Nos complace muy gratamente contar en nuestra estimada sección de Poetas invitados del blog Ancile con Manuel Salinas, poeta, profesor, crítico y apreciado amigo. Nos honra con su presencia y da a su colaboración un acento especial pues, con gran generosidad nos ha ofrecido poemas inéditos para esta entrada que presentamos con grande alborozo. Además de la nota biográfica y de breve bibliografía nos regala una poética en verso que no tiene desperdicio adjunta al conjunto de poemas que reproducimos para la ocasión. Con todos vosotros Manuel Salinas y el enjundioso compendio de poemas en exclusiva para el blog Ancile.
MANUEL SALINAS, POETA INVITADO
BIOBIBLIOGRAFÍA:
Nació en Granada. Desde 1978 reside
en Málaga. Es Doctor por la Universidad de Málaga, catedrático y poeta, sobre
todo; pero también narrador, crítico y autor dramático. De entre su obra
poética publicada destacan los libros
“Edelvira” (1975), “Los espejos fingidos” (1985), “Esplendor de la tristeza“ (1984), Zulo de
noviembre” (1988), etc. Y las plaquettes
“ Escribir la muerte”, “La soledad de que sabe una historia”, “Para que tú seas
la noche”, etc. Coherente y fiel con la
propia escritura, con la propia voz, con un lenguaje rico, vivo, complejo y
contradictorio. Su poesía , como él
mismo dice, es POESÍA DE LAS AFUERAS.
Los poemas que se pueden leer más
abajo son todos inéditos y pertenecen al libro “Despertar en Llamas” en el que trabajó desde el 2008 hasta el
2011.
POÉTICA
AVENTURA
Y LEYENDA
“ contemplando
mucho tiempo cómo es el agua”
Santa Teresa de Jesús.
La palabra es río
y se demora en el aire como un
pájaro.
Aves y peces son de un mismo
linaje,
pertenecen a lo hondo.
Ay,
y yo sólo miro el agua, el agua
que tiembla. El aire.
En las manos, el aire.
POEMAS
1
SOLILOQUIO DE LA SOMBRA
“Todo está permitido a aquél que sabe ser señor en
todo, en todo artista y amo de sí mismo”
Maquiavelo
Tal es la malicia que me tiene que sólo desea quitarme la alegría
de esos otros mundos que he visto alzándolos hasta los sueños, salvándolos de
la noche donde se habían ahogado. Pues lo mío es cabalgar en lo oscuro, picar
espuelas a contracorriente, emprender la hazaña que nos niega la voz que nos
llama. Mira, que andar en las nubes es un destino. Mas cuida que, si bella es
la verdad, también las mentiras sean bellas. Sé señor en todo. No ayunes en
amores ni en derroches. Pide, que no te harte el descanso, que generosa sea la
mudanza. Y de claro en claro, cree.
Y que así te ayude Dios, pues de nada vale
el saber en este antiguo oficio de caballería, que alivia la tristeza, socorre
el dolor, consuela la desgracia, ampara en la tormenta.
2
LA PALABRA: EL FUEGO Y LA MÚSICA
“Los poetas ignoran que es un dios quien habla por ellos”
Platón
Soy quien pervierte a las hijas del rey. Soy
una dulce picadura, una nube, cualquier cosa.
Las embriago en la sombra con silencio de aljibe
o con un rumor de pozo, para que enjoyen
con blancas flores diminutas su frente
celeste. Me gusta verlas bailar a mi alrededor,
girar bajo exultantes trinos como estrellas
de oro, y sentir que para su sed
toda la lluvia no basta. Así
late la luz. Así
acude la noche.
Tienen empapados de amatista los ojos
y oscuras alas de sirena y para que no me pierda,
me ofrecen entre derramada fruta otra vez el
Paraíso.
Las amo, no ha de volver la mañana, las amo
tanto; son
los verdes caminos que tienden
alfombras del alma y en primavera,
a pesar de la nieve, saben alegres canciones
de cerezas y campos de cebada.
Tendremos mil hijos. No vivo en vano.
3
CARRO DE FUEGO.
“El poeta mira al mundo como un hombre mira a una mujer”.
W. Stevens.
Llévame
a los cielos
envuelto
en el fuego de las cosas que amas;
hospédame
a solas en su corriente;
pídeme
socorro con un perfume de flauta de espinas;
avívame,
soy lumbre,
violeta
sonora de un ático donde las niñas
se
peinan con alondras y cantan.
Vuélame
la noche, la tarde, el claro día.
Madúrame
la casa de verde fruta.
