Para la sección tan primorosamente
escogida por quien suscribe estas líneas introductorias, y desde luego ya bien
conocida por los habituales del blog, y para asombro de propios y extraños, interesados o no por la poesía (habida cuenta del interés despertado y expreso de forma
concluyente en la ingente cantidad de visitas a esta sección), he decido
presentarles una selección de la que muy bine puede considerarse uno de los influjos más
importantes en la modesta trayectoria, como poeta, de quien con toda humildad les
habla, me refiero a la denominada Lírica tradicional,
incluida a la sazón en este apartado de Amor
y poesía del blog Ancile. En cualquier caso será siempre hija del
descontento esta antología (como ya muy bien advirtiese el que fue uno de mis
maestros incuestionables: José Manuel Blecua, en labores mucho más significativas
de elaboración antológica), pues parece ser el sino incuestionable de todo intento de selección poética. Por eso mismo la verteré a mis lectores queridos en varias entradas,
seguro, no obstante, de que omitiré alguna composición estimada para muchos –e
incluso para mismo- por mor de este o aquel poema que en el instante de la
selección me pareció más oportuno, amen de por la conveniente exigencia de brevedad que reclama este medio y esta forma de divulgación siempre singular.
Los
criterios, sin embargo, de esta recopilación, han querido guardar estrecha relación
con aquellos que una vez empujaron, salvando las obvias e inalcanzables distancias, a dos de los grandes maestros (al menos lo fueron para quien suscribe estas líneas) y que vio la luz bajo el título de obligada referencia Poesía
de tipo tradicional (Ed. Gredos, Madrid, 1964), de Dámaso y Alonso y el ya mencionado y
especialmente querido José Manuel Blecua, no en vano tuve la fortuna de
mantener correspondencia epistolar con el gran profesor en los últimos años de su
vida; me parecería, además injusto no mencionar al no menos estimado Francisco López
Estrada). En un medio tan singular como es el informático y, sobre todo el que
al blog se refiere, que exige unas condiciones que no voy a desbrozar ahora,
pero que sí he de reconocer que pudo marcar en algún momento la selección. De todas formas
verán como características muy generales de dichos poemas la forma particular –métrica-
(delicadas composiciones en arte menor, casi todas ellas); la temática
apropiada a la sección y que sigue rigurosamente sus principios, el amor; la
gracia y espontaneidad expresiva tan característica de nuestra extraordinaria lírica
tradicional, en muchos casos de origen claramente popular; y, por fin, la
capacidad sintética de dichas composiciones que se manifiesta, de manera
prodigiosa en algunos casos, con un solo par de versos.
Así
las cosas, les ofrezco esta primera entrega de Amor y poesía dedicada a la Lírica
tradicional que tanta gloria poética ha supuesto para la historia de
nuestra literatura y de la poesía universal. Ruego disculpen que me desprenda
de todo aparataje de erudición y me remita a advertirles que todos los poemas
están seleccionados de nuestra riquísima tradición recogida en múltiples y variados
cancioneros, al fin y al cabo, estos poemas cumplen sobradamente su función en este medio, que
no es otra que mostrar, en la sección que ocupan, la muestra mirífica y
prodigiosa de nuestra nunca suficientemente ponderada tradición poética. En primer lugar, en esta primera entrega, aparecerán poemas de
nuestro maravilloso acervo lírico que se caracterizan porque desconocemos su autoría.
Acaso su anonimato las reviste de un carácter más bello, y cuyo origen sugestivo por desconocido, las hace también más enigmáticas.
LA LÍRICA TRADICIONAL EN LA
SECCIÓN DE AMOR Y POESÍA(I)
¡Tanto
amare, tanto amare,
habib, tanto amare!
Enfermeron
olios nidios
e dolen tan
male.
****
Ya cantan
los gallos
amor mío y
vete;
cata que
amanece.
Vete, alma
mía,
más tarde no
esperes,
no descubra
el día
los nuestros
placeres.
