contemplar, entre amigos
fraternales, el ángel de las estrellas
por encima de la encina centenaria
donde contemplar, entre amigos
fraternales, el ángel de las estrellas
por encima de la encina centenaria
DE la encina alza el ángelel vuelo centenaria:el púrpura celestedel horizonte escanciala copa de la tardeque brinda solidariapor el amigo ciertoque con bondad regala.Comprensión, indulgencia,cordialidad y graciafraternal de la encinason fruto y son sustanciaintangible que nutreraíces, tronco y ramas.El ángel de la encina,benévolo sus alasabre a los corazonesfraternos la sagradaluz de un albergue donde,al fin, sosiegue el almadesfallecida trasla existencial jornada.Si un instante del ángelmiráis el vuelo, blandase hará en vuestro trasiegovital la dura carga;y un ángel entrañableaquí extiende sus alas:mirad sobre la encinaen noche consteladacómo un alma iluminade estrellas solidaria.
Francisco Acuyo
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