jueves, 15 de noviembre de 2018

LA NADA EN LOS LÍMITES DE LA CIENCIA


Abundando sobre la fascinante cuestión del vacío y la nada, ofrecemos un nuevo post para la sección, Ciencia, del blog Ancile, bajo el título: La nada en los límites de la ciencia.


La nada en los límites de la ciencia. Francisco Acuyo





LA NADA EN LOS LÍMITES DE LA CIENCIA








Cuando Einstein afirmaba que ni todo lo que existe se puede demostrar, ni todo lo que se puede demostrar existe, nos ponía en claros antecedentes de las limitaciones de la ciencia respecto a determinadas cuestiones, que incidían, además, en el ámbito de los estudios que afectan a la ciencia misma (en la física, en la matemática…), y a otros que la exceden (filosóficos, religiosos, místicos…). Parece que el vacío –la nada- o la misma muerte de cualquier sistema que acaba abocando a ella(s), muy bien pudieren estimarse como el extraño nexo de conexión, por paradójico que pudiera parecer, entre todo lo que existe en el mundo y se manifiesta a nuestros sentidos y entendimiento (que existe digo, de forma material o no material, entendiendo esta última como aquellas consideraciones que atañen a las matemáticas puras, pero también a aquellas otras que inciden en lo más profundo de nuestras conciencias y que se refieren a lo trascendente). No en vano todo aquello que vinculamos a lo material diríase explicarse con los métodos deductivos e inductivos propios de la razón, la lógica y la misma ciencia; mas hay conceptos y realidades ¿físicas? que parecen trascenderlos, y que se relacionan con el dominio de los significados. ¿Pude ser la nada uno de estos significados entre los que no cabe explicación racional para su estudio en el método plenamente científico? ¿Es la nada causa –o efecto- de algo material? ¿Es más, puede afirmarse que la información –recuerden las definiciones llevadas a cabo en anteriores entradas-, si se conserva en entornos de disolución material –recordamos los agujeros negros y la radiación de Hawking-, tiene plenamente un carácter material? ¿Y la consciencia, capaz de sacar consecuencias de conocimiento sobre esa información?

La nada en los límites de la ciencia. Francisco Acuyo

                Se dice que en virtud del Principio Cosmológico es imposible obtener un lugar de privilegio en el universo, contenga o no materia. Esta indeterminación –estadística- nos muestra que el cosmos crea novedad mientras avanza[1], pero siempre de manera impredecible y que en el mundo cuántico, de manera extraña, parece prescindir del tiempo mismo. Si la información necesita de un lenguaje para su correcta interpretación, hemos de reconocerla en virtud de ese lenguaje como un sistema vivo y complejo que garantiza cierta estabilidad –frente a la entropía- para no depender de cualquier aleatoriedad que impida su correcta intencionalidad y comprensión. Todo parece indicar que incluso en los procesos más caóticos de disolución o muerte de los sistemas dinámicos, permanece un grado discreto de información reconocible que, al fin, acaba por tender a conformarse en estados cada vez más complejos y organizados. Inferimos de esto que el desequilibrio detectado en los momentos de caos tendentes al vacío, que el desequilibrio o entropía de todos estos sistemas dinámicos, abiertos, son fuente fascinante de orden que se emparenta especialmente con el fenómeno de la vida.

                Colegimos de todo lo anteriormente expuesto que será a través del vacío y los conceptos de nada y de muerte como lleguemos también a la idea de la inconclusión, de lo no acabado, a tenor sobre todo, de aquellas tendencias al final entrópico manifiestas en los sistemas abiertos anunciados que, no obstante, tienden al equilibrio, la organización y la complejidad; pueden incluso emparentarse, desde el ámbito de la lógica matemática, a aquella percepción en la que se dice que un sistema no es completo en virtud de los axiomas que lo componen (teorema de la incompletitud de Goedel), y que se hace extensible a sistemas formales de conocimiento como son, por lo ejemplo, los lenguajes que interpretan cualquier tipo de información que aporte conocimiento. Mas, también, inevitablemente, nos habla de los límites de ese conocimiento. Si las reglas de inferencia de un sistema (pongamos matemático, como el de la aritmética) no serán nunca suficientes para explicar la innumerable cantidad de afirmaciones cierta que conlleva, en realidad lo que nos está mostrando es que la riqueza de este sistema matemático (como el de otros muchos) no podrá ser descrito de manera exhaustiva nunca.
             
La nada en los límites de la ciencia. Francisco Acuyo
   Decíamos con anterioridad que el vacío se abre en la ciencia como el dominio de potencialidades creativas infinitas, aun cuando contenga un mínimo de energía y de información (que nos retrotrae a la fuerza Lamda[2], anteriormente referida y su constante cosmológica), pues ofrece un universo vivo, dinámico y en configuración continua. El valor Lambda[3], aun cuando su valor es infinitamente pequeño y despreciable en fines prácticos macroscópicos, permanece siempre y nos refiere a un hecho que puede resultar inquietante, a saber: que en realidad no hay universos verdaderamente vacíos. Dicho esto, no debe resultarnos extraña la permanencia de la información en dicho ámbito, aunque se trate de una información extremadamente simple y rudimentaria. La ubicuidad de esta energía hace del vacío algo que repugna de la nada conceptual y de lo que deberíamos hablar, y hablaremos posteriormente.

                Surgen más interrogantes de todo lo anteriormente expuesto en relación a la realidad y el concepto de nada, insistimos, sobre todo a raíz del descubrimiento de este flujo Lambda que diríase llenar el universo todo. Las plantearemos y responderemos en la medida de nuestros muy humildes conocimientos en próximas entradas del blog Ancile.



Francisco Acuyo


[1] Campell. J.: op. Cit. p.121.
[2] Fuerza Lamda (u oscura), en cosmología , es la energía que  llena el universo  e impide la autoatracción de la materia hacia el Big Crunch o gran implosión que haría que colapsase bajo su propia gravedad, y que Einstein ideó como Constante Cosmológica. En la teoría cuántica se refiere al mínimo de energía que subyace en cualquier vacío cuántico.
[3] Referente al vacío cuántico que aludíamos en la nota anterior.



La nada en los límites de la ciencia. Francisco Acuyo


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