Para la sección de Extractos críticos del blog Ancile, traemos un texto de Antonio Carvajal y el poema de Rosaura Álvarez, Hotel del Duque, que Carvajal expone en versión con la amplitud necesaria, según escenario evocado y las vivencias añoradas, y todo bajo el título: Esparcimientos.
ESPARCIMIENTOS,
POR ANTONIO CARVAJAL
En lugares muy distintos y en circunstancias diversas he leído el poema “Hotel del Duque” de Rosaura Álvarez; la más reciente ha sido la versión que Manuel Titos ofrece en Poemas para Sierra Nevada y la Alpujarra, en cuya página 509 la disposición tipográfica no mantiene los espacios que enmarcan el verso “Por sus espacios, me he perdido plena”, con lo que se angostan los lugares y los tiempos evocados, como bien sabemos por los comentarios que Antonio Sánchez Trigueros hizo al rotundo “¡No!” que Rubén Darío le dirigió al presidente yanki Teodoro Roosvelt (certero cazador con rifle), cuyos amplios blancos le pedía al poeta a Juan Ramón Jiménez que cuidara en la publicación. En la reciente edición de Una sombra, una ficción (Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 2024), cuyo calderoniano título desmiente el vivo y no deletéreo amor que la poeta manifiesta en el poema “Nupcias” (aprovecho para recomendar con fervor la lectura de esta obra), el verso respira libremente por delante, pero queda al pie de su columna en la página 56 y el alto engarce con la p. 57 parece ir de seguido. No es así. Leí el poema por primera vez, en casa del profesor Rosario Trovato, en la pantalla del ordenador, recién recibido en Misterbianco para incrementar la selección que conforma Meriggiare, la excelente antología bilingüe publicada por Algra Editore. Esta es la versión que ofrezco para que el poema se lea con la amplitud necesaria y se esparza con toda la amplitud que requieren el escenario evocado y las vivencias añoradas. La poesía hay que editarla con minucioso amor, no es un picoteo de consumo para pajarillos atrapados en las redes, sino solaz de la mente, como el profesor Trovato marca al elegir por título esta palabra en el uso de Eugenio Montale: “meriggiare pallido e assorto”, un sestear absorto a media luz.
EL HOTEL DEL DUQUE
(SIERRA NEVADA)
Enamorado desde niño estaba.
Su arte, nevadas cumbres, su historia
eran espejos de belleza pura
donde mirarse y ser, donde quedar.
Julio Quesada-Cañaveral y Piédrola
–amante de Granada el más fecundo–,
prócer de la nobleza, títulos ostentaba:
Duque de San Pedro de Galatino,
Conde de Benalúa, Señor de Láchar.
Con tenaz osadía,
vida otorgó a su más hermoso sueño:
Tranvía hasta la Sierra.
En su trayecto, hotel bello y oculto,
exuberante el verde,
la vista dilatada, sonorosas
las aguas, los aromas penetrantes,
perfecta su altitud. Proximidad
convenida al gran hotel del que fuese
subsidiario: suntuoso Alhambra Palace.
Prestante, el edificio aún conserva
arquitectura exacta. Sus estancias
fastos lujosos transpiran: placeres
de molicie, esparcimientos vedados.
Por sus espacios, me he perdido plena.
Aquí y allá: recónditos jardines,
esculturas de Navas, castaños abundosos,
el nogal, los cerezos, las moreras,
un águila real meciendo cielo.
En galería principal,
retrato ilustre del Duque.
Muere la tarde. Me asiento en el porche.
Al frente, pilar en piedra tallada,
lucir de las luciérnagas; al fondo,
susurros del Genil en el Barranco.
Es junio. Un leve sopor me enajena
dejando mis sentidos transportados.
Y en dulce ensoñación desando el tiempo:
Desde el salón de baile,
de un vals llegan compases,
los efluvios de habanos,
los caldos olorosos.
Es noche de S. Juan. Bajo la luna,
intensos brillos del lamé,
charol y risas compitiendo…
El alba ya se anuncia.
Cansancio de los rostros.
En fausto carruaje, el duque se retira.
Volviendo la cabeza lo contempla,
lo sabe fiel testigo de su gloria.
Próximo un mirlo, seducido,
nostalgias canta.
La poeta canta una nostalgia que el traductor omite porque a oídos sordos llegaría en Italia, la dedicatoria a Lolita Ibarra, amiga tan querida.
Este exquisito poema, de La poeta Rosaura Avarez, es una joya literaria por su magnífica semántica poética
ResponderEliminarLa interesante poesía de Rosaura Alvarez
ResponderEliminarCala hondo en el Alma por su exquisita sensibilidad poética.
ResponderEliminarMaravilloso poema ,leerlo es un regalo
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