EL SENTIDO DE LA
MEDIDA O LA SIGNIFICACIÓN
DE LOS CONTENIDOS DE
LA CIENCIA
En anteriores ocasiones
hablábamos de los significados en las hipótesis, comprobaciones, resultados y
mediciones en la ciencia.[1]
También que en la búsqueda de los significados está implícita la curiosidad
misma científica por conocer el funcionamiento y naturaleza de las cosas. No obstante, la cuestión que
plantea el significado (el sentido) de los resultados en determinadas mediciones
científicas, por ejemplo, las que atañen a la física de partículas, conlleva
una componenda bastante más compleja, en tanto que en el ámbito de la mecánica
cuántica la relación de causa y efecto es bien distinta en tanto que viola sus
principos. El determinismo de la física clásica no funciona en este dominio. La
probabilidad es la que rige cualquier proceso cuántico. El resultado de un
determinado experimento en este universo (ojo, que es el nuestro) no es
verificable hasta que hacemos la observación del mismo.
Lo
expuesto anteriormente nos lleva a interrogarnos ampliamente sobre el
significado mismo del hecho de medir. No deja de resultar extraño que el estado
–cuántico- bien definido tenga que depender del hecho mismo de la observación,
y que pensemos, con razón, que el fenómeno de la conciencia tenga mucho que
decir al respecto, y que la interrogante sobre si existe un significado físico
(o fuera de este) sea una cuestión con la suficiente importancia para hacer una
seria reflexión al
respecto. Defendía
anteriormente que el origen de la misma
ciencia parte de esta necesidad de búsqueda de significado o sentido que
manifiesta el ser humano a lo largo de su historia en pos de dar respuestas a
las diferentes interrogantes que llegan a planteársele. En el caso de los
significados que puedan inferirse de la paradójica y rara realidad cuántica
pueden ser varios y todos ellos muy sugerentes. Una de las realidades que
pueden colegirse sería la de los muchos mundos[2]
de Hugh Everett[3], ya que
responde a cuestiones de la medición de manera más que razonable, ofrece además
una deducción no menos importante, a saber, la conciencia ha de ser un fenómeno
universal, por lo que el sentido o los significados que quieran buscarse sobre
las cuestiones últimas muy bien deben ser también universales.
Si
el observador humano es imprescindible y forma parte de la naturaleza de
cualquier medición, ha de serlo también de la búsqueda de los diferentes
significados, y en este proceso del que no puede escapar, trasladado a los
múltiples mundos en los que pueda ir dividiéndose, se plantearán interrogantes
y respuestas similares, siendo todas ellas igualmente reales. Esta aproximación
física a la cuestión del significado y del sentido es primordial para examinar
la naturaleza misma de la conciencia. Seguiremos reflexionado sobre este asunto
en verdad muy sugestivo en próximas entradas del blog Ancile.
Francisco Acuyo
[1] Acuyo,
F.: Blog Ancile, El multiverso y el fenómeno de la conciencia, http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2017/09/del-multiverso-y-el-fenomeno-de-la.html
[2] Decía
Everett que el estado de un sistema cuántico refleja el de todo el universo de
su alrededor, por lo que si queremos una completa descripción es imprescindible
incluir al propio observador, por lo que el estado de superposición (claro y
demostrado en el ámbito de lo infinitamente pequeño) es inevitable, y de esta
superposición se deduce de que debe incluirse dos mundos completos.
[3] Hugh
Everett III: Físico estadounidense, célebre por su teoría de los universos
paralelos en el dominio de la mecánica cuántica.
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