Con el título de: Interconexiones métricas y análisis exhaustivos; unidades y reglas; ¿hacia un nuevo estructuralismo?, recogemos un nuevo post para la sección, Poesía y matemáticas, para seguir adentrándonos en el ámbito de la matemática de grupos aplicada a la métrica del verso.
INTERCONEXIONES MÉTRICAS Y ANÁLISIS
EXHAUSTIVOS; UNIDADES Y REGLAS : ¿HACIA UN
NUEVO ESTRUCTURALISMO?
CUANDO Valéry aspiraba a
aprehender el poema como una realidad formal pura (geométrica y matematizada),
sujeta a la composición restrictiva y constante de leyes diversas que,
inevitablemente, habrían de acercarla a
la música -intentando armonizar coherentemente lo sensible y el significado de
la misma -, daba ya a entender bajo su intuición las primeras interconexiones
(métricas y semánticas) construidas sobre reglas y unidades, perfilando y,
acaso dando ya nociones no sólo de lo que vendría a ser el estructuralismo
lingüístico posterior, sobre todo, aquello que la emparenta (a la poesía y sus
estructuras) a la labor que haría un teórico de matemáticas de grupos. Las
unidades y leyes que conforman las construcciones poemáticas están vertiendo
los rudimentos de esta teoría y lo que será su complejo constructo ampliamente
aplicado a las ciencias de la naturaleza y, por qué no, a la misma estructura
métrica del verso.
Si
bien existen normas básicas comunes en la gramática de cualquier lenguaje[1]
asumidas por la lingüística,[2]
en matemáticas no es extraño que también se construyesen conceptos como el de lenguaje formal[3],
teniendo como principal consecuencia que los grupos de leyes y unidades fuesen
aplicables a las palabras que contienen un verso, de manera que puedan ser
asociadas con números ordinarios. Esta aplicación matemática puede ofrecerse como
una vertiente muy importante para la comprensión de la teoría y la práctica
métrica en poesía. Pero no es la única, evidentemente. En cualquier caso,
resulta de
enorme interés este aspecto matemático deducido de la estructura del
verso, en tanto que alude a un elemento clave en su construcción, y al que ya
hemos aludido en otras ocasiones en este espacio de reflexión,[4]
y no es otro que el de simetría y que puede relacionarse a su vez también, nada
menos que con el ámbito del universo geométrico,[5]
y desde luego, aplicable a todas las deducibles posibles transformaciones
dinámicas del verso (que serían necesariamente superadoras de la geometría
euclidiana, ya que las unidades que lo conforman llevarían a transformaciones exigentes
de una geometría[6] mucho
más compleja.[7] En
cualquier caso, si Minkowski[8]
hubo de demostrar que el espacio y el tiempo son susceptibles de ser rotados
como entidad cuatridimensional (la famosa covarianza de la relatividad espacial[9])
y de ser tratada en sus diferentes ecuaciones como simétrica y, por tanto,
susceptibles todas sus transformaciones de ser llevadas a un grupo, acaso
podamos hacer algo similar con las diferentes variantes transformacionales del
verso (en razón de sus ritmos, números de sílabas, acentos…), cuyos grupos
tienen de hecho mucha similitud con los llevados a cabo por los metricistas más
atentos a la dinámica y estructura de sus unidades versales[10].
En
virtud de las normas métricas deducibles del estudio del ritmo y otras
características estructurales del versos podemos en realidad deducir los precisos requisitos de la simetría del
verso, y en razón de la eufonía y expresividad alcanzadas por mor de estas
leyes, acabar por convertirse las diferentes simetrías detectables y la
variedad de versos en una auténtica fuente de fuerza expresiva y vigor de
significado.
Las
leyes métricas, en fin, son válidas en virtud de su simetría, la cual responde
a las diferentes transformaciones, variaciones a las que puede estar sujeto el
verso en su singular dinamismo y complejidad estructural, y no tanto al albur
subjetivo de potenciales observadores, no en vano la mente humana tiene una
manifiesta inclinación por las simetrías,
la cual se muestra desde el goce estético ante su contemplación[11],
hasta la más fácil nemotécnica gracias a ella y a sus patrones simétricos, e
incluso cuando esta inclinación se manifiesta por razones de adaptación
puramente evolutiva[12].
De las relaciones entre los grupos (métricos) y la poesía, acaso como sucede con
la música[13], se nos
muestra que estos grupos son un verdadero lenguaje de simetrías, de lo cual hablaremos en próximas entradas de este blog.
