martes, 26 de marzo de 2024

LA CONCIENCIA MATERIAL DE LOS PATRONES MATEMÁTICOS: LA MATERIA SUJETA LAS REGLAS DE LA CONCIENCIA

Prosiguiendo con la cuestión de las estructuras legales o matemáticas en las artes, traemos un nuevo post para la sección de Ciencia del blog Ancile, esta vez bajo el título: La conciencia material de los patrones matemáticos: La materia sujeta a las reglas de la conciencia.



LA CONCIENCIA MATERIAL 

DE LOS PATRONES MATEMÁTICOS:

 LA MATERIA SUJETA LAS REGLAS DE LA CONCIENCIA 



La conciencia material de los patrones matemáticos: La materia sujeta a las reglas de la conciencia. Francisco Acuyo





Abundando sobre la cuestión de los patrones, reglas, algoritmos estructurales de las obras de arte, y siguiendo las directrices argumentales de la anterior entrada, de cómo codifica nuestra mente las emociones traducidas en patrones y reglas, me mueve a conjeturar de nuevo si de algún modo no están ya codificadas en nuestras conciencias esas simetrías y patrones. Que músicos de la talla de Bach gustasen de partir de determinadas estructuras para generar nuevas composiciones bien puede ser una muestra de ello. La misma métrica, en poesía, parte de una regularidad preceptual de ritmo, para generar obras nuevas que, con audacia, pueden cuestionar los mismos fundamentos mecánicos que en principio la constituyen. No obstante, todo parece indicar que aquellas restricciones numéricas, algorítmicas, etc.. son claves en el propio proceso creativo.

La conciencia material de los patrones matemáticos: La materia sujeta a las reglas de la conciencia. Francisco Acuyo
Algunas de las interrogantes de las muchas que pueden surgir entorno al constructo matemático y también artístico, un paso más allá de la mera cuantificación o cálculo, pueden encontrar alguna respuesta en virtud de lo que entendamos por conciencia, y desde luego más allá también de un mero epifenómeno del cerebro, y si entendemos esta como algo que en verdad impregna la misma materia. Si atendemos al hecho de que aquello capaz de procesar datos (una máquina de cómputo) en su resultado no tiene nada que ver con la vivencia empírica de la conciencia, podíamos conjeturar que aquella, la conciencia, ya podía estar presente en organismos que ni siquiera tienen un centro o sistema nervioso, podemos, además, inferir que la conciencia no puede ser resultado de la evolución, sino que siempre ha estado ahí. Algo de esto apuntaba ya en otros capítulos de este medio, aunque pueda parecer un disparate desde una óptica estrictamente materialista. 
    Pero lo que sí es cierto, es que la interacción nueva entre materia y conciencia, validaría algunos supuestos barajados por algunos filósofos e incluso científicos en la actualidad, y si la misma matriz de la materia primigenia no es en realidad una matriz netamente abstracta, la cual nos haría entender mucho mejor estas fascinantes relaciones entre las matemáticas y el arte. Esto es, que el materialismo no es sino una potente metafísica que acaba por confundir el origen mismo de lo que ella es: un producto de la conciencia.

¿Las contradicciones del materialismo y del evolucionismo darwinista no acaban produciendo más problemas de los que solventa?  El planteamiento que la física cuántica expone no puede ser más audaz, y al tiempo, contrario al sentido común: el mundo material solo existe cuando es observado, lleva no obstante, a una situación mucho más cómoda para la aprehensión del mundo de lo abstracto, matemático, y la supuesta y ¿primera? realidad material de lo sensible. No es que proponga lo que algún matemático ha postulado radicalmente: el mundo de ahí fuera es pura matemática. 

Bien es cierto, sin embargo, que el mundo de las sensaciones interpretado por nuestra mente, nos lleva en muchas ocasiones al engaño más burdo. Pero el hecho de considerar al menos que lo que la mente (o mejor la conciencia) es, y lo que realmente forma el mundo, hace casar con una claridad meridiana no pocas de las relaciones no lineales, no mecánicas, del arte con fundamento material en el que se edifican sonidos, ritmos, colores, materiales plásticos…

El lenguaje poético puede ser un ejemplo trascendental: ya que se ofrece como un metalenguaje que reconoce los límites del lenguaje al uso para la expresión de sus intenciones emocionales, estéticas o de conocimiento, para situarse un paso más allá del concepto a través de una lógica singular en la que lo literal, por insuficiente, se sacrifica por la integración retórica de la metáfora, por ejemplo, o de la sinestesia, como tropo especialmente adaptado para este conseguir  un propósito estético expresivo. 

    Indagaremos con más detalle en próximas entradas de este blog Ancile.




Francisco Acuyo





 
La conciencia material de los patrones matemáticos: La materia sujeta a las reglas de la conciencia. Francisco Acuyo



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