Cata que los
gallos,
según me
parece,
dicen que
amanece.
****
Dentro en el
vergel
moriré;
dentro en el
rosal
matarme han.
Yo me iba,
mi madre,
las rosas
coger;
hallé mis
amores
dentro en el
vergel.
Dentro en el
rosal
matarme han.
****
A coger
amapolas,
Madre, me
perdí:
¡caras
amapolas
fueron para
mí!
****
Desde niña
me casaron
por amores
que no amé:
mal casadita
me llamaré.
****
Salga la
luna, el caballero
salga la
luna, y vámonos luego.
Caballero
aventurero,
salga la
luna por entero,
salga la
luna, y vámonos luego.
Salga la
luna, el caballero,
salga la
luna, y vámonos luego.
****
Entra mayo y
sale abril:
¡tan
garridico le vi venir!
Entra mayo
con sus flores,
sale abril
con sus amores,
y los dulces
amadores
comiencen a
bien servir.
****
En el monte
la pastora
me dejó:
¿dónde iré
sin ella yo?
****
Que no
dormiré sola, non,
sola y sin
amor.
****
Enviárame mi
madre
por agua a
la fonte fría:
vengo del
amor ferida.
****
En la fuente
del rosel,
lavan la
niña y el doncel.
En la fuente
de agua clara,
con sus
manos lavan la cara
él a ella y
ella a él:
lavan la
niña y el doncel.
En la fuente
del rosel,
lavan la
niña y el doncel.
****
Malferida
iba la garza
enamorada:
sola va y
gritos daba.
Donde la
garza hace su nido,
ribericas de
aquel río,
sola va y
gritos daba.
****
Al alba
venid, buen amigo,
al alba
venid.
Amigo el que
yo más quería,
venid al
alba del día.
Amigo el que
yo más amaba,
venid a la
luz del alba.
Venid a la
luz del alba,
non traigáis
compañía.
Venid a la
luz del alba,
no traigáis
gran compaña.
****
¡Ay cadenas
de amar,
¡cuán malas
sois de quebrar!
****
Queredme
bien, caballero,
casada soy,
aunque no quiero.
****
Al
alba venid, buen amigo,
al
alba venid.
Amigo
el que yo más quería,
venid
al alba del día.
Amigo
el que yo más amaba,
venid
a la luz del alba.
Venid
a la luz del día,
non
traigáis compañía.
Venid
a la luz del alba,
non
traigáis gran compaña.
****
Tres morillas me enamoran
en
Jaén,
Axa
y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
iban
a coger olivas,
y
hallábanlas cogidas
en
Jaén,
Axa
y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas,
y
tornaban desmaídas
y
las colores perdidas
en
Jaén,
Axa
y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
tres
moricas tan lozanas,
iban
a coger manzanas
a
Jaén,
Axa
y Fátima y Marién.
****
Dentro en el vergel
moriré;
dentro en el rosal
matarme han.
Yo me iba, mi madre,
las rosas coger;
hallé mis amores
dentro en el vergel.
Dentro en el rosal
matarme han.
moriré;
dentro en el rosal
matarme han.
Yo me iba, mi madre,
las rosas coger;
hallé mis amores
dentro en el vergel.
Dentro en el rosal
matarme han.
Si la noche
se hace escura
y tan corto
es el camino,
¿cómo no
venís, amigo?
La media
noche es pasada
y el que me
pena no viene:
mi desdicha
lo detiene,
¡qué nascí
tan desdichada!
Háceme venir
penada
y
muéstraseme enemigo.
¿Cómo no
venís, amigo?
****
De los álamos vengo, madre,
de
ver cómo los menea el aire.
De los álamos de Sevilla
de
ver a mi linda amiga.
De los álamos vengo, madre,
de
ver cómo los menea el aire.
****
¿Agora qué sé de amor
me metéis monja?
¡ay, dios, qué grave cosa!
