sábado, 4 de noviembre de 2023

RAZÓN Y CONCIENCIA DEL MUNDO

Para la sección de Pensamiento del blog Ancile, traemos un nuevos post que lleva por título: Razón y conciencia del mundo.



RAZÓN Y CONCIENCIA DEL MUNDO



 

Razón y conciencia del mundo. Francisco Acuyo



Abundando sobre algunas corrientes posmodernas que abominan de la abstracción y del mundo de lo abstracto, en tanto que este está concebido para la cuantificación (dixit), no deja de causar hondo asombro este rechazo, y más aún los argumentos para justificarlo. La matemática, bien puede ser, la causa de esta afirmación, si bien es incuestionable que esta, sobre todo la matemática aplicada, tiene una vertiente cuantificadora y reduccionista indudable, mas que hacemos con el resto de matemáticas -puras y teóricas-, que mueven su ámbito en horizontes no precisamente tan evidentes. Pero lo más sangrante es que la capacidad de abstracción no puede ni debe reducirse al cálculo. ¿No es abstracto el amor? ¿No lo es la amistad? ¿Cuántos sentimientos y emociones son invisibles y no medibles en sus etéreas proporciones?

                Viene al caso esta reflexión inicial porque, en la lucha de algunas corrientes posmodernas contra los males de la modernidad (y decíamos también en anterior entrada del existencialismo), se coligen aseveraciones que deben de tenerse por francamente disparatadas.

Se rechaza el álgebra porque sus cálculos se parecen a los de una máquina, olvidando cualquier faceta creativa en el ámbito de la abstracción matemática, negando cualquier espontaneidad e intuición, y por tanto de cualquier forma de libertad en su ejercicio, pero no caen en la cuenta que lo más humano radica precisamente en la manifestación de lo invisible, cosa que se lleva a cabo vía de la abstracción introspectiva (enumerábamos, sentimientos y emociones varios), y todo por volcarse en el único conocimiento  aceptable: la percepción.

Razón y conciencia del mundo. Francisco Acuyo
                Se atañe a esta tendencia racionalista abstracta de la modernidad (también de los existencialismo, a mi juicio sin demostración alguna), lo que ha hecho un mundo desprovisto de valores (¿qué hacemos con el imperativo categórico de Kant, deducido exclusivamente por la razón?). Que el mundo, el universo, es cosa viva no necesita del rechazo de uno de los fundamentos más genuinos de nuestra humanidad como es la razón. No veo que el motivo único de esta artificial divergencia entre arte y razón provenga de los excesos de aquella, tal vez de su ausencia, ya que la ciencia en modo alguno es solo ingeniería.

                Estas visiones parciales, interesadamente ideológicas, no ayudan a entender la realidad organizada del mundo, como tampoco a comprender la propia naturaleza humana. Naturaleza, por cierto, que reside en la singularidad de la conciencia, conciencia de la que participa el mundo, y de la que inferir que en realidad son los límites de nuestro conocimiento donde en verdad reside el gozo de la vida.

                Dicho esto, ¿podemos rechazar el pensamiento, el ideal abstracto como fuente de entendimiento de la realidad del mundo, como pretenden amplios sectores del pensamiento posmoderno? ¿Acaso no comprenden que la abstracción no ha pretendido nunca, ni siquiera la matemática (Gödel) reconocer un único modelo de orden, sino que, también saben de sus límites lógico matemáticos? ¿No imagina siquiera que los idealismos lógicos más potentes reconocen su limitación de determinista en ámbitos materiales en los que acaba por influir, como es el de la propia física?

               ¿Esa desconfianza en el orden lógico matemático está plenamente justificada, sobre todo cuando a través de sus propias herramientas lógicas reconoce su incompletitud? Esa suerte de indeterminismo poético a la que acuden es una grande contradicción, porque hasta la misma poesía, como el arte y la música, tienen una componenda abstracto-matemática que las fundamenta y que ponen en evidencia las carencias y límites de la medida concebida mecánicamente.[1] La no linealidad de sus ecuaciones y axiomas, ¿qué hacen, sino poner en evidencia esos límites en los sistemas complejos que las integran?

                El discurso posmoderno no deja de entrever su propia fatuidad en numerosas ocasiones en sus rechazos a la modernidad y los supuestos constructos nuevos que anuncia, genuinos y propios de su sello y fábrica. Indagaremos en nuevos post sobre esta temática que nos parece de gran actualidad e interés práctico e intelectual.

 

 

Francisco Acuyo

 



[1] Acuyo, F.: Los fundamentos de la proporción en lo diverso: sobre la simetría y la asimetría endecasilábica, tesis doctoral, Departamento de Lingüística y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Universidad de Granada, Granada 2007, pp. 374, ISBN: 978-84-338-4668-6.


Razón y conciencia del mundo. Francisco Acuyo


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