jueves, 18 de abril de 2024

DE LA NARRATIVA, LA EXPRESIVIDAD Y EUFONÍA DEL ALGORITMO

Seguimos la indagación sobre los metalenguajes en el arte literario y poético, y todo ello bajo el título: De la narrativa, la expresividad y eufonía del algoritmo, para la sección de Ciencia del blog Ancile.


DE LA NARRATIVA, LA EXPRESIVIDAD 

Y EUFONÍA DEL ALGORITMO



De la narrativa, la expresividad y eufonía del algoritmo, Francisco Acuyo

 



Siempre me resulto altamente fascinante contemplar que el elemento sorpresa, lo inesperado en el constructo artístico literario, había de ser fundamental como estímulo de satisfacción estética, y que este había de ser compartido con el fundamento mismo de toda ciencia: nada menos que con las matemáticas. En el ámbito mismo de matemáticas son muchos los ejemplos y se observan en toda suerte de descubrimientos que exigen demostración, y este resulta altamente bella y elegante: el descubrimiento de la infinitud de los números primos, las conexiones entre los números impares a los cuadrados…, cuyos elementos argumentales, en parentesco con los narrativos, emparentan con los del código hermenéutico (Rolan Barthes), código clave para la explicación de cualquier narrativa a la búsqueda de resolución del enigma, la cual precisa de una demostración, la cual hará que nuestro interés por resolverlo crezca, así (junto al aspecto semántico, simbólico y cultural), en su resolución se enriquece el mismo significado.

                En cualquier caso, no es nueva esta apreciación, muy al contrario, no son pocos quienes, matemáticos y artistas, han venido observando desde hace mucho tiempo tales peculiaridades. Estos procesos singularmente narrativos tienen la característica de que se manifiestan como lenguajes que deben ser descifrados, cuya comprensión responde al grado de entendimiento que tengamos de dichos lenguajes. Sobre la cuestión lingüística se abren perspectivas de mucho interés en dominios como el de la IA. Una de las facetas más controvertidas de la teoría de la información aplicada a la construcción de máquinas de traducción, puede servirnos de ejemplo para intentar trazar fronteras entre el algoritmo traductor y el traductor humano, donde, por el momento, es necesario reconocer la imposibilidad de que el traductor mecánico iguale la eficiencia del natural, porque para eso, la inteligencia artificial, tendría que descifrar nada menos que el problema capital de la conciencia. No en vano la versión del traductor es mucho más que una exégesis de algo en una lengua llevado a otra, en realidad, lo que hace es interconectar diferentes conciencias, donde el juego del lenguaje, con sus infinitas sutilezas, no podrá ser puesto en el contexto real que necesita para la compresión de la comunicación humana en sus diversas manifestaciones discursivas.

De la narrativa, la expresividad y eufonía del algoritmo, Francisco Acuyo
    Que nos planteemos a estas alturas de la complejidad de los diferentes recursos de la tecnología y ciencia de la información, hasta dónde ha de llegar la IA en la actualidad y en el futuro en el manejo del lenguaje para la narración o la expresión literaria, no es en modo alguno sino una consecuencia lógica del desarrollo de aquella, (de la IA, digo), es más, esta preocupación y ocupación, en principio teórica y después práctica no es modo alguno cosa nueva, el grupo Oulipo (Ouvroir de litterature pontetielle) en los años 60 del siglo pasado, da buena cuenta de ello. Así, las restricciones matemáticas llevadas a cabo en determinados algoritmos a la hora de crear, por ejemplo, poesía, serán consideradas, a modo de reglas similares a las que produce la métrica, o el manejo semántico de las palabras en determinadas condiciones, en su potencial esclavitud, la que liberaría el propio proceso creativo. 

    En realidad, en poesía y en métrica, como advertía Unamuno, más bien se trata no tanto de una preceptiva, sino de una posceptiva que deviene de las excelencias del uso del lenguaje poético por determinados poetas de genio, que habrían de marcar camino en virtud de la eufónica y expresividaad de su discurso poético. Así pues, si la poesía (y la música), especialmente, ha sido el discurso en el que el algoritmo ha encontrado un lugar especialmente atrayente, no debe en modo alguno de extrañarnos

    Veremos que este ámbito del tratamiento creativo del lenguaje nos lleva a planteamientos extraordinariamente sugerentes en torno a los criterios o directrices de valor sobre los que construir un discurso poético, sobre todo porque, según la propia teoría del lector, y dado el carácter hermético de alguna poesía moderna, puede pasar por indistinguible de la producida por un ordenador, cuestión esta que habría causado sensación entre teóricos y prácticos de finales y principio del siglo XX, de haberla considerado seriamente.



Francisco Acuyo



De la narrativa, la expresividad y eufonía del algoritmo, Francisco Acuyo


 


No hay comentarios:

Publicar un comentario