Agora que sé de amor
de caballero,
agora me metéis monja
en el monasterio:
¡ay, dios, qué grave cosa!
me metéis monja?
¡ay, dios, qué grave cosa!
Agora que sé de amor
de caballero,
agora me metéis monja
en el monasterio:
¡ay, dios, qué grave cosa!
****
Perdida traigo la color:
todos me dicen que lo he de amor.
Viniendo de romería
encontré a mi buen amor:
pidiérame tres besicos,
luego perdí la color.
Dicen que a mí lo he de amor.
perdida traigo la color,
todos me dicen que lo he de amor.
todos me dicen que lo he de amor.
Viniendo de romería
encontré a mi buen amor:
pidiérame tres besicos,
luego perdí la color.
Dicen que a mí lo he de amor.
perdida traigo la color,
todos me dicen que lo he de amor.
****
Quiero dormir y no puedo,
que el amor me quita el sueño.
que el amor me quita el sueño.
Manda pregonar el rey
por Granada y por Sevilla
que todo hombre enamorado
que se case con su amiga:
que el amor me quita el sueño.
por Granada y por Sevilla
que todo hombre enamorado
que se case con su amiga:
que el amor me quita el sueño.
Que se case con su amiga.
¿Qué haré, triste, cuitado,
que era casada la mía?
Que el amor me quita el sueño.
¿Qué haré, triste, cuitado,
que era casada la mía?
Que el amor me quita el sueño.
Quiero dormir y no puedo,
que el amor me quita el sueño.
que el amor me quita el sueño.
****
Mis arreos son las armas,
mi descanso es pelear,
mi cama las duras peñas,
mi dormir siempre velar.
Las manidas son escuras,
los caminos por usar,
el cielo con sus mudanzas
ha por bien de me dañar,
andando de sierra en sierra
por orillas de la mar,
por probar si mi ventura
hay lugar donde avadar.
Pero por vos, mi señora,
todo se ha de comportar.
mi descanso es pelear,
mi cama las duras peñas,
mi dormir siempre velar.
Las manidas son escuras,
los caminos por usar,
el cielo con sus mudanzas
ha por bien de me dañar,
andando de sierra en sierra
por orillas de la mar,
por probar si mi ventura
hay lugar donde avadar.
Pero por vos, mi señora,
todo se ha de comportar.
****
Parióme mi madre
una noche escura,
cubrióme de luto,
faltome ventura.
una noche escura,
cubrióme de luto,
faltome ventura.
Cuando yo nascí,
era hora menguada,
ni perro se oía,
ni gallo cantaba.
era hora menguada,
ni perro se oía,
ni gallo cantaba.
Ni gallo cantaba,
ni perro se oía,
sino mi ventura
que me maldecía.
ni perro se oía,
sino mi ventura
que me maldecía.
Apartaos de mí,
bien afortunados,
que de sólo verme,
seréi desdichados.
bien afortunados,
que de sólo verme,
seréi desdichados.
Dixeron mis hados,
cuando fui nascido,
si damas amase
fuese aborrecido.
cuando fui nascido,
si damas amase
fuese aborrecido.
Fui engendrado
en signo nocturno,
reinaba Saturno
en curso menguado.
en signo nocturno,
reinaba Saturno
en curso menguado.
Mi lecho y la cuna
es la dura tierra;
crióme una perra,
mujer no, ninguna.
es la dura tierra;
crióme una perra,
mujer no, ninguna.
Muriendo, mi madre,
con voz de tristura,
púsome por nombre
hijo sin ventura.
con voz de tristura,
púsome por nombre
hijo sin ventura.
Cupido enojado
con sus sofraganos
el arco en las manos
me tiene encarado.
con sus sofraganos
el arco en las manos
me tiene encarado.
Sobróme el amor
de vuestra hermosura,
sobróme el dolor,
faltóme ventura.
de vuestra hermosura,
sobróme el dolor,
faltóme ventura.
Poemas anónimos