Seguimos dentro de nuestro epítome de versificación española en el blog Ancile, en este caso hablando del verso octosílabo, acaso el más genuino y representativo de nuestra poesía. Establecemos los parámetros esenciales en los que se estructura así como los diversos tipos y variantes que se reconocen en nuestra lengua.
DEL VERSO OCTOSÍLABO
DÍCESE del verso más genuino de nuestro idioma (el más importante de los versos de arte menor)[1], compuesto por de ocho sílabas (reconocido también como verso de arte real y verso de redondillas mayor)[2] cuyo acento obligatorio se sitúa en la séptima sílaba. Según la diversa colocación del resto de acentos que lo componen se identificará como de un tipo u otro. Verso de extraordinario vigor, es utilizado normalmente en la poesía popular,[3] y el más antiguo (siglos XI y XII- aparece en alguna jarcha mozárabe- de la poesía española.[4] Se dice además que contiene el grupo básico de la fonética en nuestra lengua. Es interesante reseñar que las variantes posibles de octosílabo (64), si es interesante distinguir entre los conceptos de acento prosódico o apoyo rítmico.[5]
Se distinguen las variantes de octosílabos siguientes: octosílabo dactílico cuya acentuación se sitúa en primera, cuarta y séptima sílabas, no es fácil encontrar una composición entera en este tipo de octosílabo. La estilística identifica este tipo de octosílabo con un aire inquieto[6] y enérgico[7]:
Pláceme, dijo, Ródrigo,
Pláceme, dijo, de grado,….[8]
1 ª 4ª 7ª
Porque tu sangre se sepa,
1 ª 4ª 7ª
Cuentas a todos, Alfeo,…[9]
1 ª 4ª 7ª
Dentro del cáliz el aire
1 ª 4ª 7ª
Vuela de aromas alado…[10]
1 ª 4ª 7ª
El octosílabo trocaico lleva, además de la obligatoria en séptima, acento en tercera sílaba, aunque puede llevar acentuadas otras sílabas impares. Frente al dactílico, es de ritmo equilibrado y suave (lírico), también reconocido como octosílabo a la italiana y trovadoresco. Es el caso en el que sí se pueden detectar composiciones íntegras con este tipo de acentuación.
Helo, helo por do viene
(1ª) 3ª 7ª
El infante vengador,[11]
3ª 7ª
Me recuerdas mi morada,
3ª 7ª
Me retratas mi solar,…[12]
3ª 7ª
El fantasma de la brisa
3ª 7ª
Con la luz sobre los brazos,
3ª 7ª
Arrayanes en silencio…[13]
3ª 7ª
Se distinguen dos tipos de octosílabos mixtos,[14] uno, cuando llevan el acento en segunda, cuarta y séptima sílabas:
La rosa mueve a la rosa
2ª 4ª 7ª
Y el aire apenas el tallo…[15]
2ª (4º) 7ª
Se acerca gran cabalgada
2ª 4ª 7ª
Y vese claro y distinto…[16]
2ª 4ª 7ª
Que yo tenía una hermana,
2ª 4ª 7ª
De moros era cautiva…[17]
2ª 4ª 7ª
Dos, cuando mantiene acentos en las sílabas segunda, quinta y séptima, se acomoda al diálogo y al relato[18]; véanse los ejemplos siguientes:
En medio de todas ellas
2ª 5ª 7ª
Está la del renegado…[19]
2ª 5ª 7ª
Calzadas espuelas de oro
2ª 5ª 7ª
Valona de encaje blanco…[20]
2ª 5ª 7ª
Miraba que, siendo tarde,…
2ª 5ª 7ª
Mostraba con brisa tenue,…[21]
2ª 5ª 7ª
Encontramos el verso octosílabo polirrítmico que se manifiesta como la combinación de las distintas variedades dentro de un poema:
El ángel de la batalla,
2ª 7ª
Porque el campo evanesciera
3ª 7ª
De cuerpos sobre cadáveres,
2ª 7ª
Arrastra gruesas cadenas.
2ª 4ª 7ª
De la sangre se conmueve,
3ª 7ª
No porque amigo tuviera,
Sino que en viendo el infierno
4ª 7ª
Tanta muerte flores mueva.[22]
3ª 5ª 7ª
Es interesante la definición de octosílabo simple[23] para definir al pie de romance usado ya como verso independiente del verso largo del romance tradicional para constituirse en verso más corto. Ver también la definición de verso orthómetro (Nebrija), que en realidad es un verso no defectuoso (en oposición al cacómetro –hipermétrico y cataléctico)[24] y que se identifican con el octosílabo.
¿Qu’es de ti, desconsolado,
Qu’es de ti, rey de Granada?[25]
En resumidas cuentas, el verso octosílabo puede considerarse (pese al desconocimiento de no pocos que se denominan poetas en la actualidad) como el verso más preciado y más extendido en la literatura española,[26] no en vano nuestra lírica tradicional, basamento y pilar de nuestra poesía, hubo de construirse en este metro de excepcional importancia y subido y extraordinario lirismo.
[1] Quilis, A.: Métrica Española, Ariel, Barcelona, 1991.
[2] Rudolf Baehr: Manuel de versificación española, Gredos, Madrid, 1984.
[3] Domínguez Caparrós, J.: Diccionario de métrica española, Alianza editorial, Madrid, 1999.
[4] Navarro Tomás, T.: Métrica Española, Guadarrama, Madrid-Barcelona, 1974.
[5] Ibidem.
[6] Ibidem.
[7] Domínguez Caparrós, J.: Métrica española, Síntesis, Madrid, 1993.
[8] Anónimo, Poema del Mío Cid, Jura de Santa Gadea,
[9] Sor Juana Inés de la Cruz….
[10] Acuyo, F.: No la flor para la guerra, 2ª edición, Extramuros, Granada, 1997.
[11] Romancero Tradicional, El infante vengador.
[12] Amado Nervo.
[13] Acuyo, F.: ver nota 10.
[14] Navarro Tomás, T.: Ver nota 4.
[15] Acuyo, F.: ver nota 10.
[16] Duque de Rivas.
[17] Romancero tradicional, La cautiva.
[18] Domínguez Caparrós, J.: Ver nota 4.
[19] Ibidem, Bobalías el pagano.
[20] José Zorrilla.
[21] Acuyo, F.: ver nota 10.
[22] Acuyo, F.: ver nota 10.
[23] Baehr, R.: Ver nota 2.
[24] Domínguez Caparrós, J.: ver nota 4.
[25] Juan del Encina.