martes, 8 de agosto de 2023

ANOTACIONES ACLARATORIAS SOBRE EL MAL Y SU EXPLICACIÓN EN EL MUNDO

 Para la sección de Pensamiento del blog Ancile, traemos estas Anotaciones sobre el mal, y su explicación en el mundo, que es el título del post, como adenda a algunas anotaciones de la próxima publicación del libro, El mal, aroma de la nada.



ANOTACIONES ACLARATORIAS SOBRE

 EL MAL Y SU EXPLICACIÓN EN EL MUNDO

 


Anotaciones sobre el mal, y su explicación en el mundo, Francisco Acuyo


Si, en palabras de Paul Ricoeur, Agustín de Hipona y Pelagio dejan sin respuesta la reclamación por el sufrimiento injusto, cabe hacerse, entre otras, estas interrogantes: ¿Es el mal solamente un desafío a la filosofía y a la teología?[1] ¿O es también un reto a la propia voluntad, sentido y significado existencial de vivir? ¿Es el sufrimiento y el dolor algo que solamente compete en su acontecer a la problemática subyacente de ser libre y de optar moralmente a lo que deviene y, por tanto, el mal es una invención humana? ¿O, por el contrario, el mal es algo que es y en su sustancia nos condiciona poniendo en duda la propia libertad de escoger recibir o no dicho mal?

                En este conjunto de textos se quiere ir más allá de una mera teodicea en la que a pesar de todo, el mal existe, pese, digo, a las proposiciones habituales de Dios como todopoderoso e infinitamente bueno. Quiere también estar un paso más allá de la lamentación o la reprobación, si en la distinción entre el mal cometido y el mal sufrido existe alguna diferencia.

                Nos centramos más en el mal que devine que en el que provocamos y sus correspondientes consecuencias, en pos quizá, de  no tener tan claro la unidad enigmática del mal, integrando filosóficamente en la misma unidad infame el pecado y el sufrimiento.

Anotaciones sobre el mal, y su explicación en el mundo, Francisco Acuyo

                ¿Ethos y universo deben englobarse, aunque constituya esto un grave problema e incluso un cisma para la religión? Así pues, ¿de dónde proviene el mal? Ya en principio, la doctrina de la retribución (todo sufrimiento es merecido en virtud del castigo por una acción reprobable individual o colectiva), nos parece claramente insuficiente, el mal, en forma de dolor y sufrimiento, trasgrede cualquier sentido de culpa y merecimiento de castigo.

                Es inevitable que la lamentación y la queja, acabe en una seria polémica en relación al justo que sufre.[2] El unde malum que da origen al mal sigue siendo una interrogante no resuelta, en tanto que, si el mal no puede ser, es decir, ser algo substancial, es inevitable la proposición de uno de los conceptos más controvertidos en este y prácticamente cualquier ámbito: la nada, el exnihilo del mal como manifestación palmaria de lo que no es o tiende a no serlo. Distinguir entre la punición por el mal moral cometido, del sufrimiento injusto es de capital importancia y hace diluirse, en su practicidad, la dimensión filosófica que moralmente trata de aprehenderla, haciendo insuficiente incluso el intento hegeliano de unir lo trágico y lo lógico (algo tiene que morir para que nazca otra cosa más grande),[3] e imposible evitar la necesidad de pensar el mal.

                Sin entrar en la inevitable fractura (de la teodicea) teológica entre Dios y el mal, parece inevitable entrar de nuevo el territorio que emparenta el mal y la nada, si es que esta última es la que no quiere el Creador y a la que nos convoca el mal en el no ser de la nada. La paradoja irreconciliable con la razón de ser nos sumerge en la incertidumbre del propio origen y del ¿por qué? del mal.

En el discurrir de este relato tratamos con toda modestia lo que filosófica y teológicamente no puede ser enseñado, donde realidades como la renuncia y la percepción de la belleza son vías de aceptación del enigma del que Ricoeur llamó irreductible sufrimiento.

 

Francisco Acuyo



[1] Ricoeur, P.: El mal, un desafío a la filosofía y la teología, Amorrortu, Buenos Aires, 2019.
[2] Ibidem, pág.35.
[3] Ibidem, pág. 47.



Anotaciones sobre el mal, y su explicación en el mundo, Francisco Acuyo


No hay comentarios:

Publicar un comentario