Del blog de La noche en blanco de Granada traemos la entrada
dedicada a la poeta de Ciudad Real residente en Valencia Ana María Arroyo, con
una muestra de sus poemas.
Traemos a nuestra sección habitual de La noche
en blanco de Granada, Poesía en La noche en blanco de Granada la poesía de la
poeta de Ciudad Real Ana María Arroyo, así como una nota bibliográfica
redactada por la misma autora.
LA POESÍA DE
ANA MARÍA ARROYO
EN LA NOCHE
EN BLANCO DE GRANADA
Ana María Arroyo, nacida en Ciudad
Real y residente en Valencia. Lectora acérrima, su pasión por la poesía
la ha acompañado desde la infancia. Comparte su actividad profesional y
su papel de madre con la escritura. Fue finalista del Certamen de Relato
Breve "La Molineta literaria" en 2003 con su relato "Sobre
Ascuas". Y finalista en dos ocasiones en el Certamen de Centro
Poético con sus poemas "Lluvia" (2007) y "Dulce Primavera"
(2008). Desde el año 2009 forma parte del colectivo Toc-Arte, donde
publica con regularidad y desde el año 2010 publica también sus poemas en la
revista literaria DeGozel. En la actualidad ha publicado poesía en la
revistas literarias “Azaharanía” y “Versados”. Es integrante del grupo
literario “Mala U.V.A” donde co-escribe desde 2.011, obteniendo el primer
premio en el I Certamen de Relato Breve “La Risquera“. Participa en
varias antologías poéticas y solidarias como: “Universos para Somalia”
“El camino del corazón solidario” ( 2.011) “Haití” (2.012) y “Tienes nuestra
palabra” (2.013) Colabora en colegios de educación infantil escribiendo relatos
para niños en riesgo de exclusión social y con asociaciones varias en contra de
la violencia. "En la piel del verso" es su primer y único
poemario publicado hasta la fecha. Tendremos que esperar hasta este
otoño-invierno para poder leer sus nuevas publicaciones “Noviembre” (Ed.
Quadrivium), “Trece sueños rojos” (Bohodón Ediciones) y “ErotizHadas Antología”
(Unaria Ediciones). Enlace al blog de la autora
EN TUS
SUEÑOS...
Surjo desde tu bruma para provocar
la niebla envolvente,
la fuerza despiadada
que todo lo puede.
Recorro cada palmo de tu frialdad
dibujando sinuosos caminos de carne.
Decido el color
de tu deseo
con un millón
de pinceladas atrevidas.
Y desde el poder de saberte vencido
te alimento con pasión.
Derramo cada gota de rocío en tus
extremos ávidos.
Difumino tu invierno.
Y te obligo a estallar
en un sinfín de brillos
cegados de amor,
antes,
de volver a perderme en la noche.
Hasta el próximo sueño.
En la piel del verso
HASTA LA
SACIEDAD
Hasta no poder más.
Hasta el nivel más ingrávido de mi
imaginación.
Hasta la turbulencia que nos abraza.
Hasta el yacimiento más profundo de
mis entrañas.
Desde la dependencia que desabriga
las palabras.
Por el desorbitado límite del
peligro.
Para estremecer…
Desde el temblor hasta el estrépito.
Perdidos en una estrofa desordenada.
Trece
sueños rojos
(VIII)
De aquí a la eternidad podré seguir
viviéndote.
A través de todos los recuerdos que
evoca tu nombre desaparecido.
Que ya solo sean recuerdos
es desgarrador.
Pero me salva, me salvas.
Y al fondo de este mar que quiso
también ser tuyo,
está mi infancia.
Acuosa.
Otra vez, fijando nuestras huellas
en la arena.
Juntas.
Porque parece ser que el dolor,
nunca se entierra.
Ni sabe de juegos.
Noviembre
Ana María Arroyo