viernes, 14 de febrero de 2025

TODO ES SIEMPRE AHORA

Abundando sobre cuestiones diversas que atañen al concepto inventado (¿giro nuevo, neologismo?) de nanidad, para la sección de Pensamiento del blog Ancile, bajo el título: Todo es siempre ahora.


TODO ES SIEMPRE AHORA



Todo es siempre ahora. Francisco Acuyo



Un intento poético célebre para significar esa intuición de la nada del silencio, pudo traducirse en una suerte de conciencia intemporal, acaso refleja en aquellos versos de Cuatro Cuartetos de cuerda:  //O digamos que el fin precede al principio // y el fin y el principio estuvieron siempre ahí // antes del principio y después del fin// y todo es siempre ahora.

Atendiendo al fenómeno de la sinestesia en la poesía, puede constatar que aquello que percibimos y creemos real puede no serlo. Se puede perder de vista lo que es o que puede que sea. No podemos afirmar con la percepción una evidencia entre la panoplia de posibilidades que abre (en su silenciosa nanidad) el verso sinestésico, en el que se diluyen o transponen los sentidos, como si ese silencio del vacío escapase a la propia conciencia personal y fuese genuina de una conciencia que personalmente no nos pertenece y que nos trasciende y no podemos siquiera nombrar, donde, en fin la sinestesia poética es satélite del silencio de la nada que disuelve ilusoriamente los lazos que creímos sensibles claramente en la existencia.

A través de la atención al fenómeno sinéstesico, paradójicamente podemos comprobar que las formas y atributos que podemos sensorialmente afirmar no son los que pudieran mostrar realmente lo primordial. Cada forma atribuida por la sensación no es más que un fantasma que impide saber realmente que es el ser que la constituye. No hay pues, constancia de objetos puros, porque lo que contemplamos no es sino un dominio de sombras que nos advierte el lenguaje poético, que indagamos en un territorio de frontera, donde ni siquiera la percepción de los sentidos se puede parcelar y cerrar en divisoria alguna. Pero también, que la diferencia de lo perceptible es la semejanza misma que conforma lo sensible. Por todo ello será que el poeta que acude a la sinestesia pone de relieve que es el silencio de la nada el que en realidad se observa, un vacío en el que se potencia lo que infinitamente puede ser conformado.


Francisco Acuyo






Eliot, T. S.: Cuatro cuartetos de cuerda, Rialp, Madrid, 1951.





Todo es siempre ahora. Francisco Acuyo


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