Para la sección de Poesía del blog Ancile, traemos una nueva entrada de nuestro querido amigo, escritor y poeta Francisco Silvera, que nosotros hemos intitulado Grisalla(s), y que forman parte de un conjunto de poemas que quiere ser un pliego, que esperamos con impaciencia.
GRISALLA(S),
DE FRANCISCO SILVERA
Grisalla, 1
Cuando un territorio
se entrega a la muerte
ya nada se puede
hacer, queda sólo
dejarlo morir
con toda la paz
de la que es capaz
y así permitir
que cese el dolor,
admitir que pierde
el ser, el color,
que el aire nos miente,
huyendo el calor
ya nada se siente.
Grisalla, 3
El mal tiene un gris
que la tierra ardida
troca en sequeral,
cara de un estúpido
chalado que goza
dando fuego al monte
indefenso y sucio;
del mal se alimentan
el cafre mayor
que linda con todos
y esa hipocresía
del guardia que cuida
demente de nadie,
por nada arde todo,
por todo lo no hecho
fenecemos hartos.
Grisalla, 6
Lo que va de ayer
a mañana es resto
de lo que fue un día,
atiende a la gloria
de tus campos, ama
el verdor de tu alma
y respira el agua
pues basta un instante
para que se pierda
hasta el brote mínimo
de lo que pensaste
dicha estable y cierta,
de ayer a mañana
la ceniza y nada.
Grisalla, 8
Arranco tus ramas,
madera doliente
retorcida al fuego,
para ser residuo
tú que fuiste verde
horizonte en nuestras
vidas, fresca tarde
de conversación
y brisa sonora
en un patio blanco,
todo arde en el mundo
menos las entrañas
de quienes no ven
pues son carbón vago.
Grisalla, y 14
Un bando de cuervos
al atardecer
busca su guarida
y no encuentra nada,
suenan sus graznidos
en el reverbero
del negro pinar,
ahora catedral
de la destrucción.
¿Dónde irán los pájaros,
dónde la culebra
arrastrará el cuerpo
para su refugio?
Todo fluye, padre
de todo es la guerra
y cuando se acaba
queda la armonía.
muerta de un silencio.
Francisco Silvera
Muy bonita la composición, pero triste y emotivo el trasfondo.
ResponderEliminarSe aprecia en las palabras a un alma herida.