ÁMBITOS POÉTICOS
MUY bien puede suceder que, ante
la lectura de unos versos en principio desconocidos, aquello que nos llame la
atención –aparte de sus aciertos o limitaciones a considerar- sea los aspectos
de cierta originalidad que, expresamente, los hacen descollar de la producción
literaria y de los estereotipos dueños del mercado.
Quiero
entretenerme al menos un punto, sobre dos aspectos que, a mi juicio, creo
fundamentales tanto para la consideración del poeta, como la valorar las reglas
y los bagajes expresivo literarios de las corrientes poéticas que hoy empujan y
desplazan muchas veces con gran desacierto e injusticia para quienes abren o
quieren abrir caminos que, por originales muy bien cabe que acontezcan como
propios y originales.
Cabría
centrarse en tres aspectos, a saber: la incidencia del concepto fabulístico
aristotélico en el desarrollo del tiempo en la obra (en el poema, en nuestro
caso), que no trataremos aquí por haberlo hecho ya con detenimiento en otra
ocasión,[1]
la necesidad de la anécdota en el poema que le trata de conferir un carácter
narrativo, y por último la visión narcisista del contenido del poema
supuestamente desleal con el entorno y que podría considerarse extrapoético.
Incidiremos sobre estos aspectos en próximas entradas.
Francisco Acuyo
[1]Acuyo,
F.: Ancile, Mímesis y poesía: de Platón a Aristóteles; http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2014/04/mimesis-y-poesia-de-platon-aristoteles-i.html
y http://franciscoacuyo.blogspot.com.es/2014/05/mimesis-y-poesia-segunda-entrega.html
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