Lléname
de saltos de caballo el alma.
Llámame
con sueños por mi nombre de poeta.
Coróname
de migas de buen pan. Ampárame
y baila
hermosa, mientras el mundo se hunde,
con un
dulce violín en la solapa.
Regálame
esa nube para gastarla juntos;
dime que
sí. Dame la tinta, luz, agua: todo
lo que
sea tuyo y tiemble de alegría
en los
falsos oros de esta pavana
que la
noche templa en los atardeceres con niebla.
4
EN ASSISI
Cuentan
que una vez le preguntaron a Gide que quién le hubiera gustado ser y que
respondió: yo mismo, pero logrado.
Mira la torpeza de la alondra: quiere que el cielo
sea estable. Así la fe consiste en ver lo que creemos. Toma mi jubón, mis calzas, mi camisa, donde desnuda
brilla la verdad, nada se necesita. Viviré del aire, del soñar despierto. Sólo
deseo ceñir un corazón que nunca admire la fuerza ni odie a los enemigos ni desprecie
a los desdichados. Escribe con tiza la dulce señal de esta locura. Levanta en
el pecho ese gozoso signo de pájaro que no regatea en el mercado ni usa medidas
ni pesas ni balanzas, el vehemente afán de sentirse vivo, la ardiente razón por
la que todo se toma la molestia de existir. Y déjame olvidado por el aire,
revoloteando con este padrenuestro, mientras la tarde es una llama entre las
florecillas de Assisi.
5
DOLOR
“... dolor, yo te
conozco”.
A.
Machado.
Es tu dolor lo mejor
de mi vida:
me duelen tus manos, como una fresca llamarada;
me duelen tus ojos, de su herida vengo.
Me dueles tú, yo te conozco:
escasa eternidad
que ni llega ni se queda.
Y cuando deje de amarte,
qué raro fruto de frío será el mundo.
Es bueno que al dolor le duela algo,
que nada se repare,
que
llore y que se muera.
Es tu dolor esa llama que llamo;
es tu dolor el color de mi alma.
Me dueles tú, dolor, yo te conozco,
yo sé de tu alta nieve, de la fiereza
donde se turba el agua.
6
SOÑAR DESCALZO
“Nada
de lo que realmente ocurre tiene algo de importancia”
Oscar Wilde.
Es Agosto, saciado de cielo,
lluvia de uvas que la llama
arrecia
y es tu pelo donde el alma
cuando llegas, se enreda,
eternidad que en el tejado
enciende
un azul panal de golondrinas.
Yo soñé contigo
con una rama de olivo en el pico.
Yo soñé contigo,
dorada zarpa de tigresa.
No hay puertas ni muros
ni agua perdida
sino cerrado cauce
que se desborda en tu boca.
7
MAÑANA DE RESURRECCIÓN
“Desayunados
todos”
Cesar Vallejo.
Desayunados todos,
en el hombro ningún sueño duele
y la muerte a la muerte ahoga en la azul rosa de una taza.
Prodigio esta mermelada
donde dulce aguardaba lo lluvioso
y perdido en los verdes manteles
y donde, para ver el milagro,
los niños cruzan el jardín con una nube en el pecho,
hartos de pan mojado y rubias alas de cristal de Sèvres.
Ésta es La Casa;
ésta es mi casa y sobra el café
y es pecado la tristeza
junto a esa naranja
que de la primavera bajó al frutero.
Manuel Salinas
Querido Francisco: sin duda alguna, es una entrada de lujo. Manuel Salinas es uno de los poetas que realzan las letras hispanas y las honran. Es un gran placer su lectura.
ResponderEliminarGracias por este regalo.
Un cordial saludo desde Miami.
Jeniffer Moore
Miami, FL. USA
Salinas, para mí, es uno de los más grandes poetas vivos que puedo leer. Acá me doy banquete con sus versos mágicos, rebuscadores de significados donde la gente común no los ve, descubridor de misterios que devela enriquecidos con nuevos misterios, o diría que puertas al infinito. Agradezco mucho esta presentación, pues Salinas es alguien muy modesto, sencillo, que vive con los pies en la tierra, pporque conoce la levedad de la vida, y el más allá lo deja a su obra magnífica. Un abrazo al poeta y al culpable de la fiesta poética, Acuyo.
ResponderEliminarHe descubierto a un poeta único, que evidentemente estaba ahí desde hacía décadas, pero escondido, como suelen estarlo los grandes maestros. Consuela, traduce la vida a su manera, que es la verdadera, y la hace apetecible. Y todo ello con las palabras exactas que los ojos que las leen necesitan.
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