martes, 19 de marzo de 2024

VERDAD Y CIENCIA, VERDAD Y BELLEZA TRAS EL INSTINTO ARTÍSTICO Y MATEMÁTICO

 De las cosas realmente positivas que podemos sustraer de la IA, es la invitación continua a la reflexión sobre aspectos que estaban acaso pasados de moda en el pensamiento moderno y posmoderno, la reflexión sobre la mente subjetiva, el poder creativo y la naturaleza de la conciencia, este post para la sección de Ciencia del blog Ancile, y bajo el título: Verdad y ciencia, verdad y belleza tras el instinto artístico y matemático, quiere incidir sobre ello.



VERDAD Y CIENCIA, VERDAD Y


BELLEZA TRAS EL INSTINTO MATEMÁTICO


Verdad y ciencia, verdad y belleza tras el instinto artístico y matemático. Francisco Acuyo



Cuando el matemático verdadero, trascendiendo las controversias del algoritmo y sus aplicaciones en la IA, bajo el sustrato matemático más o menos elemental que lo configura, sigue preocupándose por la búsqueda de verdades matemáticas profundas y sobre todo, tratando de dar un significado a estas mismas verdades, da un sentido. hondo a su reflexión. No obstante, dichos matemáticos no tienen más remedio que aceptar que la verificación de aquellas verdades resulta extremadamente difícil conforme se va haciendo más compleja la aspiración abstracta de aquellas.

Si bien es cierto que el músico concede en el ejercicio de su arte un proceso más o menos inadvertido de cálculo matemático, acaso no sabrá si es su arte el que produce la singular aritmética sonora de su música, o si será el propio orden y simetrías matemáticas las que están tras la estética resultante de su proceder creativo. Al poeta, bien pudiere sucederle algo parecido, sobre todo si tiene un conocimiento, al menos rudimentario, de las herramientas métricas que lleva a cabo en su ejercicio discursivo poético.

Verdad y ciencia, verdad y belleza tras el instinto artístico y matemático. Francisco Acuyo
Ahora bien, vista la estructura artística que produce números y es susceptible de contener patrones y simetrías varias, cabe preguntarse si la producción de dichos patrones es a su vez susceptible de reglas (en cierto modo algoritmos)  que, a posteriori pueden ser observadas y entendidas, o si bien estos son no tanto preceptivo sino pospceptivos, y es el objeto artístico el que las produce y porta de manera intuitiva e incluso inopinada.
La producción musical a través de un ordenador puede darnos una visión muy equívoca sobre el asunto de sí es primero la regla algorítmica, o si esta no es sino una derivada del proceso de creación consciente (o inconsciente) humano. Al menos en lo que a la poesía se refiere puedo hablar con conocimiento de causa y advertir que en modo alguno el verso o el producto final del poema, es en modo alguno el resultado de un seguimiento mecánico de una serie de reglas,  estrictamente dispuestas para la acotación contable de las mismas, sino que también la intervención de las cualidades de lo que constituye su discurso (relativas a lo que se percibe y se siente), son un factor fundamental y que van a incidir sobre el número mismo y las reglas que lo conforman. Es así que el número está estrictamente a disposición de aquellas cualidades que informan al creador del verso, y que este pretende hacer elocuentes y sobre todo expresivas. 

Si hacemos un ejercicio de observación a posteriori será cuando constatemos con calma la apariencia de efectividad del número en determinadas circunstancias en el constructo artístico, pongamos del verso o de la pieza musical. Pero, en realidad lo que en verdad hace bello y expresivo, incluso inteligible en un mayor grado de conciencia el discurso artístico, serán las cualidades, emociones, ideas, sentimientos, que hacen que el número y las reglas deducidas tenga la disposición tan peculiar que obtienen y que, en su apariencia cuantitativa, están enmarcadas en un trasfondo cualitativo del que son colegidas como producto artístico. Serán estas cualidades sentidas y sujetas a un proceso de conciencia, las que distingan en el fondo cualquier producto de cálculo algorítmico matemático, de una creación genuinamente artística, que está sometida a la introspección consciente (en la compleja panoplia que la constituye, que incluye lo que denominamos procesos inconscientes).

Veremos más adelante las consecuencias de esta observación y entendimiento de la obra de arte desde la observación matemática, será en próximas entradas de este blog Ancile.


Francisco Acuyo




Verdad y ciencia, verdad y belleza tras el instinto artístico y matemático. Francisco Acuyo





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