martes, 21 de marzo de 2023

RETÓRICA Y SIGNIFICADO: LA CIENCIA, LA FILOSOFÍA Y LA POESÍA DEL SENTIDO

Bajo el título Retórica y significado: la ciencia, la filosofía y la poesía del sentido, editamos un nuevo post para la sección de Ciencia  del blog Ancile.


RETÓRICA Y SIGNIFICADO: LA CIENCIA,

LA FILOSOFÍA Y LA POESÍA DEL SENTIDO

etórica y significado: la ciencia, la filosofía y la poesía del sentido,

 

En los ámbitos de la ciencia física y en el estudio de determinados fenómenos (el mundo de la nueva cosmología, o el de la mecánica cuántica y su incidencia en los dominios de lo infinitamente pequeño, o en el territorio no menos fascinante de la teoría del caos y de la complejidad), siempre me llamó la atención el uso (y abuso) de sus creadores o descubridores, también de los propios teóricos de la ciencia, de determinados tropos o figuras literarias para extraer, no sólo aproximaciones explicativas para el neófito, también significados ante la importante incidencia en el concepto del universo y del lugar de nosotros en el mismo.

                Cuando en el título de este post hablaba de sentido, debe entenderse este strictu sensu, como la acepción cuarta reconocida por la RAE en la que se dice que este es la capacidad de reconocer la realidad circundante y de relacionarse con ella, mas también la extensión novena, que nos habla del sentido en relación al significado (de la palabra), y con la décima, que lo establece como la interpretación que se hace de un objeto, de un mensaje o de una obra.

                Me parece muy adecuada esta palabra, sentido, porque, aunque la relacionemos con el ámbito abstracto del significado con las acepciones extraídas del diccionario, si atendemos a su etimología, sentire (oír o percibir táctil o gustativamente) y el sufijo, ido (cualidad perceptible por los sentidos, y sus derivados, pero también con el que la relaciona con seso (sensus, y su riquísima raíz, sen, que ofrece  diversos significados que van más allá de la potencia perceptiva, acercándose  a la la reflexión y pensamiento, por lo que dicha percepción, nos hace entender el proverbial sintagma sentido común ). Esta interacción y tránsito etimológico entre el sentido sensorial y el abstracto, es altamente significativo, y lo pone en relación con las aproximaciones hechas en el capítulo anterior expuesto sobre la fusión de lo sensorio y lo abstracto en poesía, y ampliamente relatado en otras ocasiones reiteradamente señaladas.[1]

etórica y significado: la ciencia, la filosofía y la poesía del sentido,  Francisco Acuyo

                Dicho esto, observamos que la metáfora, la analogía, el símil… utilizados por el científico, intérprete o difusor de la ciencia, encalla sus figuras en una restrictiva relación espacial de las mismas, que llevan al que quiere encontrar en ellas una vía de explicación pertinente, a un locus concreto y supuestamente objetivo de experiencia mecánica de lo que en realidad sucede y  acaece, por lo que acaban aún más de desvirtuar el fenómeno o realidad que trata de representar con su manejo inapropiado. Esta localización nos hace separarnos peligrosamente de la realidad que tratan de describir o hacernos entender. Se pierde de vista el fundamento de la naturaleza del fenómeno estudiado por la ciencia (y de la realidad poética, si nos movemos en este ámbito), y más aún cuando este se comporta de manera tan extraña que cuestiona aquel sentido común convencional sobre el que edificamos nuestro entendimiento de la realidad, que se viene a fundamentar sobre las convenciones de espacio tiempo utilizadas para su descripción.

         Veremos que, para el entendimiento de alguno de los fenómenos en cuestión, no tratan o describen  objetos entendidos convencionalmente (por ejemplo, partículas subatómicas, en el caso de la mecánica cuántica), sino más bien de procesos[2] en los cuales la totalidad del universo convergen implicando[3] al universo todo.

         Cuando constatamos que la lingüística ha debatido ampliamente sobre la ambigüedad, la polisemia (ver anteriores entradas al respecto), para concluir que  esta, en modo alguno, puede existir para que exista comunicación[4], deberíamos plantearnos el uso y recurso de determinados tropos para clarificar determinados aspectos o situaciones de la realidad que, no se atienen a las convenciones aceptadas en el uso y significación de la norma pactada para la comprensión de lo lingüísticamente representado, ni siquiera por aquellos lenguajes especializados. Por todo esto y otras razones que iremos exponiendo, no nos parece exacto que la comunicación quede necesariamente suprimida por la ambigüedad, sobre todo cuando esta se ofrece como un recurso, no sólo expresivo, sino de una representación pertinente a las situaciones de incertidumbre que nos rodean en el mundo.

         Seguiremos indagando en otras entradas del blog Ancile sobre estas extraordinarias cuestiones, que acaso pasan desapercibidas para el entendimiento de los extraños acontecimientos en los fenómenos que estudian las ciencias y, cómo no, en el no menos profundo y complejo territorio de la expresión y conocimiento poéticos.


 

Francisco Acuyo

 

 

 

        

 

 



[1] Acuyo, F.: ob. cit.

[2] Whitehead, A. N.: La ciencia y el mundo moderno, Losada, Buenos Aires, 1959.

[3] Bohm, D: La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1988.

[4] Martinet, A.: en Lingüística y significación, Salvat, Barcelona 1963


etórica y significado: la ciencia, la filosofía y la poesía del sentido,

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