martes, 8 de diciembre de 2020

GÉNESIS, GENÉTICA Y PRINCIPIOS DE LO TRASCENDENTE EN LA CONCIENCIA

Para la sección Pensamiento del blog Ancile traemos la nueva entrada, al hilo de otros post sobre la temática de la fe, que lleva por título: Génesis, genética y principios de lo trascendente en la concienci


 GÉNESIS, GENÉTICA Y PRINCIPIOS

DE LO TRASCENDENTE EN LA CONCIENCIA





Génesis, genética y principios de lo trascendente en la conciencia. Francisco Acuyo




Tras las interrogantes expuestas por cualquiera personalidad con capacidad consciente de

percepción y entendimiento de la realidad del mundo acaba necesariamente indagando por

la significación y sentido de dicha realidad. No descubrimos nada nuevo si observamos que

dicha significación y sentido se ha relacionado desde siempre con lo sagrado.1 Nos parece

que la creencia de que el aspecto religioso del pensamiento humano sea una mera

excrecencia de la vieja o primitiva conciencia mediante la que se trataba de explicar el

mundo, es una visión trivial por no decir profundamente ingenua de lo que esta manera de

aprehensión del mundo entraña, equivale e implica. Creo que importante tener muy

presente que lo sagrado no es tanto un estadio de la conciencia como un elemento

estructural fundamental de dicha conciencia.2


La intuición y el entendimiento de lo sagrado se identifica con la faceta espiritual del

ser humano que parece hoy día como nunca antes querer erradicar incluso del uso del

lenguaje ordinario de la sociedad. La imperativa autoridad de la ciencia, creen muchos, que

es precisamente la que empuja al deterioro y devaluación de su ámbito en la actualidad, sin

pensar siquiera que ese dominio del espíritu pudiera ser ¡mensurable, cuantificable y

medible!, en tanto que la espiritualidad es una de nuestras (acaso más preciadas) herencias

básicas del individuo.3 Se reconoce como un instinto con una singularidad que le hace

genuinamente vinculado a la conciencia y a todos los portadores de esta.


La conciencia, si se estima como un producto de nuestro cerebro, es decir como un

mero epifenómeno de este órgano fundamental neurológico, tiene pues, su origen en el

mismo, atribuyendo todas las alteraciones de dicha conciencia en estados meditación o de

éxtasis religioso a la producción de los neurotransmisores que sitúan al individuo en esa

situación peculiar de conciencia, atribuyendo más a la conciencia límbica que a la egoica4

toda la suerte de experiencias místicas o profundamente religiosas.


Sin embargo, nos parece que reducir al ámbito netamente neurológico el hecho

espiritual para explicar el fenómeno de la fe y el ámbito religioso donde se circunscribe es

resueltamente insuficiente para responder a muchas de las interrogantes que pueden

ocurrírsenos en torno al por qué se ha de creer en algo que acaso no puede ser constatado

resueltamente mediante la razón, la lógica o la ciencia misma. ¿Por qué hombres ilustres,

eruditos y de falta formación cultural, filosófica e incluso científica se manifiestan

abiertamente creyentes en doctrinas diversas que establecen la transcendente figura de

Dios como algo incuestionable? La lista sería tan larga que no merece la pena entretenerse

siquiera en enumerarla mínimamente. Me dirá que los que la niegan conformarían una no

menos numerosa. Pero esta sería, al fin y al cabo la postura lógica y razonable, por lo que,

a mí, como persona racional y lógica y adscrito en las filas de los más fieles y devotos

seguidores de la ciencia, no me llaman en modo alguno la atención: todas las directrices

sobre cualquier creencia irracional no puede ser tenida seriamente en consideración.

En esta disyuntiva entre fe e incredulidad, sin embargo, acabo por interesarme por

la faceta irracional, con el fin de dar respuestas satisfactorias al respecto. En próximas

entradas del blog Ancile, trataremos de encontrarlas, si las hubiere.



Francisco Acuyo




Elíade, Mircea: Historia de las ideas y las creencias religiosas, ediciones Paidós, Barcelona, 1999.

Ibidem. Op. Cit., pág. 17.

Hamer, D.: El gen de Dios, La esfera de los libros, Madrid, 2006, pág. 21.

Rubia, F. J.: El cerebro espiritual, Fragmenta, Barcelona, 2015, pág. 12.


Génesis, genética y principios de lo trascendente en la conciencia. Francisco Acuyo


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