Francisco Acuyo
-->
[1]
Saussure, F. de: Curso de Lingüística
general, Planeta, Barcelona, 1985.
[2]
Chomsky, N.: Sintáctica y semántica en la
gramática generativa, Siglo XXI editores, Madrid, 1979.
[3]
Axel Thuel , en Livio, M.: La ecuación
jamás resuelta, Ariel, Barcelona, 2007, p. 206.
[4]
Acuyo, F.: Blog Ancile, De la simetría matemática y poética: breve aproximación al
concepto y extensión de la misma, http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2017/04/de-la-simetria-matematica-y-poetica.html
[5]
Ya decíamos en anteriores entregas que se han llegado a confeccionar gráficas
con los elementos rítmicos del metro que se han traducido en fractalesVeáse:
Acuyo, F,: La poesía y lo irracional
numérico en sus estructuras -métricas-: http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2017/03/la-poesia-y-lo-irracional-numerico-en.html; o en El
número en matemáticas y en poesía: http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2017/03/el-numero-en-matematicas-y-en-poesia.html
[6]
En realidad las geometrías deducibles son una manifestación precisamente de las
teorías de grupos, por lo que no es extraño que de un análisis grupal de
determinados versos se deduzca manifestaciones geométricas más o menos
complejas.
[7]
Véase la nota 5.
[8]
Hermann Minkowski, matemático ruso (1864 -1909), creador de una geometría no
euclidiana sobre un espacio cuatridimensional (añadiendo el tiempo) donde el
espacio y el tiempo eran variables íntimamente ligadas, y que fue utilizada en
el ámbito de la teoría especial de la
relatividad de Einstein.
[9]
De mayor importancia, si cabe, resultan las leyes de la simetría en el ámbito
de la mecánica cuántica.
[10]
De rigor será decir que, no obstante muchas de ellas mantienen una concepción
mecánica que desvirtúa la dinamicidad, complejidad y organicidad del poema:
Acuyo, F. Fundamentos de la proporción en lo diverso, Universidad de Granada,
2007, Jizo Ediciones, nueva edición corregida y adaptada, Granada, 2009.
[11]
Los criterios de apreciación de la belleza siempre se han creído que tiene su
origen en la cultura, pues se ha descubierto no hace mucho que la relación de
lo bello está en conexión entre factores aparentemente tan distantes como, por
ejemplo, la simetría y el olor que la relaciona en muchos casos con la dotación genética. Resultando de todo
esto que, simetría se relaciona con lo especialmente atractivo.
[12]
Los mecanismos del miedo para detectar depredadores se basan en la detección de
la simetría bilateral en los procesamientos de nuestro cerebro y el de los
animales (aposemáticos).
QUADRIVIUM
ResponderEliminarAcróstico al POEMA NUMÉRICO
.
.
MEDIR cuatro, cuatro, tres, tres: catorce
A cuatro estrofas, sílabas, son once
Trenzas acento, tres, seis, diez. Cuál bronce
Espacios son pies que separa el verso
Mirando que el ritmo sea diverso
Ambivalente la última mirada
Traza que nunca debe ser forzada
Ingrediente matemático el tiempo
Cuidando la música, ritmo o tempo
Alcanzada el “Pi” tres coma catorce.
.—O--
Pneuma tiene espíritu literario
Ocultas en su origen, el término
Etimología Latín vecino,
Símbolo, en su número es la figura,
Importándole su abstracta pintura
Afirma valor a su abecedario
.
.
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano.
Guatemala, C. A.
rafael.merida@gmail.com
Ambivalente: Que no representar seres u objetos concretos
Tempo: velocidad con que debe ejecutarse la frase
PI: No es un número exacto, pertenece al conjunto de números irracionales
Pneuma: Palabra griega, Respirar
Etimología: Origen, procedencia. Explica su significado
Latín es vecino: Del griego procede el Latín.
Abstracta pintura: Fenómeno artístico figurativo.
El quadrivium (antes, quadruvium), también llamado artes reales, comprende conocimientos de aritmética, geometría, astronomía y música; eran en conjunto los rudimentos de las ciencias que los aspirantes a formar parte del clero debían conocer. Su primera sistematización se debe a las Instituciones, obra de carácter enciclopédico, del abad Casiodoro (Squillace, Catanzaro, c. 485-Squillace, 580) (propiamente Flavius Magnus Aurelius, llamado Cassiodorus), discípulo de Boec. sacado de la filosofía Platonica.