LA CORDURA DE LA VERDAD EN POESÍA
Si aceptamos la proverbial
afirmación de John Keats: La belleza es verdad; la verdad, belleza, y habida
cuenta que la belleza es una de las aspiraciones fundamentales de la poesía, no
sería gratuito a su vez afirmar que la poesía comunica verdades
incuestionables. Si el soporte capital –material- de la poesía es el lenguaje
(eso sí, un lenguaje especial), su expresión y expresividad está íntimamente
vinculada a la vida (aun cuando muchos dicen que no es la vida), pues es vida uncida a lo más íntimo de la experiencia
individual, y su expresividad es eidos
(forma singular) que aprehende lo esencial vivido que se halla en virtud en esa
búsqueda de la belleza, y por tanto sujeto a verdades esenciales con grado
diverso de universalidad. Puede afirmarse, sin temor a disparatar, que el saber
poético, no siempre sustentado en los estrictamente racional (es fundamental la
verdad irracional de sus presupuestos) en última instancia es un saber
esencialmente cuerdo.
Francisco Acuyo
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